Son muchos los españoles que pretenden comerse la liebre antes de haberla cazado… ¿Para qué sirven PP y VOX realmente?

CARLOS AURELIO CALDITO AUNIÓN

Es frecuente que en las redes sociales, alguien pregunte ¿Para qué sirve el PP? y yo, generalmente, le responda «para preparar la vuelta de los socialistas al Poder, cuando lo pierden, y sobre todo para desarrollar sus leyes, consolidarlas, las del PSOE, claro; que el PP promete derogar, cuando está en la oposición y luego traiciona a sus electores manteniéndolas: leyes de género, aborto, y un largo etc.» 

Mi reflexión hace, supongo, que algunos la consideraran exagerada, aunque no suelen abrir su boca. Por el contrario son muchos los que han manifestado que coinciden conmigo.

Desde que los que cortan el bacalao en el entramado-cártel (mafioso como el que más) denominado Partido Popular decidieron que era hora de destituir a un tal Pablo Casado, del que ya nadie quiere acordarse, y sustituirlo por un tal Alberto Núñez Feijóo, y se inició una campaña publicitaria a escala nacional, para presentarlo como el mejor candidato del PP, el líder idóneo para desalojar a Pedro Sánchez del Palacio de la Moncloa, fueron muchos españoles los que, esperanzados, empezaron a pensar que España tendría un futuro mejor y comenzaron a dar por seguro que el entramado mafioso social-comunista, apoyado por etarras y separatistas, tenía los días contados, y más todavía: tal como el que pretende comerse la liebre antes de haberla cazado, empezaron a estar plenamente convencidos de que en las próximas elecciones generales ocurriría una victoria aplastante, que daría una mayoría absoluta en las próximas elecciones al PP, fuera en solitario o sumando escaños con VOX… A ser posible, al entender de algunos, sería preferible que el PP necesitara a VOX para gobernar, en el convencimiento de que el partido de Santiago Abascal obligaría al partido de Feijóo a cumplir sus compromisos con los electores. ¡Qué cándidos ellos!

Y ese mantra, la segura victoria de la «derecha», se repite por doquier, hasta en los medios de información, creadores de opinión y manipulación de masas afines al gobierno frentepopulista y los sostenidos generosamente con fondos públicos. Hasta se ha llegado a afirmar que los socialistas, comunistas, etarras y separatistas dan por perdida la batalla y es por ello que no han parado de promover la aprobación de leyes y decretos a mansalva, una hiperinflación legislativa, para así boicotear al futuro gobierno del PP (con o sin coalición con VOX), que estaría obligado a emplear el tiempo en desenredar toda la red de disparates legislativos que condicionarían sus posibles acciones de gobierno y le impedirían desarrollar su programa, sea cual sea… y digo «sea cual sea» porque, si algo no sabemos es cuál es su programa de gobierno… Pues, Rajoy-2, o sea Alberto Núñez Fijóo, no es preciso, ni explícito, ni concreto y aún no acaba de anunciar qué acciones emprenderá a corto, medio y largo plazo… En ese aspecto es muy parecido a los oligarcas de VOX, que cuando hablan lo hacen para regalarles los oídos a sus seguidores y potenciales votantes, y suelen limitarse a hacer «preguntas del millón» y brindis al sol, declaraciones de buenas intenciones… claro que, como dice el refranero, «el camino del infierno está empedrado de buenas intenciones».

España sufre una situación muy similar, aunque enormemente agravada, a la del final del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Hasta tal punto es percibida por una mayoría de españoles como terrible que, conozco a gente, tradicionalmente votantes de izquierda, que consideran de extrema urgencia desalojar expulsar del gobierno a Pedro Sánchez y sus secuaces, aquello de «no importa el color del gato, lo importante es que cace ratones»…

En aquellos terribles momentos, hace más de una década, he de confesar que yo fui de los incautos que apoyaron al PP que, entonces lideraba Mariano Rajoy Brey, y que con su voto lograron que el Partido Popular consiguiera una mayoría aplastante, como nunca antes había sucedido en España… El partido de Rajoy logró -tras la nefasta década del gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero- volver a ilusionar, a esperanzar a un grandísimo número de españoles, yo entre ellos…

Luego vendría la gran desilusión, pues, Rajoy y sus secuaces, además de abrirle la puerta a Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, incumplieron una tras otra la lista de promesas que les hicieron a los españoles decentes en las elecciones del 20 de noviembre de 2011… Lamentablemente, Rajoy llevó a cabo políticas socialdemócratas y pretendió ser más socialista y feminista que los socialistas…

Entre otras muchas traiciones, felonías y ruindades, el Partido Popular abandonó el humanismo cristiano en lo concerniente a moralidad, el Partido Popular se olvidó de su compromiso con el derecho a la vida y se convirtió en un partido proabortista (pese a que hace ya más de una década presentó un recurso de inconstitucionalidad contra la ley «Aído» que el Tribunal Constitucional de España guardó en el baúl de los recuerdos hasta la llegada a la presidencia de Conde Pumpido), el Partido Popular abrazó la ideología totalitaria, liberticida de nombre “perspectiva de género”, cuyo objetivo es destruir la Civilización Occidental Judeocristiana, empezando por destruir a nuestras familias.

Pues, sí, el PP renunció a la defensa de la libertad y de la propiedad, y abrazó la socialdemocracia como modelo político a seguir; el PP comenzó a practicar políticas antiliberales en el ámbito económico; el Partido Popular dejó de defender la unidad de España y se alió con los separatistas para gobernar, y los subvencionó y permitió que entraran en las instituciones… y un largo etc. Y, para remate del tomate, ante el golpe de estado de los separatistas catalanes mantuvo una actitud de tibieza y Mariano Rajoy, para no variar, hizo de «Don Tancredo»… y de aquellos polvos vinieron estos lodos.

A partir de entonces hay mucha, muchísima gente que se siente huérfana, gente que no se siente representada en el Parlamento, hablo de la gente cristiana y liberal-conservadora; aunque, algunos de esa gente apoya y vota al Partido Popular como “mal menor” y lo hace con la nariz tapada; y casi con seguridad volverá a hacerlo el próximo 23 de julio.

También algunos han optado por abstenerse y quedarse en casa en las diversas elecciones convocadas en los últimos años, y otros han acabado votando a Abascal y compañía que, no dejan de ser más de lo mismo, aunque usen una palabrería patriótica y se envuelvan en la bandera española y hagan sonar el himno nacional en sus mítines.

Fuimos muchos los que, ante tan terrible situación, llegamos a pensar que, tristemente, la única forma de salvar vidas, de salvar a nuestras familias, de recuperar la unidad de España, de acabar con los separatismos, de que terminen las políticas antiliberales… era dejando de votar al PP para que así “pierda las elecciones” y, tras una larga permanencia en la oposición, aunque sólo sea por cálculo político, empezaran a defender la vida, la familia, la libertad, el derecho a la propiedad y a la libre empresa…. Sí, fuimos muchos los que llegamos a la conclusión de que, tal vez mereciera la pena (nunca mejor dicho) no apoyar ni votar al Partido Popular…

Si las políticas que practica el PP no difieren en nada o casi nada con las de los partidos que se hacen llamar de “izquierdas”, «progresistas», ¿Qué sentido tiene  apoyar al PP y seguir votándolo, una vez tras otra?

Fuimos muchos, sí, los que considerábamos que había que evitar ser incoherentes, o incurrir en irracionalidad e incluso inmoralidad; pues, hasta entonces, votar al PP no había servido para reducir el número de abortos, ni para derogar las leyes “de género” apoyadas por el partido de Rajoy en el tiempo que gobernó el PSOE con Rodríguez Zapatero al frente… Recurrir a votar “mal menor” se había demostrado que no era la solución, y que acabó dando como resultado más problemas que los que supuestamente se pretendían resolver… Apoyar al Partido Popular no era la solución, y en la actualidad, desgraciadamente, tampoco lo es.

En estos momentos de desgobierno, en estos momentos en los que, Pedro Sánchez y sus secuaces nos han arrastrado al abismo, parece que quienes en España dicen ser los representantes de la derecha pretenden que en las elecciones generales del próximo 23 de julio, los socialistas y comunistas permanezcan en el poder… Pues, si no es ese su objetivo, no hay quien los entienda. ¿O tal vez se les entiende demasiado?

La timidez, la ambigüedad, a veces el silencio, otras la complicidad con que los cargos electos del PP y VOX responden generalmente a los atropellos que la colación de socialistas, comunistas, etarras y separatistas que gobierna en España ha cometido año tras año, durante un lustro, contra el pueblo español de manera sistemática invita al desaliento, frena las ganas de resistir, e incluso apaga cualquier clase de esperanza entre los españoles decentes.

La falta de liderazgo en la Derecha Española, la desunión, el que sus supuestos líderes estén a la greña (para regocijo del gobierno social-comunista y de los separatistas y etarras), refuerza cada día más la idea que muchos españoles decentes venimos repitiendo desde hace mucho tiempo: es necesario refundar la Derecha Española y crear un sólo «bloque» que integre a todos los buenos españoles, y sobre todo, si se quiere vencer a Pedro Sánchez, desalojar a los socialistas y comunistas del poder, sólo es posible si la Derecha Española se presenta UNIDA, en una única candidatura, integrada por gente de prestigio, con un currículo exitoso en la gestión de dineros ajenos, cuestión que sólo es posible en la empresa privada…

Nunca es tarde, aunque sea imposible antes del 23 de julio, pero ésta debería ser una de las tareas a emprender por parte de VOX y PP si finalmente logran auparse al poder y desalojar del gobierno a Pedro Sánchez y sus secuaces.

Aunque suene a perogrullada, hay que subrayar que sólo pueden asumir liderazgos quienes realmente poseen capacidad de dirigir; y ese no es el caso de quienes encabezan los partidos políticos que, abiertamente o de forma vergonzante, acomplejados, dicen ser «no socialistas».

Innumerables españoles están furiosos por las diversas leyes de «género» que se han ido aprobando en España en las últimas décadas, y que tienen como objetivo destruir la institución familiar y acabar con nuestra actual forma de vida,… también están enormemente furiosos porque el Tribunal Constitucional ha a acabado dictando una sentencia favorable respecto de la Ley del Aborto «Aido», después de transcurridos más de diez años desde que el PP presentó un recurso de inconstitucionalidad contra ella y, para recochineo, Feijóo haya acabado afirmando que «el aborto es un derecho de las mujeres»; también son legión los españoles decentes que, están furiosos con las terribles consecuencias del bodrio legislativo denominado «sólo sí es sí» que está excarcelando a violadores y agresores sexuales o rebajándoles las penas, también estén enormemente enfadados por la enorme corrupción que no cesa… Pero, a pesar de ello, apenas ningún representante del PP, de VOX o de Ciudadanos exige que, quienes nos malgobiernan rindan cuentas de todos los abusos y tropelías de las que vengo hablando.

La mayoría de los dirigentes del PP, VOX, Ciudadanos, dicen estar molestos por el gasto del Gobierno de Pedro Sánchez, de millones y millones de euros, para «empoderarse» más y más… lo que inmediatamente se traduce en un constante aumento del coste de la vida, en cada día precios más altos para todo, como ha ocurrido últimamente con el recibo de la luz. Sin embargo, nadie del PP o de VOX ha dicho esta boca es mía, y menos ha planteado abiertamente, sin tapujos, que se permita, ya, sin aplazamientos la construcción de centrales nucleares, para abaratar la energía eléctrica y acabar con la dependencia del extranjero.

Lo realmente chocante, insultante para el común de los españoles es que la mayoría de los cargos electos de PP y VOX, que han repetido en las últimas elecciones municipales y regionales les pidan nuevamente el voto, pese a no haber movido un dedo para proteger sus intereses, lo que la mayoría de los buenos españoles considera irrenunciable. Sí, es realmente increíble que, nos vuelvan a pedir que los apoyemos y les volvamos a conceder nuestra confianza, pese a sus incumplimientos, pese a haber sido cómplices de quienes abusan de nosotros, de quienes nos privan de nuestros derechos y libertades.

Y, no se confundan, proteger los intereses de los votantes no es simplemente hacer ruido, mucho ruido, y emprender peleas estúpidas con quienes nos malgobiernan, sin plantear ningún plan de acción, ningún programa de gobierno alternativo, por mucho que ese ruido se haga envuelto en la bandera nacional y haciendo sonar el himno de España.

En estos momentos vuelvo a reiterar que cada vez son más los que tienen el convencimiento de que las terribles circunstancias que sufren España y los españoles, se podían haber evitado si en las últimas, las penúltimas y las antepenúltimas elecciones generales, regionales y municipales, las diversas “derechas” hubieran ido juntas, coaligadas. Lo cual no sucedió porque quienes encabezan el PP y VOX anteponen intereses particulares al interés general y dan rienda suelta a sus ruindades, sus filias y sus fobias y en suma, no poseen una actitud de servicio a los ciudadanos, a pesar de que cuando solicitan que se les vote afirman que les mueve el bien común.

Urge que alguien, algunos, encabecen una agrupación política, un bloque de derechas, con aspiración de ser una organización de masas, con el objetivo claro y rotundo de ser una opción de gobierno, de manera que España vuelva al buen camino, recupere la sensatez, y abandone la ruta emprendida por el gobierno frente-populista, social-comunista, de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. E, insisto, ésta debe ser una de las primeras faenas a llevar a cabo si las organizaciones que encabezan Feijóo y Abascal logran auparse al poder el próximo 23 de julio,

Esa organización, resultante de la refundación de la derecha española, debería estar dirigida por personas capaces de ilusionar, de seducir y de movilizar a los buenos españoles, a los españoles decentes. 

Si quienes están al frente de las agrupaciones políticas no socialistas, no comunistas, son tal como afirman, patriotas, decentes, etc. deberían dar un paso al lado, apartarse para dejar paso a personas que, tal como vienen demostrando en sus respectivas ocupaciones, en la gestión de recursos ajenos, no tienen como objetivo hacer de la política su medio de vida y acrecentar su patrimonio…

Si finalmente nadie emprende tales acciones, la combinación del mal gobierno del sanchismo y la impotencia de la derecha española deja el campo abierto a quienquiera que se proponga lanzarse al ruedo de la política, aunque lo único que sepa sea hacer ruido, envolverse en la bandera de España y hacer sonar el himno nacional al final de sus mítines… aunque carezca de proyecto, tanto en lo político, como en lo económico, y menos para sacarnos del caos en al que nos han conducido Pedro Sánchez y quienes lo auparon a la presidencia del Gobierno de España.

Es imprescindible una agrupación política que aglutine a todos los españoles decentes, a los que no tienen complejos y afirman sin tapujos que son de derechas, liberal-conservadores, democristianos, social-cristianos… a los numerosos españoles decentes que, no se sienten representados en las instituciones, a los numerosos españoles decentes que consideran que la mayoría de las opciones políticas han renunciado a todo lo que muchos consideramos irrenunciable.

Y, ya para terminar, permítanme advertirles de que es de ingenuos, de incautos, de cándidos pensar que en las próximas elecciones generales los españoles tendremos la posibilidad de votar en unas elecciones libres, limpias y democráticas; Pedro Sánchez y sus secuaces, socialistas, comunistas, etarras y separatistas han llegado para quedarse, y harán todo lo que les sea posible para que las elecciones sean fraudulentas y les permita seguir en el poder…

¡Tiempo al tiempo!

Santiago Abascal y Alberto Núñez Feijóo: ¡Promoved la unificación de la derecha española, convocad a los españoles decentes a una gran coalición… y echaos a un lado… excepto que, ni vosotros dos, ni ninguno de los oligarcas y caciques de PP y VOX están interesados en que exista una derecha unida en un solo bloque ponga en marcha la regeneración que España necesita, la cirugía de choque imprescindible si se logra expulsar a los socialistas, comunistas, etarras y separatistas del gobierno de España!

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