Memoria histórica de la corrupción en la España «democrática»

CARLOS AURELIO CALDITO AUNIÓN

Los que poseemos buena memoria, algunos sin duda porque nos enseñaron a ejercitarla desde pequeños, cuando cursábamos enseñanza primaria (decía un tal Aristóteles que toda virtud es un buen hábito, resultado del entrenamiento) recordamos que desde la muerte del General Franco, desde que se inicia la denominada «modélica» Transición hasta nuestros días, venimos soportando, aguantando, la corrupción y la desvergüenza de una gran cantidad de individuos que con sus actuaciones ilícitas se han enriquecido con el dinero del pueblo español. 

Quienes no hemos condenado al olvido los últimos 50 años, conservamos en nuestras mentes la memoria histórica de la corrupción y la golfería de los cientos, miles de mafiosos que han pasado por los diversos gobiernos municipales, diputaciones, cabildos insulares, gobiernos regionales, gobiernos centrales, corrupción, cleptocracia que aún continúa.

 ¿Cuándo dejaremos de oír, ver y leer noticias acerca de la corrupción, de corruptores, de corruptos, de personas que han cedido a sobornos, a chantajes, a coacciones más o menos violentas, de malversación de fondos públicos, de tráfico de influencias, de despilfarros, de sobrecostes en la contratación de obras y compra de bienes y servicios en cualquiera de las administraciones públicas españolas?

De las primeras golferías de la «modélica» transición, me viene a la memoria que con los gobiernos de Adolfo Suárez y Leopoldo Calvo Sotelo sucedieron los casos del aceite de colza, que provocaron el envenenamiento de 60.000 españoles y la muerte de 700, y Fidecaya; en los de Felipe González los procesos Flik, Kio, Roldán, Rumasa, Filesa, Ave, Casinos, Ibercorp, y numerosísimos más; en el Gobierno de D. José Luis Rodríguez Zapatero los sumarios Malaya, Gürtel, Pretoria, ERES falsos en Andalucía, ITV, Campeón, Nóos, Palau y una ristra más que daría para escribir un libro. Durante el Gobierno del Mariano Rajoy, caso Berzosa, operación Pitiusa, Divar, Alcorcón, Bárcenas e Innova, en Cataluña. Éste es un pequeño resumen de lo que ha ocurrido en el último medio siglo en España y que nadie parece que tenga intención de frenar o poner algún remedio… y siguen saliendo a relucir más y más casos de corrupción, de cleptocracia… en Diputaciones, Cabildos Insulares, Ayuntamientos, en cada una de las regiones españolas, ciudades y pueblos de nuestra España. Y, el penúltimo el denominado caso “Koldo”

Es seguro que entre los españoles impera la tristeza, al mismo tiempo que la impotencia y la rabia, cuando oyen a quienes hacen profesión de la política, sean de la calaña que sean, cómo procuran lanzar balones fuera y arrojarse la pelota unos a otros y culpar de las corrupciones a sus contrincantes, recurrir al «y tú más», o afirmar sin sonrojarse que «hay corrupciones buenas y malas, y que las buenas son cuando quienes las perpetran son de los nuestros».

Es para estar algo más que hartos de engaños, de cinismo por parte de los capos, oligarcas y caciques de las agrupaciones mafiosas que se hacen llamar partidos políticos. Cada día que pasa es mayor el número de españoles que sabe que la verdad y la honestidad no abunda entre ellos.

¿Cuándo se acabarán estas actuaciones canallas? ¿Cuándo tendremos un Estado de Derecho en el sentido de la palabra, con estricta separación de poderes y con medios disuasorios y para castigar y perseguir severamente a los corruptos, a los corruptores y a los que se dejan corromper?

En la opinión pública, en los diversos foros, en las redes sociales, en las reuniones de amigos y familiares… cada día que pasa es mayor la irritación debido a las acciones e inacciones de los políticos y la complicidad de muchos funcionarios, muchos empleados públicos… Cada vez es mayor el convencimiento de los españoles decentes de que el principal, si no el único, objetivo de quienes hacen profesión de la política no es servir a España y a los españoles, sino servirse de los españoles, parasitar, vivir de nuestros impuestos, saquearno. Y, sin embargo…

¿Por qué los españoles somos tan permisivos con los ladrones de guante blanco existentes en España? ¿Por qué millones de españoles siguen apoyándolos con sus votos? Cualquier español decente es de la opinión de que sobre ellos debe caer todo el peso de la ley. Pero, el gran problema es que los canallas mafiosos que nos malgobiernan al mismo tiempo que nos roban, gozan de completa impunidad.

Es seguro que son muchos los españoles decentes que se preguntan:

¿Por qué las leyes no tienen la misma fuerza que en otros países que acaban de perseguir, castigar, frenar y disuadir a los corruptos?

Quien la hace debería pagarla… El que roba debería dar con sus huesos en la cárcel y ser obligado a devolver hasta el último céntimo, sea quien sea y el cargo que ostente.

Sin duda, es inadmisible que los ladrones, corruptos y estafadores se vayan de rositas.

Título I, capítulo segundo, artículo 14 de nuestra Constitución:

Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social.

Yo me pregunto:

¿Por qué apenas ningún político corrupto de los que nos hablan los medios de información está en la cárcel, por qué no se les obliga a devuelver lo sustraído, por qué ninguno o casi ninguno cumplen las penas a las que son condenados de forma íntegra? ¿Por qué se permite que acaben muchos de ellos indultados por el gobierno de turno?

Pues sí, no nos engañemos, para que haya corrupción, aparte de políticos y funcionarios corruptos es imprescindible que también haya una gran mayoría de personas, de ciudadanos, que los apoyen, siendo por tanto sus cómplices (votando y volviendo a votar una y otra vez a los partidos corruptos) o convirtiéndose en estómagos agradecidos, paniaguados, miembros de la red clientelar de esos mismos políticos corruptos, de los que reciben en mayor o menor medida trato de favor, subvenciones, regalías diversas, concesiones de subsidios, y un largo etc.

Bien, y… ¿qué hacer al respecto? No será fácil, por supuesto. Para empezar, es imprescindible una administración de justicia independiente de lobbies y de partidos políticos que, actúe de forma rápida y con contundencia, sin arbitrariedad.

Y ya, para terminar, aunque este asunto da para mucho más y seguiremos hablando de ello:

El Parlamento Europeo aprobó la Directiva de la UE sobre la protección a denunciantes de la legislación de la Unión el 16 de abril de 2019. La directiva entró en vigor el 16 de diciembre de 2019. Los Estados miembros de la UE están obligados a incorporar estas regulaciones dentro de los dos años posteriores a la publicación de la directiva en sus respectivas leyes nacionales. En España, el gobierno socialcomunista de Pedro Sánchez, apoyado por terroristas y separatistas, al parecer no quiere saber nada del asunto… y no ha promovido ninguna norma legar para evitar represalias contra los ciudadanos denunciantes de corrupción y tampoco para asegurar la confidencialidad en las denuncias y proteger la identidad del denunciante…

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