La INFAMIA del informe del Defensor del Pueblo contra la Iglesia Católica… y la tibia actitud del Episcopado.

GUILLERMO ROCAFORT

Todo buen Católico debe rechazar el calumnioso informe del Defensor del Pueblo, y exigir a nuestra Jerarquía que hagan lo mismo, por las siguientes razones:

1.- Su autor, el Defensor del Pueblo Don Ángel Gabilondo, fue Fraile Concepcionista en un Colegio Religioso en Vitoria al que sus alumnos le llamaban “Cromañón” por las palizas que impartía en sus clases. Con semejantes antecedentes es obvio que carece de la debida imparcialidad para su cometido.

2.- El Defensor del Pueblo no tiene competencias para llevar a cabo dicho informe. Como bien señala el Catedrático de Derecho Administrativo Don José Luis Martínez López-Muñiz, “el estatuto propio del Defensor del Pueblo, que tiene en lo esencial rango constitucional, no le permite hacer investigaciones sobre los ciudadanos y las instituciones sociales y menos en cuanto puedan implicar para unos u otras algún tipo de responsabilidades penales o civiles. Sus investigaciones han de centrarse en las Administraciones Públicas. Para eso se le ha creado y para eso se le paga y se le otorgan las altas prerrogativas de que está dotado. No puede emplear su tiempo ni los medios que el Estado pone con amplitud a su servicio para otras tareas o fines”.

3.- El Defensor del Pueblo fue Ministro de Educación de 2009 a 2011 durante el segundo mandato del Presidente socialista Rodríguez Zapatero. Como máximo titular de dicho Ministerio, debería haber tenido conocimiento de los hechos del Informe, de ser ciertos, y en tal caso, habría sido encubridor de los mismos como máximo supervisor de los Centros docentes religiosos, pues no hizo nada por evitarlos ni investigarlos.

4.- Una de las Colaboradoras de dicho Informe, Noemí Pereda, afirmaba en Twitter (ahora “X”) el 15 de febrero de 2023 a las 14:23 que no se podía circunscribir la explotación sexual a menores en los centros de acogida de Baleares y la Comunidad Valenciana, cuando mandaba la izquierda de Armengol y Oltra, a “un contexto determinado” (lo decía por los centros de acogida), sino a los menores abusados y sus Familias; pero sin embargo, cuando se trata de abusos en el seno de la Iglesia Católica, sí que se puede circunscribir la problemática al contexto de la Iglesia.

Es la típica hipocresía y sectarismo de la Extrema Izquierda española que encubre sistemáticamente sus crímenes mientras magnifica los que no son de “su contexto”.

5.- Apoyarse en el Informe del Defensor del Pueblo sobre una encuesta telefónica a 8.000 personas es “banalizar” completamente lo sucedido y además un insulto a las víctimas que sí que sufrieron dichos abusos. No todo vale a la hora de justificar una cifra como la de 440.000 niños españoles abusados por la Iglesia en España.

6.- Tuve ocasión de denunciar en el Digital Confilegal que la Fiscalía General del Estado estaba maniobrando de la mano de Lola Delgado para también exagerar las cifras a este respecto.

Según investigación de la Fiscalía sólo había 68 causas penales por abusos sexuales y después de mi investigación pude concluir que la mayoría de dichas causas penales no eran imputables a religiosos católicos.

https://confilegal.com/20220328-la-fiscalia-general-del-estado-oculta-y-manipula-datos relacionados-con-los-presuntos-abusos-en-la-iglesia-catolica/

7.- Debemos desconfiar del Despacho Cremades y Calvo Sotelo, encargado por la Conferencia Episcopal de elaborar su propio Dictamen sobe la cuestión. He intentado varias veces trasladar a dicho Despacho de Abogados mis estudios al respecto y ni me han contestado. Dicho informe no será más que otro más de carácter tendencioso, con el agravante añadido de que es el encargado por la Conferencia Episcopal.

En mi colaboración en el canal youtube “La Sacristía de la Vendée” tuve ocasión de trasladar mi opinión sobre esto y otras cuestiones que ponen un alto nivel de sospecha sobre las maniobras de la actual Jerarquía Católica, tan afín al Gobierno de Pedro Sánchez y sus Aliados.

8.- Los Católicos debemos de desconfiar de la Cúpula de la Jerarquía de la Iglesia Católica en España, en especial de los Cardenales Omella y Osoro, los cuales han dado vivas pruebas de servidumbre ante el poder político. Hasta el momento no han defendido al Clero español como se podría esperar de ellos, habiendo permitido señalamientos de nuestros Sacerdotes sin oponer apenas resistencia. Su política conciliadora no ha sido más que una claudicación y cesión que permitirá más adelante verdaderas persecuciones religiosas en España.

9.- Los Católicos españoles debemos dar un paso al frente a la hora de defender a nuestros Sacerdotes pues es nuestra responsabilidad y debemos denunciar todas las complacencias y colaboracionismos de aquellos que desde dentro de la Iglesia Católica están contribuyendo a su completa demolición. Sólo hay que ver el nivel de descristianización que sufre España, que va a la par de su hundimiento; en esa tarea el sector taranconiano y “progre” de la Jerarquía Católica tiene sus altas dosis de responsabilidad pues son incapaces de comprender que sus enemigos no pararán hasta derribarla y que no quede piedra sobre piedra.

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