La erupción del volcán submarino Hunga Tonga es casi con plena seguridad la única causa del actual momento de calor

Carlos Esteban

Todo apunta a que el «culpable» del calor inusual sea un volcán submarino que entró el año pasado en erupción, como en su momento advirtieron científicos de la NASA.

«Olvídense del ‘calentamiento global’», ha dicho recientemente el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, sumándose a la campaña de pánico climático de este verano. «Estamos ya en la ‘ebullición global’».

Ya nos han dicho que estamos en el verano más caliente de los últimos cientos de miles de años, aunque la medición precisa de la temperatura no tenga mucho más allá de un siglo, y nos preparan para nuevas medidas de ingeniería social con mapas meteorológicos diseñados en departamentos de propaganda para que parezca que vivimos en una sartén. Y, sin embargo, todo pinta a que el culpable del calor inusual podría ser un

volcán submarino que entró el año pasado en erupción, como en su momento advirtieron científicos de la NASA, nada sospechosos de «negacionismo»

La erupción del volcán submarino Hunga Tonga-Hunga Ha’apai (HTHH) en enero de 2022 fue más potente que cualquier explosión nuclear conocida hasta ahora, y la onda expansiva se dejó sentir en todo el mundo. Un nuevo estudio revela que la erupción, que inyectó grandes cantidades de vapor de agua en la estratosfera de una manera sin precedentes en varias generaciones, pudo provocar un aumento temporal de la temperatura media del planeta.

«La cantidad de vapor de agua inyectada en la estratosfera después de la erupción de HTHH no tiene precedentes y, por lo tanto, no está claro qué podría implicar para el clima de la superficie. Usamos simulaciones de modelos climáticos para evaluar los impactos a largo plazo en la superficie del vapor de agua estratosférico. Las simulaciones muestran que estas anomalías conducen a un significativo y persistente calentamiento de las masas terrestres del hemisferio norte en el invierno boreal y al enfriamiento del invierno austral en Australia», escribió Martin Jucker, investigador principal del estudio del Centro de Investigación del Cambio Climático de la Universidad de Nueva Gales del Sur.

Titulado Impacto superficial a largo plazo de la inyección de vapor de agua estratosférico similar a Hunga Tonga-Hunga Ha’apai, el documento examina las secuelas de la erupción «y revela que las temperaturas superficiales en grandes regiones del mundo aumentan en más de 1,5° C durante varios años, aunque algunas áreas experimentan un enfriamiento cercano a 1°C». «Además, la investigación sugiere una posible conexión entre la erupción y las temperaturas de la superficie del mar en el Pacífico tropical».

Lo normal es que las grandes erupciones volcánicas tengan el efecto contrario, es decir, enfriar el planeta, ya que suelen emitir a la atmósfera una capa de elementos que refractan la luz solar. De hecho, en eso se basa el intento emprendido por Bill Gates y tomado peligrosamente en serio oír muchos gobernantes para «tapar» el sol. Pero Tonga es diferente porque la caldera submarina disparó 146 megatones métricos de agua a la estratosfera, y el vapor de agua es, con diferencia, el principal «gas invernadero!.

Ryan Maue, meteorólogo y exjefe científico de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, agregó su perspectiva y tuiteó: «Este nuevo estudio de investigación de Hunga Tonga (en revisión por pares) es revelador. En serio, debemos considerar el volcán como una década inesperada de calentamiento».

© La Gaceta de la Iberosfera

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