COMO DERROTAR AL ESTADO ISLÁMICO, DE DONDE LLEGAN LOS VOLUNTARIOS DE LA YIHAD? CUAL HA SIDO LA ACTUACIÓN DE LA COALICIÓN INTERNACIONAL EN LA LUCHA CONTRA EL TERRORISMO YIHADISTA I PARTE

Por David de Caixal : Historiador Militar. Director del Área de Seguridad y Defensa de INISEG.  Director del Máster de Historia Militar de INISEG / Universidad Pegaso. Director del Grupo de Investigación del CIIA (Centro Internacional de Investigación Avanzada en Seguridad y Defensa de INISEG-Universidad Pegaso. Membership in support of the AUSA (Association of the United States Army) Miembro asesor de la Sección de Derecho Militar y Seguridad del ICAM (Ilustre Colegio de Abogados de Madrid). Miembro del Grupo de Investigación de INISEG y “The University and Agency Partnership Program » (UAPP) proyecto universitario para la difusión de la Cultura de la Defensa de Estados Unidos.

El ISIS nació al calor de la ocupación y la fragmentación de Irak. El desmantelamiento de las fuerzas armadas iraquíes por parte de EEUU contribuyó a su fortalecimiento. Y la guerra siria fue clave para su crecimiento. Turquía y Arabia Saudí, aliados de Occidente, son territorios epicentros de la financiación del ISIS. Turquía ha permitido el flujo de camiones que cruzan la frontera cargados de petróleo procedente de los campos sirios controlados por el «Estado Islámico» Los inicios de lo que después sería el ISIS. Los antecedentes que dieron lugar al ISIS surgen en el contexto de la ocupación de Irak. Tras la toma del país por las tropas británicas y estadounidenses (y españolas hasta 2004), se formaron diversos grupos armados para luchar contra las tropas de la coalición. Entre ellos aparece la autodenominada organización de la base yihadista en Mesopotamia (procedente de Jamaa al Tawhid wal-Jihad, nacida en 1999), conocida en la prensa como Al Qaeda en Irak.

Posteriormente se uniría a otros grupos bajo el nombre primero de Consejo de Muyaidines y después, en 2006, Estado Islámico de Irak. En poco tiempo Irak, que había sido un país donde muchos chiíes y suníes convivían juntos, donde un elevado porcentaje de los matrimonios eran mixtos, donde no había grandes tensiones sectarias, se convirtió en un infierno. Muchos antiguos integrantes de las Fuerzas Armadas desmanteladas compartieron celda con miembros de grupos religiosos que iban radicalizándose. La represión gubernamental iraquí contra todo tipo de queja o protesta aumentó y llevó al extremismo a algunos sectores de la oposición. Lo mismo ocurrió en Siria, donde las revueltas habían estallado en marzo de 2011. El ‘Estado Islámico’ de Irak envió una delegación a Siria en agosto de 2011, cuando la guerra civil siria ya estaba en marcha, tras el aplastamiento de las revueltas por Bashar al Assad. El líder del ‘Estado Islámico’ de Irak, el clérigo Al Bagdadi, formateado tras su paso por la cárcel de Camp Bucca y la guerra, anunció en 2013 la creación del ‘Estado Islámico’ de Irak y Levante (Siria).

La guerra contra Estado Islámico es el Conflicto armado desatado el 5 de junio de 2014, cuando el grupo Estado Islámico, junto con militantes suníes leales a la antigua dictadura baazista secular de Sadam Husein y tribus antigubernamentales, lanzó una ofensiva contra los ejércitos de Irak y Siria. Las fuerzas de Estado Islámico ―también conocido como Dáesh o Daish― atacaron Samarra (Irak) ese mismo día y se apoderaron de Mosul y Tikrit durante los días 9 y 11 de junio. A finales de ese mes, Irak había perdido el control de toda la frontera occidental con Jordania y Siria.​ El 29 de junio de 2014, el Estado Islámico declaró un califato que incluía a Siria e Irak. Abu Bakr al-Baghdadi, líder del grupo, fue declarado por este «califa y líder de todos los musulmanes». A medida que las fuerzas de seguridad iraquíes se retiraban hacia el sur, las fuerzas del Gobierno Regional del Kurdistán ocuparon parte de los territorios disputados entre Irak y Kurdistán, incluyendo el centro petrolero de Kirkuk. Los observadores internacionales interpretaron la movilización kurda como la última señal de la «creciente anarquía» en Irak. El ministro Nuri al-Maliki, pidió un estado de emergencia nacional el 10 de junio, tras el ataque en Mosul, pero fue denegado por el Consejo de Representantes de Irak, donde muchos parlamentarios suníes y kurdos boicotearon la sesión oponiéndose a un incremento de los poderes del primer ministro. En agosto de ese año, una coalición internacional lanzó su propia ofensiva en la región para hacer frente a la insurgencia de Estado Islámico. Siria decidió intervenir en la guerra con apoyo aéreo, y varios medios afirmaron que la Guardia Revolucionaria Iraní, al mando del general Qasem Soleimani, recientemente eliminado por los EEUU, participaba en el conflicto desde hace tiempo, cosa que el gobierno iraní había desmentido. 

Fuente: Observatorio contra la Amenaza Terrorista y la Radicalización Yihadista (OCATRY) www.ocatry.org

El 8 de agosto de 2014, a petición urgente de Irak, Estados Unidos decidió intervenir en la guerra, para defender las minorías cristianas y yazidies, además de resguardar a las instalaciones y militares estadounidenses situados en dicho país. Estados Unidos decidió bombardear posiciones de los terroristas, limitándose a realizar solo ataques aéreos. Más tarde, Obama expresó su deseo de crear una coalición internacional con el objeto de acabar con los yihadistas, apoyada y conformada por treinta países y respaldada por las Naciones Unidas. Estados Unidos denominó a su operación militar en la guerra contra Estado Islámico como Operación Determinación Inherente u Operación Resolución Inherente. El general John Allen, jefe de la coalición liderada por Estados Unidos que intervenía en Siria e Iraq, detallo al principio del conflicto a los responsables militares y de inteligencia de sus socios europeos y árabes que la lucha contra el Estado Islámico “duraría una generación”.

Fuente: ABC

Tanto Nahla Al-Hababi (representante de la provincia de Niníve en el Parlamento iraquí) como Qasim Al Araji (legislador iraquí) y Hadi Al Ameri (secretario general de Badr), afirmaron que la Administración Obama había entregado armas al grupo Estado Islámico. Varios analistas políticos creen que la Administración de Obama, con Hilary Clinton a la cabeza, había creado al Estado Islámico para acabar con el Gobierno del presidente sirio Bashar al Assad. Por otra parte, Yousaf al Salafi (un comandante de Estado Islámico capturado por los servicios de inteligencia pakistaníes) afirmó también que el grupo estaba recibiendo financiación de Estados Unidos para comprar armas, operar y reclutar jóvenes que combatan en Siria, Irak y Pakistán.  Pese a que la ofensiva de la coalición contra Estado Islámico se basa en los ataques aéreos, sus tropas se han visto atacadas mientras entrenaban a fuerzas iraquíes en sus respectivas bases. Estas respondieron de manera defensiva, respetando el protocolo de guerra planeado, aunque se llevaron a cabo algunas misiones ofensivas para rescatar rehenes. En enero de 2015, Estado Islámico penetró y se instaló en Afganistán (estando este ya en guerra) para rivalizar con los talibanes, pero la OTAN detuvo su avance. Estado Islámico estaba ya interviniendo en esta fecha en el conflicto Libio iniciado en 2014.

Posteriormente, la guerra contra Estado Islámico se expandió a Egipto, Nigeria y Rusia además de Israel, Turquía, Yemen y Líbano, entre otros. En julio de 2015, la coalición confirmaba la baja de numerosas unidades de Estado Islámico, entre combatientes, vehículos y demás unidades tácticas. En diciembre de 2015 Rusia entró oficialmente en la Guerra Civil Siria y contra el Estado Islámico. En marzo de 2016, Vladímir Putin, Presidente de Rusia, anunció oficialmente el inicio de la retirada de las tropas de Rusia en Siria al dar por cumplida su misión antiterrorista, pero dijo que Rusia mantendrá su presencia en el puerto sirio de Tartus y en el aeródromo Hmeymin  Si bien Rusia solamente expresó mantenerse dentro de sus bases militares en Siria pero continuó la acción bélica directa en conjunto con acciones ofensivas de las Fuerzas Armadas Sirias para recuperar sus posesiones perdidas que estaban en manos de Estado Islámico.

Personalidades como el ministro de Relaciones Exteriores jordano Nasser Judeh, el rey jordano Abdalá II o el Papa Francisco expresaron que la guerra contra Estado Islámico es de hecho la «Tercera Guerra Mundial”  El 6 de diciembre de 2017, Rusia anunció la derrota total de los terroristas del Daesh en Siria. Mientras que Irak declaro la derrota del grupo terrorista el 9 de diciembre de 2017 en dicho país. Al mismo tiempo Irán también declaró la derrota de la organización terrorista en Irak y Siria. La coalición creada para luchar contra el Estado Islámico estaba teniendo importantes dificultades para lograr derrotar a los terroristas. Tan pronto como expulsan a los combatientes de una zona de Siria e Irak, estos se reagrupan y cambian el blanco de sus ataques. El Estado Islámico estaba demostrando una extraordinaria mezcla de resistencia y capacidad de adaptación táctica que le ha permitido consolidar su posición.

Fuente: Observatorio contra la Amenaza Terrorista y la Radicalización Yihadista (OCATRY) www.ocatry.org

Organizaciones terroristas en Siria e Irak:

Los grupos cuyos logotipos se muestran en este cuarto tema de la asignatura, con una excepción, han sido designados como organizaciones terroristas extranjeras por el Departamento de Estado de EEUU, o por la Orden Ejecutiva (EO) 13224. El logotipo del Ejército de Resistencia del Señor (LRA) está incluido porque su líder Joseph Kony ha sido designado bajo EO 13224 y el LRA está en la Lista de Exclusión de Terroristas del Departamento de Estado. Estos logotipos se han encontrado en documentos, joyas, carteles, banderas y otros materiales, y mostrarlos puede indicar membresía, apoyo financiero o apoyo en general. Algunos grupos tienen logotipos alternativos, particularmente para sus diversos medios de comunicación, que pueden usar de manera más prolífica. Cada una de las sucursales y redes de ISIS tiene logotipos oficiales que se utilizan con frecuencia en los productos de medios de ISIS, como informes pictóricos y videos.

Brigadas Abdallah Azzam (AAB)          

Grupo Abu Sayyaf (ASG)     

Brigada de Mártires de al-Aqsa (AAMB)

Brigadas al-Ashtar (AAB)                     

Batallón al-Mulathamun     

Frente al-Nusrah (conocido públicamente como HTS)

al-Qa’ida (AQ)        

al-Qa’ida en el subcontinente indio (AQIS)        

al-Qa’ida en la Península Arábiga (AQAP)

al-Qa’ida en el Magreb Islámico (AQMI)             

al-Shabaab                               

Ansar al-Dine (AAD)

Ansar al-Islam (AAI)                                

Ansar al-Shari’a en Bengasi                

Ansar al-Shari’a en Darnah

Ansar al-Shari’a en Túnez                                        

Ansaru                                     

Ejército del Islam (AOI)

Asa’ib Ahl al-Haqq (AAH)                            

Asbat al-Ansar (AAA)                              

Aum Shinrikyo (AUM)

Boko Haram

Partido Comunista de Filipinas / Nuevo Ejército Popular (CPP / NPA) 

  

Gama’a al-Islamiyya (Grupo Islámico) (IG)     

HAMAS          

Harakat ul-Jihad-i-Islami / Bangladesh (HUJI-B)

Harakat ul-Jihad-i-Islami

(HUJI  Harakat ul-Mujahidin (HUM)             

Hezbollah               

Hizbul Mujahideen (HM)

Muyahidines indios (IM)                                      

ISIS                                              

La red de ISIS en Bangladesh

La red de ISIS en el Sahel                                 

ISIS Libia                                                 

ISIS-Asia Oriental (Filipinas)

ISIS Sinai (anteriormente Ansar Bayt al-Maqdis)      

ISIS-África Occidental                          

 ISIS-Khorasan (ISIS-K)

Unión de la Jihad Islámica (IJU)   

Movimiento Islámico de Uzbekistán (IMU)

Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC)

             

                                            

Jaish-e-Mohammed (JEM)        

Jaysh Rijal al-Tariq al Naqshabandi (JRTN)  

Jemmah Anshorut Tauhid (JAT)

Jemaah Islamiya (JI)          

Jama’at Nusrat al-Islam wal-Muslimin (JNIM)   

Jaysh al-Adl (anteriormente Jundallah)

Kahane Chai (Kach)             

Kata’ib Hizballah (KH)      

Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) (Kongra-Gel)

Lashkar i Jhangvi (LJ)                    

Lashkar-e Tayyiba (LeT)              

Tigres de liberación de Tamil Eelam (LTTE)

Consejo de Mujahidin Shura en los alrededores de Jerusalén (MSC)           

Jihad Islámica Palestina (PIJ)

Frente de Liberación de Palestina (PLF)     

Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP)

PFLP-Comando General (PFLP-GC)             

Tehrik-e Taliban Pakistan (TTP)

Los aliados se apresuran a destacar los elementos positivos: Desde el comienzo de la Operación Determinación Inherente, han muerto alrededor de 10.000 yihadistas del EI, sus actividades de contrabando se han reducido a la mitad y el territorio que controlan en la actualidad es un 40% inferior al de su momento de apogeo, en agosto de 2014. Por mal que se hable del declive del poder de Estados Unidos, es importante recordar que sigue siendo una superpotencia militar hegemónica. Si EEUU quisiera hacer una demostración de fuerza en Irak y Siria, podría derrotar rápidamente al EI. Ahora bien para cualquier ejército, lo difícil llegaría después, con la probable oleada de atentados y guerra asimétrica que seguramente duraría años y tendría unos costes altísimos. Además suponer que el EI constituye el mismo tipo de amenaza que un Estado regional, es no entender en absoluto porque se ha vuelto tan poderoso. Desde la lógica militar estamos hablando de entre 50.000 y 70.000 combatientes según versiones occidentales y entre 100.000 y 200.000 según versiones egipcias, iraquíes y sirias, los cuales se encuentran en una de las zonas más llanas y desérticas del mundo. Estas fuerzas terroristas son observadas constantemente por drones, aviones de reconocimiento y satélites, los cuales pueden tener una capacidad de observación y reconocimiento mínima de 20 centímetros. Estamos hablando del escenario más fácil del mundo para obtener una victoria. ¿Dónde se refugia el Estado Islámico? En el interior de las poblaciones, que es otra de las formas que, desde tiempos inmemoriales, han tenido los ejércitos de protegerse del ataque enemigo. Por eso, intentar terminar con el Estado Islámico de un modo muy activo provocaría muchas bajas civiles. ¿Pero cómo podemos acabar con la amenaza que se ha convertido en el mayor peligro para la humanidad? En el caso de que fuera verdad que se quisiera acabar con ellos, que a hoy día, creo y dudo mucho que con los intereses establecidos en la región, vayan a llevar a cabo una misión militar internacional para eliminar esa amenaza. Si realmente se quisiera aniquilar al Estado Islámico, estoy seguro que ya se habría hecho hace tiempo.  Ya que combatir contra un enemigo ubicado en un terreno desértico, sin medios aéreos y prácticamente sin defensas antiaéreas, con lo que se tardarían apenas unas semanas en derrotarlos, con el apoyo de diversas divisiones y apoyo de artillería, helicópteros y la aviación, pondríamos punto final a la expansión del terror del Estado Islámico en Siria e Irak. 

Fuente: Observatorio contra la Amenaza Terrorista y la Radicalización Yihadista (OCATRY) www.ocatry.org

«Más de 42.000 combatientes terroristas extranjeros» han viajado a Siria e Irak para combatir con el Daesh entre el periodo comprendido entre 2011 y 2016, procedentes de hasta 120 países. Se calcula que unos 5.000 terroristas que luchan con el Daesh tienen pasaporte europeo. La mayor parte «proceden de Bélgica, Francia, Alemania, el Reino Unido, Austria, Dinamarca, Finlandia, Italia, Holanda, España y Suecia», según un informe entregado en el mes de julio de 2016 a la Comisión Europea. Entre un 15 y un 20 por ciento murieron en combate, de un 30 a 35 por ciento han regresado a Europa, y alrededor del 50 por ciento siguen en Siria e Irak. La movilización de yihadistas extranjeros tuvo su fase alta en 2015. Los servicios de inteligencia europeos son conscientes de la fase de retorno por las indicaciones recibidas en los últimos atentados terroristas de París y Bruselas. Las causas del regreso a Europa son diversas, según el informe. Vuelven porque «han perdido sus ilusiones» de la yihad global, por «remordimientos», por nostalgia de la vida cómoda en casa, o porque «pretenden sumarse a células durmientes yihadistas en Europa». Un porcentaje de ellos ha sido detenido poco después de su regreso. Es el sueño fallido de un paraíso perdido. Las eminentes promesas del ‘califa‘ Abu Bakr al Baghdadi para el próspero «dar-al-islam» (la tierra de los musulmanes) han fracasado. La batalla internacional contra el ISIS ha puesto en jaque el feudo yihadista y ha terminado con 70.000 de sus mercenarios -según el ejército estadounidense-. Desde 2014, Daesh ha perdido el 70% de sus dominios en Irak y el 51% en Siria. En los últimos días, los líderes obligan a la población civil a retroceder con sus tropas, mientras cientos de combatientes extranjeros aprovechan para escapar a sus países de origen. En estos seis años de absolutismo yihadista, 50.000 combatientes extranjeros -según el Centro Soufan- se han desplazado hasta Siria o Irak para cumplir con la «hégira» (la emigración al lugar sagrado) dentro de las fronteras del nuevo `Estado Islámico´. Los países europeos han aportado más de 5.000 y, sin duda, la nacionalidad occidental más presente el frente de la yihad es Francia: 1.910 de sus ciudadanos han combatido junto al grupo terrorista. Hasta mediados de 2017, han regresado a Francia más de 200 -y el 30% de todos los países europeos-, “pero sabemos que 977 (franceses) están a punto de volver según fuentes de la policía francesa del departamento de antiterrorismo. El fenómeno de los yihadistas retornados a Europa solo acaba de comenzar.

Con la derrota territorial de Dáesh, y los cambios geopolíticos que están teniendo lugar en Irak y Siria, los Estados europeos se enfrentan a un nuevo reto: qué hacer con los yihadistas retornados y sus familias, aquellos de origen europeo que desean regresar a casa. ¿Se les juzga en el territorio donde han cometido el delito? ¿Se les repatria para que sean juzgados en Europa? Las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), lideradas por las fuerzas kurdas y aliadas de Estados Unidos, capturaron en marzo de 2019 el último feudo de Dáesh, Baguz, en la frontera con Irak. Este momento supuso el final territorial de la organización yihadista y, ahora que parece estar más debilitada que nunca, Estados Unidos y los países europeos de los que salieron terroristas para unirse al Estado Islámico, se enfrentan en un nuevo problema: qué hacer con los combatientes, y sus familiares, que están encarcelados en centros controlados por las FDS y que desean volver a casa. Se estima que estas cárceles contienen alrededor de ochocientos terroristas de origen europeo, más unas setecientas mujeres y mil quinientos menores de edad que se encuentran en campos de refugiados. Aunque no hay datos disponibles del número de detenidos de origen estadounidense, se estima que este es muy bajo. En este contexto, octubre de 2019 fue un punto de inflexión: Estados Unidos anunció entonces la retirada de sus tropas del noroeste de Siria, zona controlada por sus aliados kurdos. Esta retirada dio luz verde al Ejército turco, enemigo de las FDS, para intervenir y combatir a los kurdos en territorio. Las vías de retorno son múltiples pero la mayoría se produce en la frontera turco-siria. Las familias se aproximan hasta ahí “donde son detenidos por las Fuerzas Democráticas Sirias (una facción kurda ‘proxy’ de Estados Unidos) y ellos se ponen en contacto con la Coalición Internacional”, “después avisan a las autoridades turcas para que les permitan la entrada”. Una vez en Turquía, son detenidos por las fuerzas de seguridad, y éstas establecen contacto con las autoridades consulares francesas. Según la Convención de Viena, los diplomáticos pueden visitar a los detenidos. En ese encuentro el individuo solicita regresar al territorio nacional y se activa un protocolo para gestionar el viaje bajo custodia policial. En otros casos los yihadistas fugitivos logran cruzar la frontera de manera clandestina y son ellos quienes se ponen en contacto con el Consulado. Otro vía de auxilio es cuando, desde Siria o Irak, escriben a sus parientes en Francia a través de internet. “La familia busca un abogado, y este se comunica con las autoridades francesas y ellas con los servicios diplomáticos en Turquía”. Pero los retornados no son siempre individuos arrepentidos, sino que pueden ser enviados por rangos superiores con la misión de perpetrar un ataque en Europa. Una vez en Francia, pasan a disposición de la Justicia. Otro aspecto a tener en cuenta es que con la Pandemia, el Daesh aumenta nuevamente su amenaza en Siria e Irak. La pandemia y sus confinamientos y restricciones de movimiento han sido explotados por el grupo terrorista porque las capacidades de los países para controlar la seguridad se han debilitado. Un recrudecimiento de los ataques en Irak por supuestos militantes de Daesh desde principios de año está aumentando los temores del pasado de que el grupo terrorista más sangriento se esté reagrupando y pueda volver a amenazar la estabilidad del país. En un informe publicado el 24 de agosto de 2020, en el que Naciones Unidas llamó la atención sobre el aumento de la amenaza terrorista, donde la pandemia COVID-19 ha fortalecido a los grupos terroristas. «Desde principios de año, hemos observado disparidades regionales en la trayectoria de las amenazas. En las áreas de conflicto, la amenaza ha aumentado, como lo demuestra la consolidación e intensificación de la actividad de Daesh en Irak y Levante. Más de 10.000 militantes de Daesh siguen activos en Irak y Siria, dos años después de que el califato del grupo fuera declarado derrotado. «Se avecina un castigo mayor contra los cruzados una vez que el califato logre la victoria y se establezca una vez más«, según la afirmación del portavoz de Daesh, Abu Hamza al-Qurayshi, a través de una publicación en la aplicación de mensajería Telegram. Según al-Qurayshi, los combatientes del grupo terrorista «comenzarán a incrementar sus ataques contra los cruzados desde la retirada de Estados Unidos de Irak«. El último informe del inspector general del Pentágono registró más de 400 ataques presuntamente llevados a cabo por Daesh en Irak entre abril y junio de este año, 70 de los cuales tuvieron lugar en la provincia de Kirkuk. Daesh ha llevado a cabo más de 100 ataques en Irak entre el 23 de julio y el 19 de agosto de 2020.

Todo el mundo entró en receso con la pandemia del Covid-19, incluso el Estado Islámico, que ya venía hace unos meses disminuyendo aún más su poderío. Son seres humanos igual que todos, por lo tanto, no están exentos de contagiarse del coronavirus, pero su religión los hace pensar distinto y dejar todo en manos de Dios. https://www.iniseg.es/blog/seguridad/que-pasa-con-el-terrorismo-yihadista-durante-la-pandemia-del-covid-19/

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