LA CRISIS DEL CANAL DE SUEZ / LA GUERRA DE LOS SEIS DÍAS II (Parte)

Por David de Caixal : Historiador Militar. Director del Área de Seguridad y Defensa de INISEG.  Director del Máster de Historia Militar de INISEG / Universidad Pegaso. Director del Grupo de Investigación del CIIA (Centro Internacional de Investigación Avanzada en Seguridad y Defensa de INISEG-Universidad Pegaso. Membership in support of the AUSA (Association of the United States Army) Miembro asesor de la Sección de Derecho Militar y Seguridad del ICAM (Ilustre Colegio de Abogados de Madrid). Miembro del Grupo de Investigación de INISEG y “The University and Agency Partnership Program » (UAPP) proyecto universitario para la difusión de la Cultura de la Defensa de Estados Unidos.

El plan de intervención en Egipto

Enclavado en la intersección entre tres continentes, el canal de Suez es una pieza clave en el complejo puzle geopolítico de Oriente Próximo. Su enorme valor económico y estratégico, además de su importancia militar, han hecho del canal una fuente de conflictos tanto a nivel internacional como interno en Egipto. En la actualidad, con la aparición de rutas marítimas alternativas que sustituirían al canal, el “regalo de Egipto al mundo” se enfrenta a nuevos desafíos que amenazan su importancia en la economía internacional.  Egipto fue durante muchos años el gran azote árabe de Israel. Varias guerras, décadas de tensión y su fuerte defensa del pueblo palestino situaban a Egipto como el enemigo número uno del país hebreo. Todo cambió hace 40 años, cuando ambos Estados firmaron la paz tras un vuelco diplomático. Desde entonces Egipto ha pasado de ser el “gran traidor árabe” al país que mejor relación tiene con su vecino, haciendo de su vínculo con Israel una de las alianzas más indiscutibles de Oriente Próximo.A esta primera guerra árabe-israelí le siguieron innumerables conflictos. Egipto, que tras la llegada al poder del presidente Náser en 1954 se había convertido en el núcleo ideológico del panarabismo, fue el primero en enfrentarse de manera directa con Israel tras la gran derrota árabe de 1948. En 1956, la gran promesa del naserismo de nacionalizar el canal de Suez se hacía realidad, controlando así todo el paso marítimo del mar Mediterráneo al mar Rojo. Esta situación llevó a un conflicto no solo con Francia y Gran Bretaña —las potencias que en aquel momento controlaban el canal—, sino también con Israel, a la cual le había cerrado el acceso de forma explícita. La intervención de la ONU hizo de la derrota militar que volvió a vivir Egipto el primer gran triunfo frente a Israel, ya que se les permitió nacionalizar el canal.  Conectando el mar Mediterráneo con el mar Rojo, el canal de Suez, una de las grandes obras de ingeniería de su época, ha sido desde su construcción zona de paso obligada en las rutas comerciales entre Europa y Asia. La construcción de este canal, ubicado en la zona más estrecha de la península del Sinaí, permitió reducir enormemente el tiempo de viaje por mar entre el Viejo Continente y sus colonias en Asia al sustituir la ruta que anteriormente pasaba por el cabo de Buena Esperanza y que rodeaba la totalidad del continente africano. Con el auge del petróleo como principal fuente de energía a nivel global y el descubrimiento de grandes yacimientos de este recurso en la región del golfo Pérsico, la importancia del canal de Suez, vía obligatoria por la que transportar ese petróleo, aumentó en gran medida. Hoy en día, el canal de Suez, punto de conexión entre los mercados asiáticos y europeos, se ha visto inmerso en las nuevas dinámicas geopolíticas y económicas de distintas potencias que buscan controlar las puertas del Mediterráneo. El canal de Suez permaneció en un principio bajo control franco-egipcio. Sin embargo, en 1875 Reino Unido se hizo con las participaciones de Egipto y del Imperio otomano como pago por las deudas contraídas con los británicos, convirtiéndose en el mayor accionista del canal. Siete años más tarde, en 1882, los británicos invadieron Egipto[1], iniciando una ocupación que se alargó hasta mediados del siglo XX. Durante la colonización británica, en 1888, se firmó la Convención de Constantinopla[2], que permitía a todos los navíos independientemente de su bandera atravesar las aguas del canal en cualquier momento y sin discriminación.  En 1936, Reino Unido y Egipto firmaron el acuerdo anglo-egipcio, que otorgaba la independencia de facto al país árabe. Sin embargo, y pese a las críticas surgidas desde el nacionalismo egipcio, Reino Unido mantuvo parte de su flota militar en las aguas del canal de Suez para garantizar que las conexiones entre la metrópolis y las colonias asiáticas —principalmente la India— permanecían intactas. No es hasta la década de los 50, tras la Segunda Guerra Mundial y los intentos fallidos por parte de Alemania e Italia de hacerse con el control del canal, que Egipto intentó recuperar el control del importante paso marítimo. En 1952, el Movimiento de los Oficiales Libres dio un golpe de Estado contra el rey Faruq instaurando un Gobierno con un fuerte carácter nacionalista y antiimperialista.

Avances israelíes en el Sinaí. Fuente: https://www.radiosefarad.com/a-60-anos-de-la-guerra-del-sinai-mivtza-kadesh-con-miko-menachem/

Dos años más tarde, el nuevo Gobierno, bajo el control del carismático líder Gamal Abdel Náser, siguiendo su agenda anticolonialista, firmó un acuerdo con Francia y Reino Unido por el que ambos países se comprometían a retirar sus tropas del canal de Suez antes de junio de 1956. De manera paralela, el Gobierno egipcio buscaba financiación para construir el proyecto de la presa de Asuán, una colosal obra de ingeniería concebida para impulsar económicamente al país árabe. El 26 de julio de 1956, tras la negativa británica y estadounidense de financiar la obra, el Gobierno egipcio nacionalizó el canal de Suez bajo el pretexto de costear la construcción de la presa. Reino Unido y Francia, que se habían retirado pocas semanas antes del paso marítimo, decidieron aliarse con Israel —gran rival del Egipto naserista— para castigar al país árabe. La intervención comenzó el 29 de octubre de 1956 con la invasión de la franja de Gaza y la península del Sinaí por parte de Israel, que en cuatro días había ocupado el territorio. Simultáneamente, Francia y Reino Unido bombardearon el territorio egipcio para posteriormente recuperar el canal. La respuesta de Egipto, en una evidente situación de debilidad, fue hundir más de cuarenta buques mercantes en el canal de Suez, bloqueándolo por completo.  No obstante, la victoria de los tres aliados sobre Egipto no fue bien vista por Estados Unidos y la Unión Soviética, entonces ya las nuevas superpotencias globales tras la Segunda Guerra Mundial. Ambas presionaron a Reino Unido, Francia e Israel para que se retiraran del territorio egipcio bajo la amenaza de un posible enfrentamiento militar con la URSS y la aplicación de sanciones económicas por parte de EE. UU. El canal de Suez, tras casi un siglo bajo dominación extranjera, pasaba por fin a manos egipcias. La intervención estadounidense y soviética para detener el conflicto representó no solo la victoria de Egipto frente a la descolonización, sino que asestó el golpe final a los imperios coloniales de Francia e Inglaterra para dar pasó a un nuevo sistema bipolar en el que la Unión Soviética y Estados Unidos serían los protagonistas.

La victoria de Gamal Abdel Náser sobre las potencias coloniales y, más aún, sobre Israel, fue el gran impulso que necesitaba el recién nombrado presidente para encumbrarse como el gran líder del mundo árabe y de la nación egipcia. No obstante, las tensiones con el Estado hebreo continuaron y llevaron inevitablemente a otro enfrentamiento armado en 1967: la guerra de los Seis Días. Esta vez el combate se saldó con la victoria de Israel, que ocupó la península del Sinaí y la franja de Gaza, antes bajo control egipcio. También los Altos del Golán sirios y Cisjordania, dominada por Jordania. La ocupación israelí de la península del Sinaí, y con ella la orilla este del canal de Suez, llevó a Egipto a bloquear el paso marítimo para evitar que Israel se hiciese con su control. El bloqueo del canal solo se solucionó tras otro enfrentamiento armado: la guerra de Yom Kippur de 1973, en la que los países árabes buscaban recuperar los territorios perdidos en la guerra de 1967. Al fin de la guerra y pese a sufrir una nueva derrota militar, Egipto negoció con Israel la recuperación del Sinaí, lo que permitió la reapertura del canal en 1975. Durante este tiempo, Egipto y los países del golfo habían acordado la construcción de un oleoducto llamado Sumed[3] que conectase la costa del mar Rojo con el mar Mediterráneo para garantizar el suministro de petróleo a Europa. Durante el tiempo que el canal permaneció bloqueado se tuvo que recurrir a la anterior ruta que pasaba por el cabo de Buena Esperanza, lo que provocó una fuerte disminución del flujo de comercio internacional entre 1963 y 1975. En una reunión en las afueras de París, en Sèvres, entre Francia y el Reino Unido, éstos, contrariados por la nacionalización del canal de Suez, acordaron aliarse con Israel, que buscaba castigar a Egipto por su apoyo a las guerrillas árabes y su bloqueo de los estrechos de Tirán. El pacto alcanzado incluía una primera invasión israelí del Sinaí, seguida de una oferta de mediación anglo-francesa, que en caso de ser rechazada, se convertiría en casus belli contra Egipto.

El avance

El 29 de octubre de 1956, Israel decretó la movilización de sus fuerzas armadas a través de una planificación eficiente en sólo cuatro días y lanzó la invasión del Sinaí y de la Franja de Gaza, que estaba ocupada y administrada por Egipto desde la firma del armisticio al final de la Guerra de 1948, alcanzando rápidamente la zona del canal de Suez. El desarrollo del conflicto fue para los israelíes de una planificación exitosa, en el sentido de introducir la sorpresa, por lo cual afectó en todos sus aspectos al ejército egipcio. La subsiguiente oferta de mediación de Francia y el Reino Unido fue rechazada por Egipto, tal como esperaban, por lo que los dos países europeos comenzaron a bombardear suelo egipcio desde sus bases en Chipre y Malta el 31 de octubre. Reino Unido y Francia reunieron 80.000 hombres y una flota de más de 100 barcos, entre los que había 7 portaaviones. Nasser respondió hundiendo barcos comerciales en el canal, hasta un total de 40, lo que convirtió a la región en intransitable hasta principios de 1957. Los bombardeos fueron seguidos por un despliegue de paracaidistas en Puerto Saíd a partir del día 5 de noviembre, donde aviones y buques ingleses y franceses intervinieron en el conflicto para proteger el canal de Suez, atacando Puerto Saíd y Port Fuad, por lo cual las tropas israelíes detuvieron su avance a 16 kilómetros al este del canal, situación que fue rechazada por los Estados Unidos, lo que permitió a Nasser la nacionalización del Canal el mismo día que Israel completaba la conquista del Sinaí. El día decisivo fue el 4 de noviembre, cuando definitivamente quedó la península del Sinaí en poder del ejército israelí, que completó la ocupación de dicha zona (con excepción de la franja ribereña del canal) y simultáneamente encontró al ejército egipcio derrotado. El 5 de noviembre de 1956 se dispuso el alto el fuego por parte de la ONU. Posteriormente, la ONU acordó la retirada de las fuerzas israelíes de la península del Sinaí y de la Franja de Gaza, del mismo modo que accedió a reconocer la frontera egipcio-israelí como una línea de tregua, la misma existente antes del conflicto acordada en el armisticio de 1949, siendo garantizada por las Fuerzas de Emergencia de las ONU que se instalaron en territorio egipcio, ya que Israel no aceptó la instalación en su territorio de fuerzas de paz, acordándose la libre navegación de buques israelíes en el estrecho de Tirán.

La retirada

Los Estados Unidos y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas estaban en contra de la intervención de la triple alianza por distintas razones. Los soviéticos se habían convertido en uno de los principales aliados de Siria, y buscaban incrementar su popularidad en el mundo árabe. Los estadounidenses, por su parte, alegaron no haber sido informados de la invasión por sus aliados, y la administración de Dwight Eisenhower tenía que demostrar al mundo que no permitiría esa clase de comportamientos por parte de sus aliados si pretendía que sus denuncias de la intervención soviética en Hungría tuvieran alguna clase de credibilidad. El 30 de octubre de 1956, EEUU llevó al Consejo de Seguridad una resolución que pedía la retirada israelí del Sinaí, aunque fue vetada por Francia y el Reino Unido. La amenaza económica estadounidense, unida a la amenaza de agresión de la URSS —que dijo que planeaba usar «modernas armas de destrucción» contra Londres y París—, fue determinante para la retirada de las fuerzas anglo-francesas e israelíes del Sinaí. Esta retirada fue auspiciada por Lester Pearson, quien sugirió la creación de un cuerpo especial de interposición, la UNEF y los Cascos Azules, entre Egipto e Israel, sugerencia que fue aprobada en la ONU y que más tarde le valió a Pearson el Premio Nobel de la Paz de 1957. La retirada de los tres aliados se completó a principios de 1957. Israel había conseguido sus objetivos principales de asegurar el paso libre de barcos en los estrechos de Tirán y el final de las incursiones guerrilleras dentro de su territorio. Por su parte, ni el Reino Unido ni Francia consiguieron evitar la nacionalización del canal de Suez. Perdieron influencia mientras que los Estados Unidos se convirtieron en pieza clave de la política en Oriente Medio.

CONSECUENCIAS

Para franceses y británicos, la retirada forzada de la guerra fue una comprobación desalentadora de que ya no eran más que potencias subordinadas a los dos grandes poderes que proliferarían desde entonces: los Estados Unidos y la URSS. El primer ministro británico, Anthony Eden, presentó la dimisión por la participación de su país en la guerra, mientras que en Francia, Charles de Gaulle aumentó su desconfianza hacia los Estados Unidos. En Israel, la retirada forzosa dejó un sentimiento mixto, ya que aunque el ejército israelí no había encontrado ningún obstáculo serio en su avance por el Sinaí y su consiguiente victoria militar, demostró cuanto valía como fuerza militar y potencia en la región, a pesar de que ninguno de los objetivos políticos de la guerra había sido alcanzado, pues Egipto no se comprometió a modificar su actitud hacia Israel, aunque, al menos, reabrió el paso de los estrechos de Tirán a la circulación de barcos israelíes y permitió el asentamiento de la UNEF en la frontera entre los dos países. Nasser se alzó como el claro beneficiado de la guerra. Aunque militarmente sólo obtuvo fracasos, políticamente salió reforzado ya que el canal continuó nacionalizado como propiedad del estado egipcio y, ante los ojos de la opinión pública árabe, se había opuesto al Reino Unido, a Francia, y, sobre todo a Israel, sin haber sido derrocado del poder. Nasser fue aclamado como un héroe en el mundo árabe. Sin un cambio de actitud por ninguna de las partes, era evidente que la crisis entre Israel y Egipto no tardaría en repetirse. En junio de 1967, tras un nuevo bloqueo egipcio de los estrechos de Tirán, estalló la guerra de los Seis Días, continuación natural de esta guerra. No se obtuvo la paz, sino que se volvió a la misma situación antes del inicio del conflicto y las Fuerzas de Emergencia de la ONU tomaron posesión a lo largo de la frontera de ambos países, cuyo objetivo era el de asegurar el cumplimiento del cese de las hostilidades.

Impacto

Como consecuencia de la guerra, se produjo un racionamiento del combustible que afectó directamente a la vida, a la industria y al comercio en general de los países europeos. Las ventas de automóviles cayeron y algunas competiciones automovilísticas se paralizaron, como el Circuit of Ireland Rally

La guerra de los Seis Días —también conocida como la guerra de junio de 1967 en la historiografía árabe— fue un conflicto bélico que enfrentó a Israel con una coalición árabe formada por la República Árabe Unida​ —denominación oficial de Egipto por entonces—, Jordania, Irak y Siria entre el 5 y el 10 de junio de 1967. Tras la exigencia egipcia a la ONU de que retirase de forma casi inmediata sus fuerzas de interposición en el Sinaí (UNEF), el despliegue de fuerzas egipcias en la frontera israelí y el bloqueo de los estrechos de Tirán, Israel, temiendo un ataque inminente, lanzó un ataque preventivo contra la fuerza aérea egipcia. Jordania respondió atacando las ciudades israelíes de Jerusalén y Netanya. Al finalizar la guerra, Israel había conquistado la península del Sinaí, la Franja de Gaza, Cisjordania, Jerusalén Este (incluyendo la Ciudad Vieja) y los Altos del Golán. Tras numerosos enfrentamientos fronterizos entre Israel y sus vecinos árabes, en particular Siria, el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser expulsó a la Fuerza de Emergencia de las Naciones Unidas (UNEF)[4] de la península del Sinaí en mayo de 1967. La fuerza de mantenimiento de la paz estaba situada en la región desde el final de la Crisis de Suez en 1957. Egipto acumuló 1000 tanques y unos 100 000 soldados en la frontera con Israel y cerró los Estrechos de Tirán a todos los buques de bandera israelí o que llevaban materiales estratégicos a Israel, operación por la que recibió un fuerte apoyo de otras naciones árabes. Israel respondió con una movilización similar que incluyó el reclutamiento de 70 000 reservistas para aumentar el número ordinario de las Fuerzas de Defensa

  Foto 1. Soldados yugoslavos UNEF en el Sinaí en 1957.

Foto 2. Soldados de Canadá y Panamá UNEF paz de la ONU en el Sinaí, durante 1974.

Foto 3. Las fuerzas de paz suecas evacuación de su posición en la colina 88 durante la Guerra de los Seis Días. Fuente: https://es.qwe.wiki/wiki/United_Nations_Emergency_Force

La Guerra de los Seis Días

En la Guerra de los Seis Días (5 al 10 de junio de 1967), los soldados de las FDI lucharon en algunas de las batallas más cruciales de la historia de Israel y del siglo 20. Pero ¿qué sucedió detrás del telón durante los días previos y durante esos seis días entre las batallas? Seis días le bastaron a Israel para poner en evidencia los planes de quienes pensaban que era posible derrotarlo en el campo de batalla y aniquilarlo en el terreno político, y para, casi de manera instantánea, generar un conflicto geopolítico y geoestratégico cuyas consecuencias se mantienen hasta nuestros días y que, lejos de haberse suavizado o de vislumbrarse una solución o un esbozo de solución, se encuentra más enconado que nunca y más lejos de arreglarse de lo que haya podido estar jamás.  Después de la finalización de la crisis de Suez en 1956, la comunidad internacional obligó a Israel a retirar sus tropas de la península del Sinaí. Egipto ha dado su consentimiento para la entrada en su territorio de una fuerza internacional de paz UNEF, que tomaron posiciones en la frontera entre Israel y Egipto en el Sinaí. El grupo de trabajo UNEF (Fuerza de Emergencia de las Naciones Unidas) era supervisar el alto el fuego y evitar la penetración de los fedayines de la frontera desmilitarizada en el territorio israelí. Egipto también había acordado abrir Estrecho de Tirań para barcos israelíes. Como resultado, la frontera entre Israel y Egipto se había mantenido en silencio durante algún tiempo.  La guerra de los Seis Días se inscribe dentro del conjunto de guerras libradas entre Israel y sus vecinos árabes, tras la creación del Estado de Israel (1948) en parte del Mandato británico de Palestina. Estos seis días de 1967 concitaron la atención mundial y resultaron claves en la geopolítica de la región: sus consecuencias han sido profundas, extensas y se han mantenido hasta el presente; han tenido también una influencia decisiva en numerosos acontecimientos posteriores, como la guerra de Desgaste, la guerra de Yom Kipur, la masacre de Múnich, la polémica sobre los asentamientos judíos y el estatus de Jerusalén, los acuerdos de Camp David y de Oslo o la Intifada.​ En 1947, la ONU estableció un plan para la división del Mandato Británico de Palestina en dos estados, uno judío y otro árabe, de forma que Jerusalén y Belén quedaban bajo control internacional. Los países árabes y los líderes de la comunidad árabe palestina rechazaron el plan y atacaron al recién creado Estado de Israel el mismo día de su proclamación, lo que dio lugar a la guerra árabe-israelí de 1948, que acabó con la victoria de los israelíes, su independencia definitiva y la ampliación del territorio de Israel. Por su parte, Egipto se apropió la Franja de Gaza y Transjordania, ocupó Cisjordania y parte de Jerusalén (rebautizando el país con el nombre de Jordania). Los países árabes no aceptaron el resultado de esta guerra y continuaron con acciones de guerrilla contra Israel, lo que llevó a este país a intervenir junto a Francia y el Reino Unido en la guerra de Suez (1956). Esta guerra fue una victoria militar, pero una derrota política para los tres aliados, ya que la gran presión diplomática por parte de los Estados Unidos y de la Unión Soviética forzó a Francia, Inglaterra e Israel a retirar sus ejércitos. A cambio de retirar sus ejércitos del Sinaí, Israel obtuvo indirectamente de Egipto el compromiso de detener sus envíos de armamento a las guerrillas que luchaban contra Israel. Como resultado, las relaciones entre Egipto e Israel se tranquilizaron (en la medida en que esto era posible) por un tiempo. Además, un cuerpo especial de la ONU, conocido como UNEF por sus siglas en inglés, fue desplegado en la península del Sinaí, para interponerse entre israelíes y egipcios.

En la primavera de 1967, las fuerzas árabes e israelíes se enfrentaron. El resultado fue una sorprendente victoria de Israel, en la que derrotó a tres ejércitos árabes en apenas seis días. Las tensiones entre el estado judío y sus vecinos llegaron hasta el límite, en lo que suponía el tercer gran conflicto en el Oriente Medio desde la creación del estado de Israel en 1948. A pesar de estar rodeado por todos lados, Israel venció en la guerra. Fuente: https://historiageneral.com/2009/05/06/la-guerra-de-los-seis-dias/

La Guerra de los Seis Días fue un enfrentamiento completamente distinto a los dos anteriores, es decir a la denominada Guerra de Independencia de 1948 y a la Crisis del Canal de 1956. El motivo de tal diferencia es que por primera vez «la responsabilidad» de la crisis recayó en los palestinos o, mejor dicho, en la lectura que de su causa hacían los estados árabes.

Foto 1. Firma de la creación de la RAU, entre Nasser y Kouatly, 31 enero de 1958

Foto 2. Mapa de la República Árabe Unida (1958-1961) Fuente: https://es.wikipedia.org/wiki/Rep%C3%BAblica_%C3%81rabe_Unida

La posición ante los palestinos ya había sido motivo de enfrentamiento entre diversos países de la zona. Tras el fracaso de la República Árabe Unida (1958-1961)[5], Damasco acusaba reiteradamente a El Cairo de no hacer lo suficiente por la Causa Palestina, así como de evitar el enfrentamiento con Israel. Siria, que ya había sufrido un ataque de Israel en 1963 por el control de los acuíferos, buscaba la extensión del conflicto hacia Egipto y Jordania con el único fin de involucrar a Israel en varios frentes y de este modo debilitarlo. Similares acusaciones fueron vertidas por el Rey Hussein de Jordania quien hasta la fecha había tenido una postura más moderada, pero que ahora parecía alinearse con Hafez Al Assad. Sin embargo, lo que realmente se deducía de este enfrentamiento dialéctico entre Egipto y Siria —y en menor medida Jordania—, eran distintas formas de entender cómo abordar el conflicto con Israel y por tanto cómo utilizar a la resistencia palestina. Tras la Cumbre de la Liga Árabe de enero de 1964, la rivalidad dialéctica se convirtió en enfrentamiento político real ya que Egipto decidió apoyar la creación de un grupo de resistencia palestino —la OLP— que se amoldaba a los postulados moderados de El Cairo. Por su parte, Siria y en menor medida Jordania, se mostraban más cercanas a las posiciones radicales de Al-Fatah, una facción palestina revolucionaria y violenta que, liderada por un joven palestino llamado Yasser Arafat, abogaba por el enfrentamiento directo con Israel. Desde 1965, este grupo estuvo lanzando ataques desde Siria y, en menor medida, desde Jordania, lo que contribuyó a que el clima de tensión, poco a poco, fuera acercándose hacia una inevitable guerra. El 10 de junio 1964 Israel lanzó un Sistema Nacional de Agua (Hamovil Ha’Artzi). Un 1 millón de m 3 era bombeada desde el Mar de Galilea hacia Israel, a través de un sistema de canales abiertos, túneles y tuberías gigantes alcanzar el Negev. La mayor parte de los ríos que alimentan el Mar de Galilea provienen de los Altos del Golán bajo el control de Siria, el cual decidió reclamar parte de su explotación y comenzó la construcción de un canal para desviar los ríos del Golán. Durante los primeros enfrentamientos tuvieron lugar 13 de noviembre 1964, cuando las tropas sirias dispararon contra la patrulla fronteriza israelí en la zona del río Dan, en la Alta Galilea. En represalia, la aviación israelí llevó a cabo una redada en los Altos del Golán y la artillería siria comenzó a bombardear los asentamientos judíos regulares ubicadas en la región del lago de Tiberíades. Simultáneamente, Siria, Jordania y Líbano han comenzado las obras de construcción destinadas a revertir el curso de algunos de los afluentes del río Jordán (Hasbani y Banias), que eran en su territorio con el fin de evitar el flujo de agua para Israel. Número de enfrentamientos fronterizos creció muy rápidamente y ya en 1965, comenzó a hablar de la “Batalla de Agua” en curso. El 4 de noviembre 1966 Egipto y Siria firmaron un acuerdo de cooperación militar. Se prevé el inicio de la guerra en caso de cualquier ataque. El incidente en Samu Jordania y la Operación de ataque Shredder, podríamos decir que fue la mayor operación militar israelí desde la Crisis de Suez 1956 y se considera que ha sido un factor que contribuyó al estallido de la Guerra de los Seis Días en 1967. Como represalia a los guerrilleros árabes de Al-Fatah y otras agrupaciones que se infiltraban en la frontera, desde donde atacaban al poblado Israelí, operando desde el territorio de Siria y Jordania. El 13 de noviembre 1966 el ejército israelí llevó a cabo una brillante operación militar, entrando en Jordania con una fuerza de 3000 soldados. Durante esta operación fueron ocupadas aldeas árabes de Es Samu, Kirbet El-Markas y Kirbet jimba cerca de Hebrón, en Judea. Durante la operación se produjo un enfrentamiento con las fuerzas jordanas que intervinieron en la región del pueblo de Es Samu. En la batalla mueren 15 soldados jordanos y 3 civiles, 54 soldados fueron heridos y 29 civiles. También fue asesinado un paracaidista israelí, y 10 resultaron heridos. En el pueblo de Es Samu se destruyeron 125 casas.

Foto 1. Contingente egipcio marcha a reforzar las posiciones en el Sinaí, Guerra de los Seis Días 1967.

Foto 2. Contingentes egipcios a reforzar el Sinaí. Fuente: https://aquellasarmasdeguerra.wordpress.com/2014/08/25/algunas-armas-utilizadas-en-la-guerra-de-los-seis-dias-1967/

La Operación israelí de represalia recibió una gran crítica de Jordania y otros vecinos árabes. Una consecuencia de esta operación el Rey Hussein de Jordania anuncia el 20 de noviembre la movilización del ejército. Este aumento de la tensión en la región amenaza el estallido de una nueva guerra. Como resultado, el 25 de noviembre el Consejo de Seguridad de la ONU aprobó la Resolución N ° 228 que condena la operación militar de Israel en Jordania. A principios de 1967, se agudizan las tensiones en la frontera, una serie de incidentes entre Israel y Siria. Artillería siria inicia el bombardeo de kibbut judíos y milicianos árabes se infiltran a través de las fronteras minando caminos y otra acciones de sabotaje. En represalia, 7 de abril de 1967, la aviación israelí bombardea los Altos del Golán. Hubo entonces una lucha de cazas, durante el cual fueron derribados 6 aviones sirios MiG-21. La mediación sala de ensayo llevado a cabo por las fuerzas internacionales ONUVT, pero el lado sirio negó toda cooperación hasta que Israel suspenda el trabajo agrícola en el lago de Tiberíades. En mayo de 1967, Gamal Abdel Nasser recibió informes falsos de la Unión Soviética decían que Israel estaba concentrando en la frontera con Siria. Nasser comenzó concentrando sus tropas en la península del Sinaí en la frontera de Israel (16 de mayo), expulsó a la fuerza UNEF de Gaza y del Sinaí (19 de mayo) y tomó posiciones de UNEF en Sharm el-Sheikh, con miras al estrecho de Tirán. Israel reiteró declaraciones hechas en 1957 que cualquier cierre del estrecho sería considerado un acto de guerra, o la justificación para la guerra. Antes de la guerra, los pilotos israelíes y personal de tierra se habían entrenado extensivamente en rápido reacondicionamiento de aeronaves de regresar de salidas, lo que permite una sola aeronave a sortie hasta cuatro veces al día (a diferencia de la norma en las fuerzas aéreas árabes de uno o dos salidas por día ). Esto permitió a la Fuerza Aérea Israelí (IAF) para enviar varias oleadas de ataques contra aeropuertos egipcios en el primer día de la guerra, abrumando a la Fuerza Aérea de Egipto, y le permitió noquear a otras fuerzas aéreas árabes en el mismo día. Los egipcios habían construido defensas fortificadas en el Sinaí. Estos diseños se basaron en el supuesto de que un ataque vendría a lo largo de los pocos caminos que conducen a través del desierto, en lugar de a través del desierto del terreno difícil. Los israelíes decidieron no arriesgarse a atacar las defensas egipcias, estaban preparados para sorprenderlos desde otra dirección. En los días posteriores el líder egipcio Nasser intensificó su propaganda anti-israelí, lo que influyó en la opinión pública occidental. La actividad de propaganda egipcia tuvo como objetivo establecer un bloque más amplio para países árabes una acción anti-israelí “progresista” además el aislamiento de Irán “conservador” y pro-occidental. De este modo, el contraste se extendía fuera de la dimensión regional.  El 1 de junio, el presidente israelí Eshkol cedió a la presión de los mandos militares (el entonces general Ariel Sharon había sugerido incluso verbalmente un golpe militar en caso de indecisión del gobierno) y formó un gobierno de unidad nacional. El Estados Unidos en este punto autorizado tácitamente la iniciativa militar de Israel. La movilización de los ejércitos árabes y la prohibición de la navegación en el Estrecho de Tirán a la parte israelí, fueron las verdaderas causas del miedo del estabilishment israelí por un posible ataque inminente por parte de Egipto. El 25 de mayo 1967 las Fuerzas de Defensa de Israel llevan a cabo una apresurada movilización parcial. En la preparación para la guerra alrededor de 14 mil. El 26 de mayo, el presidente egipcio Nasser, dijo: “Tenemos la intención de lanzar un ataque frontal contra Israel. Será una guerra total. Nuestro objetivo principal será la destrucción de Israel “. 28 de mayo Nasser añadió: “La existencia misma de Israel es una agresión”. El 30 de mayo 1967 el rey Hussein de Jordania firmado con el presidente egipcio Gamal Abdel Nasser alianza militar dirigida contra Israel. Ejército jordano se subordinó a Egipto, que junto con Siria. Al mismo tiempo, Irak, Kuwait, Túnez, Sudán , Marruecos y Argelia acordaron dirigir a sus tropas contra Israel. En el lado de la República Árabe Unida también era apoyada por: Pakistán Indonesia, URSS y China.

El inicio de la Guerra

Sin embargo, la presión constante de la opinión pública de los países árabes forzaba a sus líderes a continuar la lucha contra Israel. Como parte de esta lucha, Egipto continuó apoyando guerrillas, e impulsó una alianza militar con Siria en 1966. Tanto Siria como Egipto estaban respaldados por la Unión Soviética. El 17 de mayo de 1967, Egipto solicitó formalmente a la ONU la retirada de las tropas de interposición (UNEF), y comenzó a remilitarizar el Sinaí y la frontera con Israel. El 23 de mayo del mismo año, Egipto bloqueó los estrechos de Tirán, lo que según Israel contradecía las Leyes Marítimas de la ONU y era causa de guerra, aunque Egipto propuso llevar este bloqueo ante los tribunales internacionales.​ El 30 de mayo, la presión popular en Jordania logró apartar al rey Hussein de su tradicional alianza con las potencias occidentales y le obligó a unirse a la alianza egipcio-siria, a la vez que otorgaba el mando de sus fuerzas a un general egipcio. El 4 de junio, Irak se sumó a la coalición. Aunque el gobierno de Israel no quería la guerra y la temía, los militares israelíes consideraban que era necesario atacar inmediatamente, porque sin la ventaja de la sorpresa, Israel no podría sobrevivir. Israel había movilizado a los reservistas y no podía mantener esa movilización indefinidamente. Ante la disyuntiva de atacar o desmovilizar, no habiendo recibido garantía alguna por parte de EEUU de que impulsaría una iniciativa internacional, y con el gobierno de Egipto dando muestras públicas diarias de su voluntad de no enfriar la situación, el gobierno de Israel olvidó sus reticencias y siguió el consejo de sus generales.​ Otras fuentes  ​dudan de que los árabes, pese a toda la intensa retórica belicista y la acumulación de tropas en las fronteras, estuviesen realmente dispuestos a atacar a Israel. Sin embargo es sabido que Egipto no envió solo dos, sino siete divisiones (2ª, 3ª, 4ª, Shazli Force, 6ª, 7ª y 20ª) con 100.000 soldados y 1.000 tanques, frente a la frontera israelí. Cinco divisiones estaban en el Sinaí y dos en Gaza. Estas cifras coinciden con las de otras fuentes, como por ejemplo: Egipto tenía apostadas siete divisiones, 100.000 hombres y 1.000 vehículos de combate. Álvaro Abós. «La Guerra de los Seis Días». Hechos Políticos del Siglo XX. Tomo 9. p. 41. El 1 de junio 1967 el ministro de Defensa israelí Moshe Dayan[6] presentó un plan para la guerra inmediata contra los vecinos árabes. El plan incluye la realización de una ataque sorpresa por aire y tierra, el cual tuvo éxito instantáneo reunido fuerzas egipcias en la península del Sinaí, y luego voltear las ramas redundantes frente a la jordana y siria. La Armada debía proteger la costa contra desembarcos enemigos, y la tarea principal encomendada a las fuerzas de la aviación y de la tierra, teniendo en cuenta de paracaidismo y helicópteros aterrizajes. Para ejecutar el plan preparado 264.000 soldados agrupados en 26 brigadas (11 blindadas, 11 de infantería y 4 de paracaidistas). Poseen 1.300 tanques (los franceses AMX-13[7], los británicos Centurion[8], el norteamericano M4 Sherman[9] y M48 Patton), 160 cañones autopropulsados y 800 piezas de artillería. La Fuerza Aérea tenía 197 aviones de combate (72 aviones supersónicos cazabombardero Mirage IIIC[10] agrupados en tres escuadrones, 60 cazabombarderos de Super Mystère B2[11], Mystère II[12] y 41 cazas Dassault MD 450 Ouragan[13] agrupados en un solo escuadrón de multitarea y 3 escuadrones de cazabombarderos, apoyado por 25 bombarderos ligeros Sud-Ouest Vautour II)[14]. Los dos escuadrones de transporte eran aviones de transporte Noratlas[15], Stratocruiser[16], C-46[17] y C-47. La Armada tenía cuatro submarinos, tres destructores (incluyendo el capturado a los egipcios en 1956), 12 barcos de pesca torpederos, seis buques de patrulla y tres barcos pequeños Anfibios. Israel: aproximadamente 50.000 soldados (incluyendo 264.000 reservistas movilizados); 197 aviones de guerra. 


[1] El Sudán Anglo-Egipcio, fue un condominio del Reino Unido y Egipto en la región oriental de Sudán del norte de África entre 1899 y 1956, pero en la práctica la estructura del condominio aseguró el pleno control británico sobre el Sudán. Alcanzó la independencia como República del Sudán, que desde 2011 se ha dividido en Sudán y Sudán del Sur. Hasta 1914, Egipto era nominalmente parte del Imperio Otomano. Durante el siglo XIX, gradualmente expandió su control del Sudán hasta el sur región de los Grandes Lagos. En 1881 estalló la revuelta mahdista en Sudán y en 1882, los británicos invadieron Egipto. Egipto se convirtió de facto en protectorado de Gran Bretaña y juntos fuerzas británicas y egipcias gradualmente reconquistaron el Sudán. En 1899, formalmente acordaron establecer un protectorado conjunto: Egipto sobre la base de sus reivindicaciones anteriores y Gran Bretaña por derecho de conquista. Entre 1914 y 1922, Egipto y así el Sudán eran formalmente una parte del Imperio británico. Tras independencia de Egipto en 1922, Gran Bretaña poco a poco asumió un mayor control del condominio, bordeando Egipto casi completamente en 1924. El aumento de la insatisfacción egipcia con este arreglo llegó a un punto tras el derrocamiento de la monarquía egipcia en 1952. El 1 de enero de 1956, Egipto y Gran Bretaña cedieron a Sudán su independencia.

[2] La Convención de Constantinopla es un tratado internacional firmado el 29 de octubre de 1888 por Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda, Francia, Imperio Alemán, Imperio Ruso, Imperio Otomano, Imperio Austrohúngaro, España, Países Bajos y el Reino de Italia en dicha ciudad por el que se estableció el uso libre del paso del Canal de Suez, tanto en tiempo de paz como de guerra y para todo tipo de buques, se prohibió el bloqueo del canal y la zona o área alrededor del mismo que quedaba sujeta al mismo. Para alcanzar su objetivo se fijó que el Canal de Suez no podría ser zona de hostilidades, ni tampoco la zona de seguridad establecida tres millas alrededor de él. El Canal pasaba a estar desmilitarizado y sus fortificaciones debían ser eliminadas y, en todo caso, no se permitirían nuevas construcciones militares. Las razones para el establecimiento del tratado nacen cuando en 1854 se le otorga a Fernando de Lesseps la concesión para la construcción del Canal por parte de Francia. Los acuerdos entre la Compañía Universal del Canal de Suez y el Khedive de Egipto (sometido al Imperio Otomano) preveían el uso comercial, pero no el bélico, acuerdo que se plasmó en 1866. Durante la guerra ruso-turca en 1877, el Imperio británico (el mayor accionista de la Compañía Universal del Canal de Suez) temió un bloqueo del canal, lo que interrumpiría sus comunicaciones con la India Británica. Aunque las partes beligerantes manifestaron al Reino Unido su disposición al no uso del bloqueo del canal como arma de guerra, tanto este país como Francia iniciaron en 1885 conversaciones para llegar a un acuerdo internacional que fijase el estatuto jurídico definitivo. Así en 1887, ambos países firmaron un acuerdo que, en resumen, se convertirá con pocas variaciones en la Convención de Constantinopla.

[3] El Oleoducto Sumed (contracción de Oleoducto Suez-Mediterráneo) es un oleoducto petrolero en Egipto que une la terminal de Ain Sukhna en el Golfo de Suez con Sidi Kerir en el Mar Mediterráneo. Da una alternativa al Canal de Suez para el transporte de petróleo desde el Golfo Pérsico hacia Europa y el Mediterráneo.

[4] La primera Fuerza de Emergencia de las Naciones Unidas (UNEF) fue establecido por la Asamblea General de las Naciones Unidas para asegurar el fin de la crisis de Suez con la resolución 1001 (ES-I) el 7 de noviembre de 1956. La fuerza se desarrolló en gran medida como resultado de los esfuerzos por el secretario general de la ONU Dag Hammarskjöld y un Premio Nobel de la Paz -winning (1957) propuesta y esfuerzo por parte de Canadá Ministro de Asuntos exteriores de Lester B. Pearson . La Asamblea General aprobó un plan presentado por el Secretario General, que prevé el despliegue de la Fuerza en ambos lados de la línea de armisticio. La Segunda Fuerza de Emergencia de las Naciones Unidas (UNEF II) desplegado desde octubre 1973 a julio 1979.

[5] La República Árabe Unida, es un término que define a dos conceptos diferentes. Por un lado, define al Estado que nace de la unión entre Egipto y Siria durante el periodo de 1958 a 1961. Y por otro lado, será el nombre oficial de Egipto entre los años 1958 y 1971. La unión se propicia a petición del gobierno sirio en 1958, pero pasados tres años, en 1961, se deshace tras un golpe de estado por parte del estamento militar sirio. La unión se alcanza, principalmente, como consecuencia del claro liderazgo del presidente egipcio, Gamal Abdel Nasser, y su voluntad de crear una gran unión entre todos los países árabes, en el contexto del panarabismo emergente. De hecho, en el mismo periodo que comprende la República Árabe Unida (1958-1961), existirán los Estados Árabes Unidos, formados por la unión de la RAU y el Reino de Yemen y que desaparecerá a la par que la República formada entre Egipto y Siria.

[6] Moshé Dayán, (Degania Álef, Imperio otomano, 20 de mayo de 1915 — Tel Aviv, Israel, 16 de octubre de 1981) fue un político y militar israelí. Con una brillante carrera dentro del ejército, participó en la Segunda Guerra Mundial, la guerra de independencia israelí, la Guerra de los Seis Días y la Guerra de Yom Kippur, fungiendo en las dos últimas como Comandante en Jefe del ejército israelí y Ministro de Defensa. También ocupó el cargo de Jefe del Estado Mayor del ejército israelí y ejerció como Ministro de Agricultura y Ministro de Relaciones Exteriores durante los gobiernos de David Ben Gurión y Menájem Beguin, respectivamente. Aclamado como un estratega militar extraordinario, el papel crucial que jugó en la Guerra de los Seis Días, consolidó su imagen de «militar infalible», imagen que se vio reforzada por su desempeño en anteriores conflictos y su sólida carrera militar, participando en un total de cuatro guerras, dirigiendo dos de ellas la Guerra de los Seis Días victoria para Israel y la Guerra de Yom Kippur victoria nuevamente para Israel y beneficios políticos para Israel y Egipto.

[7] El AMX-13 es un tanque ligero francés, que fue producido desde 1952 hasta 1987. Sirvió en el Ejército francés con la designación Char 13t-75 Modèle 51 y se exportó a más de 25 países. Designado por su peso inicial de 13 t, que incluía un chasis resistente y fiable,​ estaba equipado con una inusual torreta oscilante GIAT y un sistema de carga del cañón tipo revólver, que también fue empleado en el SK-105 Kürassier austriaco. Contando a los prototipos y las versiones de exportación, tuvo más de cien variantes, inclusive cañones autopropulsados, sistemas antiaéreos, transportes blindados de personal y vehículos armados con misiles antitanque.

[8] El carro de combate Centurión fue el principal tanque británico durante el período de posguerra y demostró tener un exitoso diseño en las décadas posteriores a la Segunda Guerra Mundial. Su éxito se debe principalmente a su grueso blindaje, su potencia de fuego, la adaptabilidad de su chasis a diversas tareas, y a sus numerosas actualizaciones. La construcción del Centurión se inició en enero de 1945 y seis prototipos llegaron pronto a Bélgica, después del término de la guerra en Europa, en 1945, así; el Centurión entró en acción efectiva por primera vez en la Guerra de Corea en 1950, donde proveía de un excelente servicio al Ejército Británico, apoyando por igual a las fuerzas aliadas durante el conflicto. El Centurión volvería a entrar en combate en 1956 durante la crisis del canal de Suez. Los gobiernos franceses y británico decidieron efectuar una intervención militar conjunta para restablecer el control internacional del canal. Para la intervención se movilizaron tres regimientos del Real Cuerpo Acorazado británico. El 1º Regimiento, el 6º Regimiento equipado con el Centurión Mark V y el 7º Regimiento equipado con el Centurión Mark III. Tanto en este momento como en los enfrentamientos que se llevaron a cabo en los meses posteriores el Centurión cumplió con las expectativas debido a la buena combinación de movilidad, protección y potencia de fuego. El Centurión estuvo presente también en la guerra Indo-Pakistaní de 1965, equipando con la variante Mark VII al 3º de Caballería india, donde lucho contra sus pares estadounidenses M47 y M48 Patton. Durante la Guerra de los Seis Días en junio de 1967 el carro Centurión estuvo en la primera línea de la ofensiva israelí en el Sinaí. La 7ª Brigada Acorazada, la División del general Israel Tal y la División del general Abraham Yoffe se encontraban equipadas con el Centurión Mark V. Esta versión era básicamente un Mark III al que se le había añadido la Browning de 7,62 mm como ametralladora coaxial y una Browning M2HB de 12,7 mm en la cúpula del jefe de carro.

[9] El M4 Sherman, oficialmente Medium TankM4, fue el tanque medio más utilizado por los Estados Unidos y los aliados occidentales en la Segunda Guerra Mundial. El M4 Sherman demostró ser confiable, relativamente barato de producir y disponible en grandes cantidades. Miles fueron distribuidos a través de la Ley de Préstamo y Arriendo al Imperio Británico y la Unión Soviética. El tanque fue nombrado por los británicos a partir del general de la guerra de Secesión William Tecumseh Sherman. El M4 Sherman evolucionó a partir del M3 Lee, que tenía su armamento principal montado en un afuste con estabilizador lateral. Una característica especial del Sherman era un giroestabilizador de un eje, sin embargo, no era lo suficientemente preciso como para permitirle disparar cuando se movía, pero sí ayudaba a mantener la retícula en el objetivo, de modo que cuando el tanque se detenía para disparar, el cañón apuntaba más o menos en la dirección correcta. Cuando el M4 entró en combate en el norte de África con el Ejército británico en El Alamein a fines de 1942, les dio a los Aliados una ventaja sobre el Eje. Por esta razón, el Ejército de los Estados Unidos creía que el M4 sería adecuado para ganar la guerra, y al principio se ejerció una presión relativamente pequeña para el desarrollo de tanques adicionales. Las restricciones logísticas y de transporte, como las limitaciones impuestas por las carreteras, los puertos y los puentes, también complicaron la introducción de un tanque más eficaz pero más pesado. Los batallones de destructores de tanques usaban vehículos construidos en el casco y chasis del M4, pero con torretas abiertas y cañones de alta velocidad más potentes, también entraron en uso generalizado en los ejércitos Aliados. Incluso en 1944, la mayoría de los Sherman conservaban su más versátil cañón de 75 mm.​ Algunos Sherman fueron fabricados con un cañón más potente, los estadounidenses instalaron el cañón M1 76 mm, y los británicos instalaron un QF de 17 libras (Sherman Firefly). La relativa facilidad de producción permitió la fabricación de un gran número de M4, y una importante inversión en unidades de recuperación y reparación de tanques permitió que los vehículos dañados en combate fueran reparados y devueltos al servicio rápidamente. Estos factores se combinaron para dar superioridad numérica, un mejor apoyo logístico a los Aliados en la mayoría de las batallas, y muchas divisiones de infantería recibieron M4 y destructores de tanques. Después de la Segunda Guerra Mundial, el Sherman, especialmente las múltiples versiones mejoradas y actualizadas, continuó siendo empleado en combate en muchos conflictos alrededor del mundo, incluidas las fuerzas de la ONU en la Guerra de Corea, con Israel en las Guerras Árabe-Israelíes, brevemente con Vietnam del Sur en la Guerra de Vietnam, y por ambos bandos en la Guerra Indo-Pakistaní de 1965.

[10] El Dassault Mirage III es un interceptor supersónico diseñado por la compañía francesa Dassault Aviation para el Ejército del Aire francés. Ampliamente utilizados en combate, los Mirage III fueron decisivos en la campaña aérea de la guerra de los Seis Días, en 1967, cuando pilotados por oficiales de la Fuerza Aérea Israelí, obtuvieran victorias aire-aire y la destrucción de la aviación árabe en tierra.​ En diciembre de 1971, Pakistán con sus Mirage III obtuvo ocho victorias en el aire y dos en tierra contra la Fuerza Aérea India. En 1982, los Mirage III fueron usados por la Fuerza Aérea Argentina en la guerra de Malvinas. Se construyeron 1422 unidades en distintas variantes, incluidos desarrollos como los IAI Nesher y IAI Kfir.

[11]El Dassault Super Mystère, Un cazabombardero monomotor a reacción fabricado por la compañía francesa Dassault durante la segunda mitad de los años 50 a partir del Dassault MD 454 Mystère IV. Además de en el Armée de l’air, el Super Mystère también formó parte de la Fuerza Aérea Israelí y la Fuerza Aérea Hondureña.

[12] El Dassault MD 452 Mystère II Un cazabombardero monomotor a reacción fabricado por la compañía francesa Dassault durante los años 50 a partir del Dassault MD 450 Ouragan, y que se convirtió en el primer avión francés capaz de superar la barrera del sonido. Formó parte del Ejército del Aire Francés.

[13] El Dassault MD 450 OuraganUn cazabombardero monomotor a reacción fabricado por la compañía francesa Dassault durante los años 50. Se convirtió en el primer avión de reacción francés en entrar en producción, siendo clave para el resurgir de la industria aeronáutica francesa después de la Segunda Guerra Mundial.​ A partir de este modelo se desarrolló el Dassault MD 452 Mystère II, cuyo primer prototipo fue básicamente un Ouragan con las alas en flecha. Además de en el Ejército del Aire Francés, el Ouragan también formó parte de la Fuerza Aérea India, la Fuerza Aérea Salvadoreña y la Fuerza Aérea Israelí, participando con esta última en la Guerra del Sinaí (1956) y en la Guerra de los seis días (1967)

[14] El SO-4050 Vautour fue un modelo de caza polivalente francés producido por la empresa SNCASO (Société Nationale des Constructions Aéronautiques du Sud-Ouest, o comúnmente llamada, Sud-Ouest) y utilizado por la Armée de l’air (AdA, Ejército del Aire Francés). Se construyeron 149 ejemplares, de los cuales 28 de estos aviones fueron comprados por la Fuerza Aérea Israelí. El Vautour fue operado por la Armée de l’Air de Francia, originalmente desarrollado por Sud Aviation en respuesta a un requerimiento francés de que un avión de reacción realice el bombardero, ataque de bajo nivel y misiones de intercepción para todo clima. Entre otras funciones, el Vautour fue operado en la capacidad de disuasión nuclear por la Fuerza de Frappe bajo el Commandement des Forces Aériennes Stratégiques; Cada avión era adecuado para el transporte de una sola arma nuclear. Sin embargo, las deficiencias del tipo en el rol de bombardeo, como su falta de radar u otros sistemas avanzados de navegación / ataque, llevaron a que el tipo fuera reemplazado como bombardero por el Dassault Mirage IV más capaz. El Vautour nunca vio el uso de combate con la Fuerza Aérea francesa.

[15] El Nord Noratlas fue un avión de transporte diseñado a finales de los años 1940 por la compañía francesa Nord Aviation. El Noratlas realizó su primer vuelo el 10 de septiembre de 1949, y entró en servicio en el año 1953. Se llegaron a fabricar más de 400 unidades.

[16] El Boeing Model 377 Stratocruiser, apodado «Romance de los cielos», fue una aeronave tetramotor de transporte comercial desarrollado en 1944 por Boeing Commercial Airplanes Co. a partir del Model 367, como avión civil de pasajeros y carga y también con usos militares (versión C-97 Stratofreighter). Se construyeron 56 unidades.

[17] El Curtiss C-46 Commando fue un avión originalmente diseñado como bimotor a gran altitud para uso civil, pero su uso primordial fue como transporte militar durante la Segunda Guerra Mundial, por parte de las Fuerzas Aéreas del Ejército de los Estados Unidos, así como por la Armada y el Cuerpo de Marines de los Estados Unidos, en estos dos últimos con la designación R5C. El Commando también fue apodado por los que lo volaron como «La Ballena» («The Whale») o «La calamidad Curtiss» («Curtiss Calamity»).​ Aunque no tan famoso ni tan profusamente fabricado como el también bimotor C-47 Skytrain, aventajaba al modelo de Douglas por su mayor potencia, autonomía y carga útil, dotes apreciadas especialmente en el teatro bélico asiático.

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