Libros contra la leyenda negra antiespañola

VIDAL ARRANZ

Toda la obra del fallecido Fernando García de Cortázar se centró en construir una historia de España sin complejos; pero, además, una treintena de publicaciones en los últimos años se han lanzado al combate cultural para limpiarla de deformaciones y reivindicar sus aportaciones al mundo.

La muerte del historiador Fernando García de Cortázar nos priva de uno de los mejores constructores de una visión de España en positivo, alejada de los complejos de la leyenda negra, y capaz de mirar a su historia sin avergonzarse, pero sin negar sus sombras. García de Cortázar no se dedicó a desmentir o refutar a quienes lanzaban paletadas de deformaciones y falsedades sobre España, pero era bien consciente de que la distorsión negrolegendaria estaba vigente y dificultaba la normal relación de los españoles con su historia. Su forma de luchar contra esta realidad fue propiciar un ‘patriotismo cultural’ capaz de generar vínculos emocionales a partir de lo mucho que tenemos en común, para poder seguir construyendo juntos un futuro más próspero.

UNA EMPRESA PACIENTE Y CONSTANTE

García de Cortázar desarrolló, con habilidad y acierto, un camino para combatir la imagen falsa de España. Pero no es la única vía. La literatura sobre, y contra, la ‘leyenda negra’ antiespañola ha vivido un esperanzador boom editorial en los últimos años, y muy especialmente a raíz del éxito de Imperiofobia (2017), de Elvira Roca Barea. No menos de una treintena de libros han iluminado una conciencia cada vez más clara del problema que los españoles tenemos con nuestra historia, por las tremendas deformaciones, y mentiras, difundidas por nuestros enemigos históricos, que hemos asumido de forma sumisa y acrítica.

Sin embargo, hace unas semanas, el historiador británico Henry Kamen venía a echarnos un jarro de agua fría y nos sorprendía afirmando, tajante, que la ‘leyenda negra’ es una invención. «La leyenda negra no existe, es una imaginación nacionalista y xenófoba», aseguraba en una entrevista a Vozpopuli. ¿Será verdad que este renacer editorial apenas expresa otra cosa que una nostalgia ‘conservadora’ de la España imperial, como afirman algunos intelectuales de la izquierda política? Desde luego, Fernando García de Cortázar no estaría de acuerdo. Como tampoco el hispanista sueco Sverker Arnoldsson, autor de Los orígenes de la leyenda negra española (El Paseo editorial, 2018), quien asegura justamente lo contrario: que esa mirada destructiva y descalificadora de la España católica es «la mayor alucinación colectiva de la historia de Occidente». A ver si va a resultar que Kamen es un negacionista de la hispanofobia…

Quizás merezca la pena aportar dos ejemplos recientes para ilustrar los perfiles del problema. El primero nos lleva hasta el ensayo de divulgación La civilización en la mirada (Crítica, 2019), de Mary Beard, Premio Princesa de Asturias en Ciencias Sociales. El libro articula reflexiones en torno a todo tipo de culturas y sociedades a lo largo de la historia, y es escrupuloso a la hora de emitir juicios. Salvo cuando se trata de España. Los comentarios de Beard sobre la Virgen de la Macarena pondrán los pelos de punta a los sevillanos, pero lo más grave está en el capítulo ‘Historias de la Biblia’, donde, tras describir con detalle una biblia judía española ricamente ilustrada, conocida como la Biblia Kennicott, y presentarla como ejemplo de la colaboración artística entre las religiones en el siglo XV español, concluye del siguiente modo: «Estaría bien dejar la historia aquí, pero su final es más desgarrador. En 1492, menos de veinte años después de que Joseph terminara su obra, los católicos expulsaron de España a los judíos en una purga asesina». Atención a la brutal expresión «purga asesina», que no compartirá ningún historiador serio medianamente informado, salvo quizás los británicos en los que se basa Mary Beard. ¿Cómo explicaría Kamen la irrupción, casi en forma de exabrupto, de una afirmación histórica tan dudosa, por no decir que falsa, en una obra de una autora tan seria?

DE LOS LIBROS A LA GRAN PANTALLA

Un segundo ejemplo aparece mencionado en la película España, la primera globalización, de José Luis Pérez Linares, un documental extraordinario llamado a cumplir, en el campo de la divulgación audiovisual, un papel similar al que supuso la obra de Elvira Roca en el terreno del ensayo editorial. Es muy revelador el testimonio que recoge del genetista belga Maarten Larmuseau. Él mismo reconoce haberse educado con libros, cómics, pinturas e ilustraciones que presentaban a los españoles como monstruos responsables de un sinnúmero de violaciones. Por eso, cuando empezó a investigar el genoma de los habitantes de Bélgica y Países Bajos todos daban por hecho que encontraría una ‘huella española’, ligada a tales agresiones sexuales. Pero no encontró ni rastro de tal cosa «y cuando lo dije nadie pareció conforme con el resultado», explica con sorpresa. Todos pensaron que su estudio debía estar mal, porque el mito de las violaciones de la monstruosa ‘furia española’ forma parte consustancial de la historia nacional de esos países, y se integra en su identidad.

Hay varios libros que explican cómo han logrado asentarse en el imaginario occidental ideas tan deformadas como éstas citadas. Pero el más gráfico, en los dos sentidos del término, es La guerra de papel. Origen iconográfico de la leyenda negra (Modus Operandi, 2020), de Melquíades Prieto. El libro recopila más de 500 grabados, dibujos y caricaturas sobre los ‘odiosos’ españoles que son el elemento esencial de la propaganda que desplegaron las élites protestantes que querían emanciparse del imperio español. A veces cuando pensamos en el impacto de la imprenta imaginamos a la gente leyendo libros repletos de razones, pero en el siglo XVI había muchos analfabetos y eran las imágenes deformantes, mil veces repetidas, las que llenaban los corazones de odio y rencor.

Entre los libros veteranos que abordan el problema hay que destacar los dos clásicos de Elvira Roca Barea: Imperiofobia (Siruela, 2017) y Fracasología (Espasa, 2019), menos popular pero no menos importante, porque explica cómo las élites españolas incubaron el huevo de la serpiente negrolegendaria en su seno. Pero, además, conviene destacar la obra de Iván Vélez Sobre la leyenda negra (Encuentro, 2018) y, especialmente, la de Pedro Insua 1492. España contra sus fantasmas (Ariel, 2018), que desmonta los principales argumentos negrolegendarios: el idílico Al Andalus arruinado por los Reyes Católicos; la cruel persecución de los judíos; la Inquisición como emblema de la intolerancia y oscurantismo español; y el ‘genocidio’ americano. 1492 tiene, además, el interés añadido de mostrar cómo las viejas ideas preconcebidas son tan poderosas que se imponen a los datos nuevos que las desmienten. Y, por cierto, Henry Kamen es citado expresamente como un ejemplo de esta resistencia.

Y es que, como explica Elvira Roca, la historia de España está sometida casi permanentemente a un juicio moral. «No ocurre así con las de otros países, pero aquí, si quieres hablar de Felipe II, primero tienes que condenarlo», asegura la investigadora.

LA IMPLICACIÓN MÁS ALLÁ DE ESPAÑA

Son muchos los libros de interés aparecidos recientemente que intentan corregir esa situación. En el terreno divulgativo, No te arrepientas (Esfera, 2021), de José Javier Esparza, puede considerarse buque insignia de una línea de trabajo que presenta una revisión de la historia de España en positivo, en la que su autor lleva trabajando muchos años. No se trata de negar las sombras, sino de divulgar nuestras luces y aportaciones a la historia universal, que la mayoría de los españoles desconocen.

Pero si hay un libro reciente que marca un nuevo hito en la literatura sobre la ‘leyenda negra’ ese es Madre Patria (Espasa, 2021), de Marcelo Gullo. No sólo es importante por escribirlo un argentinoun hijo de la Hispanidad, sino porque aporta una mirada geoestratégica que aporta nuevas claves. Gullo, que es doctor en Ciencias Políticas y especialista en relaciones internacionales, explica cómo la manipulación de la historia ha servido a los intereses políticos del mundo anglosajón, mientras que ha perjudicado gravemente los de los países hispanos.

Madre patria evidencia que la ‘leyenda negra’ no es sólo un falseamiento de la verdad histórica, sino, sobre todo, un formidable instrumento de sometimiento cultural y de debilitación social. La propaganda antiespañola en América, asumida por buena parte de la población, sobre todo en la izquierda, ha servido para fomentar el indigenismo y dividir a unos países que hubieran tenido más opciones si hubieran sido capaces de trabajar de la mano. Esa es la función, según Gullo, de la criminalización del pasado hispánico, impedir que esos pueblos puedan reconocerse como lo que son, parte de una historia común. «La leyenda negra es la obra más perfecta del márquetin político. Jamás en la historia de la humanidad existió una mentira transformada en verdad que durara tanto tiempo».

En el ámbito español han surgido muchos ensayos con enfoques más o menos particulares o generales, pero destaca, por su originalidad, el que firma Javier Santamarta, Fake news del imperio español (Esfera, 2021), una obra cuyo acierto principal es recurrir a la ironía y el humor en el abordaje de un tema tan complejo, tan serio, denso y generador de polémica como éste.

Esta vía del humor le permite también a Santamarta poner en evidencia los complejos asumidos acríticamente por los españoles. Una buena muestra que el autor recoge son las declaraciones del secretario de Estado Luis Yáñez, ya en 1992, con motivo del V Centenario del Descubrimiento de América. Yáñez aclaraba que la conmemoración «no pretendía celebrar el genocidio de los indios por parte de los conquistadores españoles». Un genocidio que nunca existió —al contrario, lo que caracteriza la presencia española en América es el mestizaje— pero que ha sido asumido por muchos compatriotas.

AUTORES ANGLÓFONOS CONTRA LA LEYENDA NEGRA

A los libros citados, y otros muchos que podrían mencionarse, hay que añadir la aparición de algunos libros de autores extranjeros que intentan hacerle justicia al papel de España en la historia universal. Uno de ellos es España. Centro del mundo (1519-1682) (Esfera, 2022), del británico Robert Goodwin, un ensayo ameno que busca dar cuenta, desde una perspectiva más narrativa que académica, de ese momento histórico en el que los españoles llevaron las riendas del mundo. El manejo de fuentes británicas en un tema como el de la Inquisición le lleva a deslizarse un tanto hacia lo negrolegendario en este capítulo, pero se agradece la búsqueda de equilibrio y de amenidad que caracteriza generalmente al conjunto del ensayo.

Muy relevante también es el libro de la británica Carrie Gibson, El Norte. La epopeya olvidada de la Norteamérica hispana (Edaf, 2022), un documentado y exhaustivo trabajo que reivindica el papel de los españoles en la historia de lo que hoy es EE. UU. «Hay una imperiosa necesidad de hablar de la historia hispánica de Estados Unidos», asegura Gibson. Y ello es así, por un lado, por el peso cada vez mayor que los hispanos tienen en el país, pero también porque la autora de El Norte comparte con el poeta Walt Whitman la convicción de que la identidad norteamericana no puede entenderse sin conocer y valorar el carácter español.

Relevante también, por otros motivos, es Conquistadores y aztecas. Cortés y la conquista de México (Edaf, 2022) del historiador alemán Stefan Rinke, que busca evitar tanto la mitificación de Cortés como su criminalización. Es muy revelador de la tendencia al manoseo histórico que a menudo se practica con la historia española un fenómeno que el propio Rinke comenta: la tendencia de algunos historiadores a afirmar que no se puede hablar de ‘conquista española’ pues los verdaderos conquistadores fueron indígenas. Es innegable que fueron los indios sometidos por los aztecas, y aliados con Cortes, los que aportaron la inmensa mayoría de los hombres que combatieron del lado español, pero ¿se puede hablar de conquista indígena? En este punto Rinke se ve obligado a desmarcarse y aclarar que esta interpretación «no es capaz de explicar por qué el antiguo imperio mexica y gran parte de Mesoamérica pasaron a formar parte de un imperio colonial español que duraría 300 años». Con la historia de España todavía hoy es necesario explicar que la hierba es verde.

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