¿Será recibido Don Felipe VI con abucheos, pitidos, etc. el próximo 12 de octubre, cuando desfilen ante él las Fuerzas Armadas Españolas, por su complicidad con quienes quieren destruir España?

CARLOS AURELIO CALDITO AUNIÓN

“Ya hay un español que quiere vivir y a vivir empieza, entre una España que muere y otra España que bosteza. Españolito que vienes al mundo te guarde Dios. Una de las dos Españas ha de helarte el corazón”. Antonio Machado

Como sabe cualquier español que esté bien informado, es costumbre que quienes acuden al desfile de nuestras fuerzas armadas con motivo de la Fiesta Nacional del 12 de octubre, abuchéen, silben y lancen todo tipo de improperios contra Pedro Sáchez como cabecilla de los enemigos de España, como jefe de los separatistas, socialistas, comunistas y etarras que no se privan de anunciar cuáles son sus planes: la destrucción de la Nación Española.

Ese día, además de ser el día en que la Guardia Civil celebra el día de su patrona, la Virgen del Pilar, los españoles decentes, los buenos patriotas conmemoramos la acción más grande, más transcendente realizada por españoles a lo largo de la historia: el descubrimiento de América, hecho absolutamente incomparable (del cual nos deberíamos sentir orgullosísimos) y a lo cual, como mucho se puede acercar la primera vez que un humano se paseó por la luna.

Ese día los enemigos de España, divulgadores de la leyenda negra y en la cual adoctrinan a nuestros niños, jóvenes y no tan jóvenes desde el parvulario hasta la universidad, lavado de cerebro que completan en las diversas televisiones y la mayoría de los medios de información y manipulación de masas; mejor dicho su jefe, Pedro Sánchez, ya sea como presidente en funciones o como nuevo presidente del gobierno de España acompañará a Don Felipe VI, la reina consorte y las infantas, aparte de los representantes de los tres poderes del Estado y los capos de los diversos partidos políticos; y es seguro que por enésima vez será puesto a caer de un burro, tal como ha ocurrido en los últimos años.

Hace apenas 24 horas que Don Felipe VI defraudó a una gran mayoría de españoles, los españoles decentes, y abrió la puerta para que Pedro Sánchez vuelva a auparse a la presidencia del Gobierno de España.

En estos momentos de insastisfacción, de perplejidad, de enfado, de ira contra el Rey de España (y por supuesto, de desafección, de alejamiento, de rechazo al régimen monárquico), los medios de manipulación de masas, los furcios y furcias que trabajan en ellos: bufones, trovadores, opinadores, todólogos, «expertos en derecho constitucional», y un largo etc. pretenden una vez más engañar a los españoles de que a Don Felipe no le quedaba otra opción que, tras la investidura fallida de Alberto Núñez Feijoo, optar por Pedro Sánchez y proponerle al Congreso de los Diputados que le conceda su confianza para que presida el Gobierno de España.

Por supuesto, quienes afirman tal cosa no citan la norma legal en la que, supuestamente, se ha basado Su Majestad, el Rey de España. Y no la citan porque tal norma legal no existe; es absolutamente falso que Don Felipe estuviera obligado a actuar ayer como lo hizo; convirtiéndose en colaborador necesario, cómplice que quienes pretenden destruir la Nación Española y llevarse por delante, también la Monarquía.

Casi de manera inevitable surge la pregunta (y no hay que ser muy mal pensado) de si cuando hablan de que «se ha visto obligado» quieren decir que alguien, o algunos, han hecho algún tipo de chantaje o han amenazado al Rey de España con rebelar algo que él no desea que se sepa, o… También, inevitablemente surgen las comparaciones ¿Se acuerdan de que Pedro Sánchez sigue sin contarnos por qué ha acabado haciéndose «amigo» del Rey de Marruecos y por qué ha cambiado -de opinió- respecto de la antigua provincia española del Sahara? Don Felipe VI, cuando habla de Mohamet de Marruecos (casualmente también VI) se refiere a él como «su hermano»… En fin que, puestos a malpensar, es fácil acabar conjeturando maldades o cuestiones turbias, y más cuando no se dan explicaciones de asuntos de especial transcendencia y de suma importancia para España y los españoles ¿No son de la opinión de que Don Felipe debería explicarse y fundamentar, justificar por qué ha propuesto al Congreso de los Diputados que le dé su confianza a Pedro Sánchez para que presida el Gobierno, a sabiendas de que pretende destruir nuestra patria? Pues, eso.

Tal como planteo en el título de mi artículo ¿Sería de extrañar que, cuando Don Felipe VI presida el desfile de las Fuerzas Armadas Española el próximo 12 de octubre, día de la Fiesta Nacional de España, acabe siendo víctima de abucheos, pitadas, insultos y etc. debido a que millones de españoles se sienten especialmente defraudados, traicionados..? ¿Se lo tiene merecido debido a la gran decepción que ha causado en millones de españoles decentes?

También hay quienes me comentan que Don Felipe ha encargado al Congreso de los Diputados que invista a Pedro Sánchez a sabiendas de que no cuenta con suficientes apoyos y que, tal como Feijoo, abará fracasando y que así busca el perfecto pretexto para convocar nuevas elecciones ¿A alguien le resulta posible e imaginable?

Recuerdo que durante las semanas que van desde el 23 de julio hasta ayer, mis amigos, conocidos y seguidores me han alertado de que no había que tener ninguna esperanza de que el Rey de España tuviera lo que hay que tener para frenar a Pedro Sánchez. También me decían que sólo se siente defraudado el que tiene falsas espectativas y que, siendo realistas, de Don Felipe no se podía esperar nada… Yo, por aquello de lo que hablaban los existencialistas franceses, especialmente el filósofo de origen español, Albert Camus, de que cuando alguien no tiene ningún asidero al que agarrarse se acaba precipitando hacia la «angustia vital», he pecado de confundir (si no del todo) los deseos con la realidad, no quería perder la esperanza…

Finalmente, Don Felipe VI ha optado por convertirse en cómplice y colaborador necesario de quienes tienen la intención de destruir España; no se engañen, sea por la causa que sea (tal vez algún día acabe sabiéndose) el Rey de España ha elegido el peor camino, que supone posiblemente el principio del fin de la Monarquía, e, insisto, aunque los furcios y furcias de los medios de manipulación de masas afirmen lo contrario, ningún precepto legal lo obligaba a ello. Don Felipe podía haber elegido a otra persona, a algún español decente; igual que cuando le presenten a la firma la pretendida y anunciada ley de «amnistía» puede vetarla, negándose a firmarla…

Ya digo ¿Les extrañaría que los españoles acaben abucheando, silbando, insultando al Rey de España el próximo 12 de octubre, o en cualquier lugar de España que se le ocurra visitar en el futuro?

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