Las mujeres maltratan y matan a niños y ancianos con mayor frecuencia que los hombres

CARLOS AURELIO CALDITO AUNIÓN

Según las estadísticas oficiales (Instituto Nacional de Estadística, Ministerio del Interior, Guardia Civil, Policía Nacional, oenegés de defensa y protección de la infancia, etc.) en más del setenta por ciento de los casos de maltrato a ancianos y niños –con o sin resultado de muerte- LOS AGRESORES, LOS VICTIMARIOS SON MUJERES.

Sin embargo, el gobierno sociópata-comunista y el Partido Popular sólo hablan de maltrato a la infancia cuando el victimario es varón, cuando el agresor es un hombre, y especialmente si es su propio padre. Lo mismo hacen los medios de información afines a la izquierda sociópata y femiestalinista degenerada.

El comportamiento es idéntico cuando una mujer maltrata, con o sin resultado de muerte a un hombre, u otra mujer… nadie de entre los socialistas, comunistas, etarras, separatistas, o miembros del PP abren la boca para hacer mención de los crímenes repugnantes cuando las víctimas son hombres y los victimarios son «victimarias»; nunca dice esta boca es mía algún portavoz de algún partido político de los que se arrogan lo de ser los “más representativos” y mucho menos las líderes de las asociaciones “de mujeres”; y si hablamos de los trovadores, tertulianos, y demás opinadores y creadores de opinión, al parecer han recibido la orden de mantener un absoluto silencio cuando las víctimas no son mujeres, o la violencia es entre personas del mismo sexo.

Por supuesto, no esperen que nadie de ellos y ellas se ponga delante de la fachada de alguna institución pública, para mostrar su rechazo.

Éste suele ser el comportamiento habitual, pues, si se hablara de que ellas, las mujeres maltratan y matan más y con mayor frecuencia que los hombres, a niños y ancianos, el dogma feminista de género de que la violencia es cosa de hombres (como el Coñac Soberano) quedaría desbaratado.

Es muy frecuente que los medios de información nos den noticias terribles acerca de niños asesinados por familiares cercanos, por sus padres o por uno de ellos; también de ancianos muertos por personas cercanas a la familia de la víctima, el yerno, la nuera, o sus hijos y nietos.

Pero, generalmente se le da más cobertura mediática, mucho más, de forma abrumadora, hasta el hartazgo, cuando el asesino de un niño, o de un anciano es un varón adulto.

7 de cada 10 niños asesinados lo son por mujeres y, 3 de cada 10 niños son asesinados, por hombres. A pesar de estos datos contundentes, los medios de información, las instituciones y asociaciones de defensa y protección de menores recurren a la “omerta”, ocultan la mayoría de estos asesinatos, y en un porcentaje alto, altísimo de los casos, a las mujeres se las justifica y excusa, diciendo que padece alguna clase de enfermedad mental que la ha llevado a cometer semejante atrocidad.

Por supuesto, si el asesino es un hombre, los medios de información, las asociaciones de mujeres, los políticos de todo pelaje, lo lincharán públicamente y le negarán todo aquello que guarde relación con la presunción de inocencia, o cualquier clase de eximente. A ningún hombre se le aplica por parte de las instituciones públicas o privadas esa clase de excusa.

Para comprobarlo, basta observar y comparar, cómo se cuentan los malos tratos, los asesinatos de niños y ancianos en las televisiones, radios y periódicos.

Son muchos los ancianos y los niños que viven en situaciones de vulnerabilidad, son muchos los niños y ancianos que reciben maltrato, son agredidos, de manera sistemática, y muchos de ellos (demasiados) acaban muertos, sin embargo desafortunadamente los servicios sociales, las instituciones encargadas de la defensa y de la protección de los menores y de los ancianos, poco o nada hacen para detectarlos y mucho menos para evitar que acaben siendo muertos familiares y cuidadores, la mayoría de los victimarios MUJERES.

Claro que, debemos sentirnos afortunados, a pesar de todo ello, de vivir en España, uno de los lugares, una de las naciones del mundo donde ocurren menos asesinatos de niños y de ancianos.

De todas maneras, vuelvo a insistir:

En España apenas se llevan a cabo iniciativas de prevención. Ningún partido político con representación en el Congreso de los Diputados ha propuesto (que se sepa) medidas de prevención de este tipo de delitos, ni siquiera en la recientemente aprobada Ley Orgánica 8/2021, de 4 de junio, de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia.

Lo mismo podemos decir de la protección de nuestros mayores frente a cualquier clase de violencia.

Oficialmente, en España sólo existe una violencia, la que sufren las mujeres a manos de sus novios, esposos, compañeros, vecinos… o uno que casualmente pasaba por allí, pues, como afirma el dogma femiestalinista de género, los hombres tenemos tendencia a dominar, sojuzgar, establecer relaciones violentas con las mujeres… y las mujeres son unas benditas pacifistas que, cuando tienen desavenencias las resuelven mediante el diálogo, de forma cordial y son esposas abnegadas y amantísimas madres.

Y llegado el caso, según el dogma feminista de “género” cuando una mujer agrede a un hombre (sea o no con resultado de muerte) siempre se ha de aplicar aquello de “algo habría hecho para que su mujer, que es unas santa, le diera 15 o 20 puñaladas por la espalda (claro) o le envenenara la sopa con arsénico o mata ratas”.
Porque, ya se sabe, las mujeres solo matan en defensa propia y nunca porque sean unas arpías y criminales. Para matar estamos los hombres, que lo llevamos en los genes y por eso desde los albores de la humanidad organizamos guerras, nos caemos de los andamios (alrededor de 3.000 muertos al año), tenemos más cáncer de pulmón, de hígado, más infartos, más muertes en las minas, por accidentes de tráfico en el trabajo etc.
Masoquistas que somos. Los hombres inventamos la sociedad patriarcal no para proteger a la familia, sino para suicidarnos colectivamente.
Las mujeres no matan, sólo se defienden de la violencia “machista”. Por eso le dan a su esposo, o compañero “sentimental” siete veces con el hacha en la cabeza, le asestan 17 puñaladas o lo envenenan poco a poco cada día. Para que sufras más, ya que ese es el sino del hombre-protector, paternalista y esclavo del trabajo (hasta hace unas tres décadas, pues la mujer también es “esclava del trabajo” fuera de casa…)
En definitiva, los niños asesinados en España, no importan. Tampoco el mismo número de ancianos, pues no son muertos por hombres.

Mientras a la prevención del maltrato a los menores y mayores, de alto riesgo, apenas se dedica dinero público o subvenciones, en cambio –supuestamente- a la prevención de la violencia cuyas víctimas son mujeres, se dedican cientos de millones de euros, cada año.

La “industria del maltrato de género” en España, está compuesta por cantidad de parásitos (más de 100.000 mujeres “profesionales-liberadas” para asuntos de “igualdad y género”) que viven de la falsedad, de la mentira.
Ocultan sistemáticamente que mueren hombres a manos de sus esposas y compañeras. De cada 100 personas adultas muertas en España, anualmente, por disputas conyugales, alrededor de 40 son hombres (en España mueren anualmente cerca de 60 mujeres asesinadas por sus esposos). España, en éste, como en la mayor parte de los asuntos no es “diferente”, aquí (en eso que los progres llaman “estepaís”) las mujeres también ejercen violencia, sobre sus maridos, sobre sus hijos e hijas, sobre sus padres y madres ancianos… Igualmente, ocultan que España tiene la fortuna de fluctuar entre el penúltimo y el último lugar en la lista de países de la Unión Europea en violencia doméstica, siendo la lista de los 27 países dela UE encabezada por países supuestamente civilizados como; Suecia, Noruega, Dinamarca, Finlandia, Alemania.
Por si a alguien le cupiera alguna duda, los datos que aquí se exponen están sacados de los Anuarios Estadísticos del Ministerio del Interior, del Instituto Nacional de Estadística, de foros dela Policía, dela Guardia Civil, de informes del Ministerio de Justicia.

Y ya para terminar, permítaseme dedicar unos minutos de recuerdo a los “Hombres muertos, víctimas de la violencia de sus esposas y compañeras en los últimos años.” También a los niños, niñas, ancianos, ancianas maltratados (con o sin resultado de muerte) por sus mamás y/o cuidadoras… Pues, según parece, en el Reino de “Igual-da género” hay personas “más iguales que otras, y víctimas de primera, de segunda categoría… y otras que ni siquiera existen…
RIP por las víctimas olvidadas.

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