La PSOE justifica el latrocinio de 680 millones de euros, y quiere indultar a los mega-ladrones

RAMIRO GRAU MORANCHO

Nunca pensé que diría esto, pero empiezo a estar preocupado por el hipotético futuro de la PSOE, esa “empresa” fabricante de miseria, corrupción y despilfarro.

Ministros de la mitad del gobierno, es decir, de la facción sanchista, dicen que los condenados en firme por el Tribunal Supremo (y previamente por la Audiencia Provincial de Sevilla, en primera instancia), no cometieron delito alguno, y que no se “beneficiaron” de la adjudicación a dedo de 680 millones de euros, dinero destinado, supuestamente, a ayudar a los parados andaluces.

Que la sociedad, andaluza y española, tienen claro lo que pasó con ese dinero, es algo que está fuera de toda duda, y así lo certifica la pérdida de más de un millón de votos de la PSOE en Andalucía, que se dice pronto…

Me preocupa la pronta desaparición, o reducción a la insignificancia política, que para el caso es lo mismo, del PSOE, en manos de Nerón Sánchez, solo ocupado y preocupado por su enorme ego, que hace que necesite dos despachos: uno para su ego, gigantesco, y otro para él.

Siendo un partido corrupto hasta la médula, al igual que una parte del PP, no creo que sea bueno para España su desaparición, pues solo serviría para extremar más las posiciones políticas, escoradas hacia los partidos proetarras, separatistas y femihistéricos, que no sé qué es peor.

Ahora dicen los ministros del partido sanchista, que los condenados serán indultados. ¡Y no dicen que condecorados, pero lo piensan, por sus muchos sacrificios por la PSOE, y el latrocinio del dinero ajeno, en beneficio de la partida de la que forman parte!

¿Pero qué estado, no de Derecho, sino de desecho, en este…?

¿Para qué perdí cinco años de mi vida estudiando la dura (entonces) Licenciatura en Derecho en la Universidad de Zaragoza?

Dicen que la democracia del franquismo era una democracia “orgánica”, pues solo se hacía lo que Franco quería.

¡Anda, que no sabían cómo era y es Nerón Sánchez!

Franco, al lado suyo, era un demócrata.

Y, para finalizar, me descubro, en señal de respeto y agradecimiento, ante la digna magistrada doña Mercedes Ayala, juez instructora de esta mega causa, a quien la Junta de Andalucía, y parte del CGPJ, le pusieron toda clase de trabas y zancadillas para impedir, o por lo menos dificultar, su labor instructora.

(Por no hablar de la juez “destructora” a la que pusieron en su lugar, para torpedear al máximo su instrucción, y que tenía tiempo para hacer un doctorado en Derecho, coger innumerables bajas, etc., pero no para hacer el trabajo por el que le pagamos todos los españoles un sueldo digno).

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