¿Por qué carajos las autoridades «competentes» siguen sin tomar la decisión de dragar el río Guadiana a su paso por Badajoz, u otras opciones, para acabar con el nenúfar mejicano y demás especies invasoras?

CAROLUS AURELIUS CALIDUS UNIONIS

Este último fin de semana he tenido noticias de que el Delegado del Gobierno en Extremadura ha afirmado que «los trabajos dirigidos a erradicar el nenúfar mexicano en el río Guadiana a su paso por Badajoz continúan a la espera de la declaración de impacto ambiental precisa para acabar con esta problemática», dicho en la jerga tan peculiar que usan quienes hacen profesión de la política, quienes parasitan de nuestros impuestos…

El gerifalte del PSOE, de nombre José Luis Quintana, tras reunirse este jueves con responsables del Grupo Tragsa, ha añadido que»se está efectuando esta declaración de impacto ambiental para inmediatamente después realizar las actuaciones oportunas», pues mientras no se disponga de este informe «no se podrán abordar las soluciones» que el propio estudio aporte, …

Evidentemente, esto supone un aplazamiento más que favorece que el nenúfar mejicano continúe propagándose año tras año en el río Guadiana y sus afluentes.

Para más recochineo, Quintana ha añadido que es «un compromiso de la Administración del Estado resolver este problema», ha reconocido que el informe «todavía puede tardar algún tiempo» sin poder indicar «cuánto».

Es importante indicar que el Grupo Tragsa (acrónimo de Empresa de Transformación Agraria, S.A.) que se menciona más arriba es un grupo empresarial público integrado en el holding público Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que cuenta con más de 16.000 empleados y está «orientado hacia el desarrollo rural y la conservación de la naturaleza»…

El nenúfar mejicano se detectó en 1.985, se tuvo noticias de nenúfares en el Arroyo Cabrera afluente del río Guadiana, cercano a la pedanía badajocense de Sagrajas. La superficie ocupada por el nenúfar mejicano en el tramo urbano de Badajoz, pasó de 2,5 hectáreas en 2009 a 44,16 hectáreas en 2018. El nenúfar mejicano (Nymphaea mexicana) se desarrolla en aguas de movimiento lento, se agarra al fondo debido a los lodos y florece durante el verano. Las condiciones ambientales que favorecen su crecimiento son los altos niveles de iluminación, altas temperaturas y aguas con alto contenido en nitrógeno, fósforo y potasio, es sensible a las bajas temperaturas. Desplaza a los nenúfares autóctonos, disminuye la cantidad de agua almacenada, impide la realización de actividades de pesca y navegación e incrementa el riesgo de sufrir inundaciones al impedir el paso normal del agua y genera problemas de eutrofización…

Cualquiera persona que se acerque a la provincia de Badajoz y se le ocurra asomarse al río Guadiana, especialmente a su paso por la ciudad de Badajoz, acaba descubriendo que el río está colonizado por el nenúfar mejicano, el jacinto de agua, el camalote y otras especies invasoras.

Todas esas especies invasoras han ido llegando a las aguas del río Guadiana desde hace décadas porque algunos estúpidos, ignorantes de su tremenda irresponsabilidad, las han ido arrojó al río o alguno de sus afluentes.

 La información facilitada por la Confederación Hidrográfica del Guadiana (CHG) indica que el tramo más afectado por el nenúfar mejicano sigue siendo el situado aguas arriba de la ciudad de Badajoz, y de momento, es de suponer que aún no está presente en el embalse de Alqueva en Portugal.

Igualmente, la CHG ha manifestado que sigue manteniendo un contacto frecuente con distintos organismos internacionales de California, Sudáfrica, Florida y Méjico, que llevan tratando de eliminar esta planta desde hace décadas.

Desde el punto de vista ambiental, la presencia del nenúfar mejicano en las aguas aumenta las tasas de evaporación entre tres o cuatro veces por encima de los niveles normales.

Otro problema es que la presencia del nenúfar mejicano impide que la luz solar sea capaz de llegar debajo del agua y las otras plantas no pueden realizar la fotosíntesis, motivo por el que al final mueren y acaban desapareciendo.

 La fauna también se ve afectada al verse reducido su nicho alimenticio, mamíferos como las nutrias han visto reducidos sus lugares de pesca, mientras que otros mamíferos que se acercan a los ríos a beber sufren problemas gástricos debido al efecto de la materia orgánica en descomposición. Lo mismo pasa con las aves acuáticas. Los peces acaban muriendo por falta de oxígeno y la ausencia de luz bajo la superficie del agua impide el desarrollo de las puestas reproductoras. Por otra parte, constituye un hábitat idóneo para la proliferación de mosquitos, lo que afecta al estado de salud de los núcleos de población cercanos.

Para que el nenúfar mejicano y otras plantas invasoras logren expandirse y acaben adueñándose de los ríos, necesitan agua con un alto contenido de nutrientes como nitrógeno, fósforo y potasio que, abundan en el Río Guadiana y que proceden principalmente, de la contaminación derivada de la agricultura y las deficiencias en la depuración de aguas residuales.

El nenúfar mejicano se detectó en 1.985 en el Arroyo Cabrera, afluente del río Guadiana, en Sagrajas pedanía de Badajoz, y está presente en el Guadiana hasta donde se le une el río Caya (frontera portuguesa)  

Superficie ocupada por el nenúfar mejicano en el tramo urbano de Badajoz.

¿Cuál es la responsabilidad de las diferentes administraciones en el estado actual de las aguas del Guadiana?

Estudios y declaraciones de buenas intenciones, de las que está empedrado el camino del infierno hay para dar y tomar, realizados a lo largo de las últimas décadas, algunos de la Confederación Hidrográfica del Guadiana e incluso de Universidades… pero, como dice el refrán «entre todos lo mataron y él sólo se murió».

Vean a continuación algunas de las recomendaciones del penúltimo estudio de la Confederación Hidrográfica del Guadiana, de septiembre de 2012 que, por supuesto ninguna -o casi ninguna- se ha puesto en práctica:

Debido a su carácter invasor el nenúfar mejicano está incluido en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras (R.D. 630/2013), lo cual implica que se deben adoptar medidas de gestión, control y posible erradicación.

La presencia de nenúfar mejicano en el tramo urbano de Badajoz está asociada a la presencia de los lodos depositados en el lecho del cauce del río.

Se requieren de medidas de planificación más amplias tendentes a controlar la cantidad de nutrientes en el agua. Ordenación de usos agrícolas, restauración de riberas, etc.

Se considera fundamental someter a conocimiento y discusión el presente estudio (administraciones, universidad, colectivos, etc.) antes de tomar decisiones de actuación.

Independientemente de la solución o soluciones que se adopten se hace necesario dotar tanto al Azud de la Pesquera como al Azud de la Granadilla de un dispositivo de desagüe eficaz para el vaciado de los mismos.

Entre múltiples «alternativas de actuación», la Confederación Hidrográfica del Guadiana propone métodos de eliminación: Químicos, Biológicos, Mejora del Estado Ecológico del Río.

El sesudo informe también habla de OTRAS POSIBLES ALTERNATIVAS: Desbroce del sistema foliar, Parcelas de solarización, Arranque manual, Desecación periódica de los Azudes, Dragado del río, Extracción mecanizada de la primera capa de lodos, Extracción selectiva de rizomas con embarcación, Tratamientos con productos químicos, Tratamientos con herbicidas ecológicos, Eliminación de los Azudes, Implantación y/o fomento de la vegetación de ribera…

A estas alturas, no cabe la menor duda de que la presencia de determinadas plantas invasoras como el nenúfar mejicano en el Río Guadiana se debe principalmente a la negligencia y el mal hacer de los diversos poderes públicos implicados en la gestión del cauce del Guadiana.

Es evidente que, el combate contra el nenúfar mejicano y su erradicación están íntimamente ligados, a la urgente depuración de las aguas que vierten al Guadiana y en ese sentido, de manera inaplazable. Por supuesto, todo ello debería ir acompañado de la implantación de actividades agrícolas y ganaderas menos agresivas, menos contaminantes… No hay otra opción, si queremos ganar la guerra.

En definitiva, las diferentes administraciones de uno y otro signo político se tiran la pelota continuamente, pero lo cierto es que para tratar el asunto de forma seria deben llevarse a cabo acciones radicales en todo el curso del río que, vayan más allá de la simple retirada de la planta.

Lo que no se entiende, es que las distintas administraciones, en especial la CHG, los gobiernos de España y de Portugal, y los diversos ayuntamientos, no hayan emprendido ya otras actuaciones, como la retirada masiva en invierno, cuando la planta está más inactiva, o el dragado del río. Si se actuara de este modo, al mismo tiempo, se podría también recuperar el Guadiana para usos deportivos y de ocio que en algunos tramos hoy son imposibles y todos ganaríamos en salud ambiental.

Son muchos los expertos que afirman que la mejor opción es dragar el Río Guadiana para controlar la invasión del nenúfar mejicano y de otras especies invasoras. Esta es una de las propuestas que ha hecho la Confederación Hidrográfica del Guadiana, que hasta ahora no ha sido tenida en cuenta por parte de otros organismos y autoridades, con los que la CHG comparte competencias sobre la gestión del río.

La Confederación Hidrográfica del Guadiana, ha propuesto en múltiples ocasiones que se drague el río, y que esta acción se acompañe con el segado anual de la planta. Descartando, en principio, los métodos químicos y biológicos, o la eliminación de los azudes.

Claro que, los directivos de la CHG, han insistido en que ellos siguen sin tener la última palabra.

No está de más destacar que la CHG, al mismo tiempo que proponía acciones tales como las que hemos descrito, afirmaba que «Sin embargo, el impacto ambiental de la presencia de nenúfar mejicano en el tramo urbano es muy poco significativo al tratarse de un ecosistema artificial.» Recuérdese que se tiene constancia de la existencia del nenúfar mejicano en el río Guadiana y algunos de sus afluentes desde 1985.

Desgraciadamente, el Río Guadiana se muere (entre todos lo mataron y él solito se murió…), y mientras seguimos esperando que las diversas autoridades (tanto portuguesas como españolas) y los organismos públicos responsables de la gestión y la defensa ambiental, acaben por pronunciarse… y lo que es más importante: ¡ACTUAR!

El Boletín Oficial del Estado número 58, de 6 de marzo de 2024, publicaba un «Anuncio de la Confederación Hidrográfica del Guadiana de información pública del Estudio de Impacto Ambiental y Proyecto de actuaciones de control de la especie exótica invasora Nenúfar Mejicano.:

«Habiéndose redactado el «Proyecto de actuaciones de control de la especie exótico invasora Nenúfar Mejicano (Nymphaea mexicana) en la cuenca del Guadiana (expediente 202200000014)» y su correspondiente Estudio de Impacto Ambiental, de conformidad con lo dispuesto en el artículo 36 de la Ley 21/2013, de 9 de diciembre, de evaluación ambiental, así como en el artículo 83 de la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas, la Confederación Hidrográfica del Guadiana, como órgano promotor y órgano sustantivo, inicia el trámite de información pública del estudio de impacto ambiental y el proyecto citado, que podrán ser consultados en la página web de la Confederación Hidrográfica del Guadiana: https://www.chguadiana.es/informacion-publica

El plazo de consulta pública es de treinta (30) días hábiles, contados a partir del día siguiente a la fecha de publicación. Durante dicho periodo podrá ser examinado el expediente por las personas que lo deseen al objeto de formular alegaciones. Las alegaciones deberán dirigirse a la Confederación Hidrográfica del Guadiana (avenida Reina Sofía 43, 06800 Mérida), indicando como referencia «Alegaciones EIA Nenúfar» por cualquiera de los medios que recoge la Ley 39/2015, de 1 de octubre, del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas».

Badajoz, 29 de febrero de 2024.- El presidente, Samuel Moraleda Ludeña.

En 2021, la Confederación Hidrográfica del Guadiana siguiendo la estrategia que viene empleando desde hace décadas, de marear la perdiz publicó un nuevo sesudo informe en el que, la misma confederación afirmaba que «tiene por objeto actualizar la anterior versión del documento de “Gobernanza y estrategias para la lucha contras las especies exóticas invasoras en la cuenca del Guadiana”, redactado en 2016. Para la revisión de este documento se ha tenido en cuenta la evolución en los últimos años de los diferentes trabajos de lucha contra especies exóticas invasoras (EEI) en el Guadiana, de los éxitos y fracasos, así como de las diferentes recomendaciones y estudios realizados por otros organismos nacionales e internacionales. Especialmente se ha tenido en cuenta las recomendaciones que realiza la Intervención Delegada de la Confederación Hidrográfica del Guadiana de febrero de 2020 y que responde a una auditoria centrada en los trabajos llevados a cabo por el Organismo entre los años 2015 y 2018…»

En tal informe, de 2021, los redactores del mismo aprovechan para hacerse autobombo y afirman entre otras cuestiones que «el mayor hito ha sido conseguir eliminar las grandes manchas de camalote presentes en 186 kilómetros del río Guadiana. Los trabajos de pre-erradicación se iniciaron en 2018 con el inicio de un ambicioso Plan de Choque contra el Camalote gracias al cual se ha podido demostrar como cuando se actúa de forma decidida y planificada es posible controlar una especie que estaba tan extendida como el camalote en el río Guadiana, este denominado “Plan de Choque” ha sido, en realidad, el cumplimiento decidido por parte de la administración estatal de una estrategia elaborada por técnicos de la Confederación H. del Guadiana años antes, pero que por razones presupuestarias nunca llego a desarrollarse de forma completa. De esta forma se ha conseguido reducir la presencia masiva de camalote y a día de hoy la presencia de manchas de camalote es prácticamente inexistente, con efectos ambientales nulos y permitiendo reducir los trabajos a una fase de vigilancia permanente que permite ser optimistas en cuanto a la posibilidad de su erradicación en un futuro próximo…»

NO ESTÁ DE MÁS RECORDAR QUE SE TENÍAN NOTICIAS DE LA PRESENCIA DEL «CAMALOTE» EN EL RÍO GUADIANA DESDE HACÍA CASI VEINTE AÑOS…

Cifras y datos de los cuales se pavonea la Confederación Hidrográfica del Guadiana:

• 15 años de trabajos en la lucha contra el Camalote.

• 185 km de río afectados por la presencia de esta especie invasora.

• Más de 1.5 millones de toneladas de camalote extraído del río Guadiana (el 50% extraído durante la vigencia del Plan de Choque).

• 50 millones de euros invertidos hasta ahora.

• Más de 630 km de orillas en fase de control y vigilancia a partir de ahora.

• Empleo de maquinaria pesada (retroexcavadoras y camiones) y específica (cosechadora y anfibios) para la eliminación de las grandes manchas de camalote

• Más de 30 embarcaciones y más de 5.000 metros de barreras flotantes utilizadas.

• Dispositivo diario de más de 100 operarios especializados, fundamentales en los trabajos de control y vigilancia permanente. Etcétera…

Pero, ¡Ojo! el camalote no ha sido eliminado del río Guadiana….

¿Cuántos años más habrán de pasar, cuántos informes más de la Confederación Hidrográfica del Guadiana más, cuántas «declaraciones de impacto ambiental», a cuántos profesionales de la política, como el socialista José Luis Quintana debemos tendremos que oír discursos demagógicos, tomándonos por idiotas… hasta que las autoridades competentes le hinquen el diente al nenúfar mejicano y emprendan las acciones que sean imprescindibles para que el río Guadiana se cure y no acabe muriéndose?

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