La leyenda negra de la brujería llega al Parlamento de Cataluña

CÉSAR ALCALÁ

De 1540 a 1700, durante los tiempos de la Inquisición en toda España se iniciaron procesos contra las supuestas brujas. De todos los procesos sólo un 8% fue a brujas. El resultado es que se condenó a morir en la hoguera por brujería a 59 mujeres, durante alrededor de CIENTO CINCUENTA AÑOS. En el mismo periodo la Inglaterra anglicana acabó con más de 50.000 personas quemadas en la hoguera por brujería, y en Alemania la cifra se calcula en 100.000.

Alrededor de la brujería se ha construido una leyenda negra. La literatura del Siglo de Oro, la ilustración y la mitología popular han ayudado a ensalzar unos hechos que no fueron tan crueles como se ha pretendido presentar. Recordemos que La Celestina de Francisco de rojas es el prototipo universal de la vieja bruja, hechicera y alcahueta.

Esta leyenda negra ha implicado directamente a la Inquisición como la gran perseguidora de brujos y brujas. Y no es cierto. La persecución corrió a cargo de las autoridades y tribunales civiles, que veían en ellos un atentado contra el orden público y se mostraron sensibles a la presión social que los veían como acólitos de satán. Por su parte la Inquisición se mostró indulgente. Las consideraba víctimas y no criminales. ¿Por qué? No los consideraba cristianos verdaderos, sino personas cuya ignorancia era explotada por el diablo.

Leyendas sobre brujas las encontramos en toda España. En Cataluña existen relacionadas con el Montseny, en Caldes de Montbui, en Vallgorgina, en el Valle de Siarb, o vinculadas entre Cataluña y Andorra. Durante el juicio contra las brujas de Caldes de Montbuí una de ellas, Eulalia Puig, comentó…

Estando juntadas y reunidas en casa de Leonor Reig alias Maurineta donde nos desnudan y dejamos la ropa en un aposento de dicha casa que no puedo designar dónde estaba y nos untamos de ungüento negro que nos dio dicha Reig y cuando nos untó decíamos yo me unto en nombre del demonio y Belcebú y otros demonios y salimos fuera de dicha villa de Granollers allí a un campo y caminando por el campo hacia La Garriga cerca de una cruz a un tiro de piedra de arcabuz de dicha villa, en la mano izquierda y allí apareció el demonio en forma de hombre con unos cuernos que llevaba y los pies forzados el que me dijo que si lo adoraba me haría rica para toda mi vida dándome dinero y muchas otras cosas y que yo renegara de Dios y de la Virgen María y de todos los Santos como de hecho reniegue de Dios, sus obras, la Virgen María y todos los Santos”.

Esta declaración pone en evidencia lo dicho anteriormente con respecto a la Inquisición y la ignorancia. El juicio más celebre es el de las supuesta brujas de Zugarramurdi. No se sentenció a muerte a ninguna bruja, pues Alonso de Salazar, sacerdote e inquisidor, concluyó en su informe que “se deve examinar lo primero si los reos están en su juicio o si por demoníacos o melancólicos o desesperados«; su conducta «parece más de locos que de ereges y que se debe curar con açotes y palos más que infamias ni sambenitos”.

¿Por qué hablamos de brujas y de juicios inquisitoriales y civiles? El motivo es claro. Con toda probabilidad hoy el Parlament de Cataluña indultará a las brujas asesinadas en un femicidio institucionalizado. Según la propuesta presentada por ERC, Junts, CUP y En Camú Podem, “más de mil mujeres fueron asesinadas en Cataluña entre los siglos XV y XVII acusadas de brujería. Siglos más tardes el Parlamento aprobará una resolución para reparar la memoria histórica de las víctimas de aquellas ejecuciones institucionalizadas”.

Dejando a parte que hay temas más importantes y que afectan mucho más a los catalanes del siglo XXI, que están viviendo en una Comunidad que se está empobreciendo por el procés, con graves carencias porque los políticos no gestionan, sino que se dedican a asuntos que poco les importa a la ciudadanía, debemos ser claros. Con esta propuesta se demuestra el nivel de ciertos partidos catalanes. En Cataluña nunca se asesinó a más de 1.000 brujas. Hubo juicios, esto es cierto. Ahora bien, si el número de ejecuciones en toda España es de 59, difícilmente podemos afirmar que sobrepasara en Cataluña las 1.000 muertes. Como dice el titular, la leyenda negra de la brujería se ha apoderado del Parlament de Catalunya. Se la han creído y, como no tienen nada mejor que hacer, porque no saben gestionar ni gobernar, experimentan con leyendas urbanas para tapar el expediente y tener contentos a un mínimo sector de la sociedad. Porque, seamos claros, ¿le importa a la gente que hubo hace siglos persecución a la supuesta brujería?

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CÉSAR ALCALÁ

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