Pues sí, de veras hay que ser un jodido imbécil para gastar tiempo, dinero, enegía en cambiar una palabra de la Constitución Española por otra sinónima… De veras que ellos, PP y PSOE, sí son disminuidos y, como dice el refrán «cree el ladrón que todos son de su condición».

CARLOS AURELIO CALDITO AUNIÓN.

«Bueno, la verdad es que, me alegra que me haga usted esa pregunta, verá… a ver como se lo explico para que se me entienda… es que más que nada es un sentimiento que no se puede explicar… de inicio, a groso modo, ¿Cómo le diría yo…?… es un tema que sólo cabe literalmente un «sí o sí», pues,… «para nada», porque nosotres al contrario que ustedes no somos punitivos, creemos en la bondad natural de los humanos y pretendemos hacerlos felices y la única forma es que el estado, dirigido por los nuestros por supuesto, convierta en derechos ciudadanos todo lo deseable, no como usted que seguro que es un intolerante y estoy, también, seguro de que se opone a todo lo que signifique igualdad… y, además, no me negará usted que mi opinión es importante… bueno pues, como le decía, dicho lo cual, de motu propio… lo que le puedo decir es que, en el fondo está presente el patriarcalismo neoliberal, es un royo super, super guay, alucinante… jo, parece mentira que gente facha, como usted que vive instalada en una zona de superconfort no se dé cuenta… es que carece usted de empatía, no admite la diversidad… lo que ocurre es que, usted es un rancio, anacrónico, sólo a usted se le ocurren semejantes cuestionamientos, la ciudadanía está por una sociedad eco-pacifista-feminista-sostenible y no como usted que no se entera… porque seguro que usted es de los que niega el calentamiento global, el cambio climático, y además estoy seguro de que fue un negacionista, de los egoístas insolidarios que no se vacunaron, poniendo en riesgo la salud y la vida de la ciudadanía… y, bueno, ¿qué era lo que usted me preguntó, qué es lo que deseaba saber…?«

Peroratas tales como la anterior, llena de palabras sin sentido, a cual más estúpida son cada vez más habituales en España (alguien me dirá que también en otros lugares del mundo, «mal de muchos, epidemia» además de consuelo de tontos), entre toda clase de gente, desde quienes pretenden hacer profesión de la política (o sea, vivir de nuestros impuestos), hasta los tertulianos, todólogos, bufones, trovadores y demás «intelectuales y artistas» que pululan por los medios de información, creadores de opinión y manipulación de masas, hasta profesores de universidad, además de los de secundara y primaria… Una ristra de vocablos y frases necias y zafias que han corrompido el idioma y el pensamiento.

Aunque sea de Pero Grullo (el inventor del puzle de una sola pieza), es imprescindible empezar por recordar que para hablar es necesario dominar el idioma, poseer un conocimiento suficiente de la morfología, de la sintaxis, de la gramática; también es imprescindible poseer un amplio vocabulario y tener conocimiento de sinónimos y antónimos. Todo ello es imprescindible para ser capaces de expresar matices, de darle concreción a las ideas, de definir, poner límites a aquello de lo que hablamos y pensamos, de discriminar, etc. además de llamar a los objetos, a las circunstancias, por su nombre… Todo eso y mucho más hacemos cuando pensamos, y claro, si no se posee nada o casi nada de lo que nombro, difícilmente puede una persona aspirar a tener un esquema de pensamiento medinamente aceptable.

¿Alguien a estas alturas se cree que es posible pensar utilizando un vocabulario tal como el que usan los usuarios de WhatsApp o aplicaciones similares?

¿Alguien piensa que con el nivel que poseen nuestros niños, jovénes y no tan jóvenes en el dominio y conocimiento de la lengua española, puede aspirar a hablar y escribir otro idioma con cierta solvencia?

No olviden que los capos de las organizaciones mafiosas que se hacen llamar partidos políticos nos quieren mediocres, ignorantes, analfabetos. Es por ello que nunca emprenderán una verdadera reforma del sistema de enseñanza que vaya en la dirección de la calidad, de la capacidad, del mérito, del esfuerzo o cuestiones semejantes.

Mejor, para ellos, es que en los centros escolares (incluyendo las universidades) se le dé prioridad a la fiesta, al ruido, ruido, ruido… mucho ruido, no sea que nuestros compatriotas cuando lleguen a cierta edad, lleguen «traumados» (otro palabro muy de moda).

En relación con lo que vengo describiendo está la iniciativa del PP y el PSOE, -que tienen por costumbre no ponerse de acuerdo en nada, absolutamente nada, más que para subirnos impuestos y subirse el sueldo quienes forman parte de ambos partidos y pretenden parasitar de nuestros impuestos- para realizar una reforma de la Constitución Española de 1978 para sustituir la palabra «DISMINUIDOS» por «PERSONAS DISCAPACITADAS» pues los capos de ambos partidos consideran que la primera, o sea «DISMINUIDOS» es vejatoria para quienes poseen alguna merma, enfermedad, minusvalía, o cuantos sinónimos se les ocurra a ustedes para indicar que alguien no es «normal», o lo que es lo mismo, posee una deficiencia, o anomalía, o algún defecto, o alguna rareza, o alguna deformidad, o alguna tara, o alguna imperfección, o alguna subnormalidad, o alguna invalided, o inhabilidad….

Según los lumbreras del PSOE y del PP lo correcto es decir «personas con discapacidad». ¿Y qué significa «DISCAPACIDAD»? El vocablo “discapacidad” se construye, en español (en latín no existía), a partir del prefijo “dis-” y del sustantivo “capacidad”, que deriva del sustantivo latino capacitas, «capacidad, anchura, extensión, amplitud»; y éste, del adjetivo también latino, capax, «capaz, que puede contener, que contiene; espacioso, …

Pues sí, estos jodidos discapacitados, empezando por Sánchez y Feijoo, nos hacen perder tiempo, energías y dinero, y nos tienen entretenidos en debates estúpidos, para tenernos distraidos y así evitar que pensemos, debatamos y busquemos soluciones a las cuestiones que realmente importan a los españoles; su objetivo es hacer ruido, mucho ruido, con la entusiasta colaboración de los medios de información, creadores de opinión y manipulación de masas, regados generosamente con dinero de los contribuyentes.

En este año, 2024 que está a punto de echar a andar, los españoles decentes deberán intentar abstraerse de ese ruido (en ocasiones ensordecedor) y poner atención en lo importante, y poco o nada en lo que los medios procurarán hacer creer que es urgente.

¡Jodidos disminuidos, analfabetos, mediocres… debemos sacudírnoslos, expulsarlos cuanto antes de nuestras vidas, para que dejen de tomarnos el pelo y tratarnos como subnormales!

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