Cómo hablar y comunicarse con una persona sorda. 3 de marzo, día mundial de la audición.

CARLOS AURELIO CALDITO AUNIÓN.

En estos tiempos en los que se ha puesto de moda confundir la expresión «oír» con «escuchar», pese a que la palabra «oír» es a la palabra «escuchar», como «ver» es a «mirar», y tras años y años de sordera, pues padezco disminución auditiva desde la adolescencia, y seguir, y seguir encontrándome a multitud de gente que no sabe cómo reaccionar, relacionarse con la gente sorda, y más en estos tiempos en los que estamos siendo obligados a llevar mordaza, mascarilla para supuestamente evitar contagiarnos y contagiar a los demás del covid19, lo cual dificulta más aún la comunicación a los sordos; vuelvo a retomar el «decálogo» acerca de cómo han de conducirse los «normoyentes» con quienes no oímos (pese a que escuchemos, pongamos toda la atención de la que somos capaces), así que, sin más preámbulos, ahí va:

Antes de iniciar la conversación

  • No le hables nunca sin que te esté mirando.
  • Llama su atención con un ligero toque o con una discreta señal antes de hablar. No olvides que, la persona sorda no tienen posibilidad de anticipar que alguien se le aproxima oyendo sus pasos.
Imagen titulada Communicate With Deaf People Step 11
  • Otra opción, para captar su atención, es avisar a la persona que tiene al lado para que le indique que pretendes hablar con él o ella.
  • Háblale de frente, para que pueda verte bien la boca; con la cara bien iluminada para facilitar la lectura labial y pueda captar la «comunicación no verbal».
  • Sitúate a su altura (si se trata de un niño, con mayor motivo).
  • Dentro de lo posible, reduce el ruido ambiente: baja el «volumen» de la radio o el televisor para lograr una mejor comunicación.
Pautas a los sanitarios para hablar con personas con sordera

Durante la conversación

  • Mantén el contacto visual (si tienes gafas de sol, quítatelas, por favor). No te des la vuelta durante la conversación, ni bajes la cabeza, procura que la persona sorda te vea.
  • Mientras hables, no mantengas nada en los labios (un cigarrillo, un bolígrafo…), ni en la boca (un caramelo, goma de mascar…). Evita poner las manos delante de la boca.
  • Vocaliza bien, pero sin exagerar y sin gritar.
  • Habla de forma natural, vocalizando bien. No le hables deprisa, ni demasiado despacio.
  • Susurrar o gritar puede distorsionar los movimientos de tus labios, lo cual hará que a la persona sorda le sea difícil comprender tus palabras. De igual modo, si exageras los movimientos de tu boca será más difícil de entenderte que si hablas normalmente.
  • No hables de modo rudimentario o utilizando un argot o alguna clase de jerga. No intentes comunicarte con palabras sueltas.
  • Utiliza, a ser posible, oraciones completas, con sujeto, verbo y predicado.
  • Si no te entiende, repite el mensaje. Construye la frase de otra forma más sencilla, pero correcta, y con palabras de significado similar.
  • En caso de que sea necesario, complementa la comunicación, bien con gestos naturales que, le sirvan de apoyo, bien con alguna palabra escrita.
  • En conversaciones en grupo, para facilitar la integración de las personas sordas, es necesario respetar los turnos entre los interlocutores e indicar previamente quién va a intervenir.
  • Avisa a la persona sorda de qué asunto, de qué tema le vas a hablar, así le será más fácil seguir la conversación. Intenta no cambiar de tema repentinamente, sin previo aviso, sin hacer una pausa para indicar el cambio.

No des nunca por supuesto que, todas las personas sordas pueden leer los labios. Cada persona sorda es distinta, de manera que algunas pueden leer los labios, pero otras no.

Tampoco des por supuesto que la generalidad de las personas sordas utilizan la «lengua de signos» de forma natural, o algo semejante. Los sordos que utilizan lengua de signos son una pequeñísima minoría.  Las personas con sordera profunda, o una pérdida de audición severa, pueden hablar y comunicarse de forma oral.

No te sorprendas por la franqueza de las personas sordas (o si encuentras a algún sordo «desconfiado»). Entre las personas sordas se valora especialmente la sinceridad. Es mucha la gente que se queda sorprendida por la franqueza de las personas sordas. No olvides que entre la gente sorda la sinceridad no es algo descortés, simplemente es necesaria y facilita la comunicación.

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