Acerca de la vital importancia de la presencia de un padre amoroso para el bienestar de sus hijos, y su futuro como adultos. «Vida sin padre»: menos universidad, menos trabajo y más prisión para los jóvenes que crecen sin su padre biológico.

CARLOS AURELIO CALDITO AUNIÓN.

Un estudio reciente realizado por el Instituto de Estudios de la Familia (IFS, por sus siglas en inglés) revela el papel vital que juega la presencia de un padre amoroso en el bienestar de sus hijos.

El estudio (publicado recientemente en los EEUU), titulado «‘La vida sin padre’: Menos universidad, menos trabajo y más prisión para hombres jóvenes que crecen sin su padre biológico», pone atención en el efecto dramático que tiene la ausencia del padre en el éxito de los hombres y mujeres jóvenes.

Los números son realmente impactantes: El estudio revela que el porcentaje de mujeres y hombres que se gradúan de la universidad entre los 28 y los 34 años es del 35 % cuando su padre biológico está presente en su vida cotidiana, en comparación con un mísero 14 % cuando el padre está ausente.

De igual manera, los hombres y mujeres que calificables de “ociosos” a la edad de 29 años aumenta dramáticamente cuando el padre biológico no está presente. El estudio afirma que, los individuos «ociosos» son generalmente personas que pasan la mayor parte de sus vidas «frente a una pantalla, «vapeando», fumando marihuana o bajo la influencia de algún otro tipo de sustancia». La encuesta concluye que el 11% de los individuos con un padre biológico presente en sus vidas caerán en esa forma de «ociosidad» en comparación con el 19% de las personas en cuyas vidas el padre está ausente.

El estudio añade que, la presencia de los padres influye enormemente en que los hijos acaben siendo cumplidores de la ley. El porcentaje de jóvenes que son arrestados en algún momento de su vida a la edad de 19 años se sitúa en el 21 % para los que tienen un padre presente, pero pasa a ser el 31 % para los huérfanos de padre, o padre ausente.

La diferencia es aún más drástica para las personas que han sido arrestadas, al menos una vez, a la edad de 34 años. Apenas el 10 % de las personas con un padre presente en sus vidas entran en esta categoría, mientras que el número se duplica con creces hasta el 21 % para las personas huérfanas de padre.

El estudio vuelve a reiterar lo que ya se viene demostrando una vez tras otra: un padre puede «hacer o deshacer» el futuro de sus hijos, dependiendo de si está o no presente en sus vidas y participa, o no, en su educación y crianza. Como afirma la Biblia, los “pecados del padre” acabarán dañando a su descendencia, durante varias generaciones.

“Los padres estadounidenses están hoy más alejados de la vida familiar que nunca antes en nuestra historia”, escribió el sociólogo David Popenoe en su innovador libro  Life Without Father, «La vida sin padre» en el que pone de manifiesto la conveniencia de la paternidad y el matrimonio para el bien de los niños y la sociedad, llegando a afirmar que son indispensables.

Popenoe escribió estas palabras hace más de 25 años, pero sus afirmaciones siguen siendo tan relevantes en 2022 como lo fueron en 1996. El declive del matrimonio y el aumento de la falta de padres en los países supuestamente civilizados, siguen siendo el centro de algunos de los mayores problemas que a los que se enfrentan las diversas naciones: el crimen y violencia, fracaso escolar, muertes por desesperación y niños en la pobreza.

El porcentaje de niños que viven separados de su padre biológico casi se ha duplicado en los EEUU (y en España las cifras son similares) desde 1960, pasando de alrededor del 17% al 32 % en la actualidad; ahora, aproximadamente 12 millones de niños están creciendo en familias sin su padre biológico. 

Aproximadamente el 62,5 % de los niños menores de 18 años viven en una familia biológica intacta, el 1,7 % viven en una familia reconstituida con su padre biológico y su madrastra o madre adoptiva, el 4,2 % viven con su padre biológico soltero, y el 31,5% vive en un hogar sin su padre biológico. 

Al carecer de la participación diaria, la orientación y la influencia de su padre en sus vidas cotidianas, y de las ventajas financieras asociadas con tenerlo en el hogar, es más probable que estos niños se porten mal, se rebelen, fracasen en los estudios, y también en el trabajo a medida que avanzan hacia la adolescencia y la edad adulta. Aunque no todos los padres juegan un papel positivo en la vida de sus hijos, generalmente, a los niños les beneficia tener un padre presente e implicado en su educación y su crianza.

Este resumen de investigación del Instituto de Estudios de la Familia detalla las conexiones entre la falta de padre, la estructura familiar y el creciente número de jóvenes que acaban «torciéndose» en la vida y representan una amenaza para ellos mismos y sus comunidades. 

El Instituto de Estudios de la Familia ha observado los vínculos existentes entre la estructura familiar y la finalización de la universidad, la ociosidad, los «ninis», veinteañeros que no estudian ni trabajan, y el que acaben siendo víctimas del sistema de justicia penal (arrestos y encarcelamiento), comparando a los jóvenes de la década de 2010 con los de la década actual, utilizando la Encuesta Nacional Longitudinal de la Juventud, 1997 (NLSY97), y ha llegado a la conclusión de que, los jóvenes que se criaron en un hogar con padre biológico poseen un comportamiento radicalmente diferente a los que se vivieron en familias sin su padre biológico. 

Otro aspecto que subraya este estudio, muy importante, es que los niños -varones- en la actualidad tienen muchos problemas de aprendizaje en la escuela, y suelen ir más atrasados que las niñas en habilidades de lectura y matemáticas, y, como es lógico, tienen menos probabilidades que las niñas de graduarse de la escuela secundaria. 

Evidentemente, los jóvenes varones también tienen menos posibilidades que las mujeres jóvenes de asistir o acabar sus estudios universitarios. 

Cuando se analizan los factores que están detrás de esta  «brecha de género», se acaba descubriendo que, la estructura familiar a menudo es la primera causa. La brecha de género en la escuela primaria y secundaria, afecta más a los niños que no han crecido con ambos padres, en familias intactas en comparación con los niños que sí lo hicieron. 

La presencia de un padre biológico en el hogar está relacionada con las posibilidades de que una personas joven obtenga, o no, un título universitario. Como muestra la siguiente figura, cuando se trata de educación superior para jóvenes, la estructura familiar parece importar. Los jóvenes que crecieron con su padre biológico tienen más del doble de probabilidades de graduarse de la universidad a los 20 años, en comparación con los criados en familias sin su padre biológico (35 % frente a 14 %). Provenir de un hogar con padre biológico duplica la probabilidad de que un joven se gradúe en la Universidad.

Las familias biparentales ponen obstáculos a la ociosidad

Un título universitario no es la única medida del éxito. De hecho, obtener al menos un título de escuela secundaria y luego un trabajo de tiempo completo son dos pasos clave  para evitar la pobreza como adultos. Desafortunadamente, cada vez más jóvenes de hoy se tuercen y acaban sin tener un propósito en sus vidas, y también acaban desempleados.  

Actualmente, en los EE. UU. ha aumentado enormemente la cantidad de hombres en edad productiva que no están trabajando, y que no buscan trabajo: antes de la pandemia eran casi 7 millones de personas de edades entre 25 y 54 años.  Hoy día, estos hombres suele «matar el tiempo», y pasar horas y horas frente a una pantalla vapeando, fumando marihuana o bajo los efectos de algún otro tipo de sustancia. 

Entonces, ¿Cómo afecta la presencia o ausencia de un padre en la capacidad o el fracaso de su hijo para ser activo, emprendedor, cursar estudios de forma exitosa, o insertarse en el mundo laboral cuando llegue a la edad adulta? 

 Como ilustra la figura anterior, los jóvenes que no han crecido con su padre biológico tienen muchas más probabilidades de estar inactivos a partir de los 20 años, en comparación con los jóvenes que crecieron con su padre biológico (19 % frente a 11 %). 

Familias con padres presentes ayudan a mantener a sus hijos fuera de la cárcel 

Por supuesto, los papás hacen más que solo ayudar a sus hijos a obtener una educación y convertirse en miembros productivos de la sociedad, también desempeñan un papel importante en mantener a sus hijos fuera de problemas. Las investigaciones nos dicen que los padres implicados en la educación y crianza de sus hijos, reducen las probabilidades de que los jóvenes se conviertan en una amenaza para la sociedad. Warren Farrell, autor de  The Boy Crisis, afirma lo siguiente:

 «Los niños con una participación paterna mínima o nula a menudo ven a sus padres como modelos a seguir, pero debido a que no tienen mucho tiempo con sus padres, sus modelos a seguir son más «hombres de paja» o «papás de paja». Estos niños no se benefician de pasar la noche, pasar el rato y las muchas horas que les toma a los niños vincularse con sus padres y confiar en que sus sentimientos no serán ignorados. Los papás tienden a construir lazos con sus hijos, por ejemplo, jugando juegos y peleando, y luego usan el vínculo resultante como palanca para que sus hijos «se acuesten a la cama a tiempo» para que «no jueguen mañana por la noche». Esta aplicación de límites enseña a los niños la gratificación pospuesta. Los niños con una participación paterna mínima o nula sufren con mayor frecuencia de una adicción a la gratificación inmediata. Por ejemplo»

«Los niños huérfanos de papá a menudo experimentan un volcán de ira enconada… Y poseen una tendencia mucho mayor a portarse mal, los niños lastimados serán los más propensos a sufrir»… Los tiroteos en las escuelas, que son tanto homicidios como suicidios directos o de facto , son solo un ejemplo de cómo los niños privados de papá resultan heridos y nos lastiman a nosotros, en esencia, culpan a sus escuelas por no ser padres sustitutos adecuados.»

«Es realmente impactante comprobar que, una enorme cantidad de los terroristas de ISIS tienen en común ser niños privados de papá. También las Juventudes Hitlerianas reclutaban a niños huérfanos.«

Los niños sin padre tienen muchas más probabilidades de ser acosados, reclutados por pandillas y de unirse al ejército, situaciones que, a menudo produce alguna forma de TEPT (trastorno de estrés postraumático enfermedad mental desencadenada por una situación aterradora, ya sea por haberla experimentado o presenciado), desembocando en depresión, o aislamiento y/o alguna forma de alienación.

Un niño mira a su padre y ve al hombre en el que podría convertirse.» Si su padre está mínimamente presente, lo más normal es que ese padre sea una persona implicada en educación y crianza. Algunos niños privados de papá ven a su papá viviendo en un apartamento pequeño después del divorcio y teniendo que pelear en los tribunales para que se le permita implicarse más con ellos… Eso refuerza su tendencia a no tener metas y los conduce a un abismo de desesperanza…

 Además de ser mucho más propensos a cometer delitos y ser arrestados durante su adolescencia, los hombres jóvenes que, carecieron de padre en su vida cotidiana, tienen el doble de probabilidades de pasar tiempo en la cárcel que aquellos que han vivido con su padre biológico, cuando llegan a ledad de 30 años.

Conclusión

En  Wayward Sons: The Emerging Gender Gap in Labor Markets and Education , «Hijos rebeldes: la brecha de género emergente en los mercados laborales y la educación», los economistas David Autor y Melanie Wasserman observaron que “los niños varones criados en hogares encabezados por mujeres, tienen menos probabilidades de tener presente en sus vidas cotidianas a un miembro adulto positivo”, están «generalmente en situación de riesgo en muchos ámbitos, como el absentismo escolar, el abandono de la enseñanza, la criminalidad y la violencia” y, en consecuencia, “la menor participación del progenitor masculino puede agravar la brecha de género en el éxito o fracaso educativo y la capacidad, también de tener éxito en el mercado laboral”. 

Los resultados del estudio son concluyentes sobre el nexo entre la falta de padres, la estructura familiar y los problemas que la nación está viendo ahora entre nuestros jóvenes. Demasiados jóvenes se tambalean y se están quedando atrás de una manera u otra, ignorando el imperativo de obtener una educación, no logran avanzar hacia la edad adulta y sucumben, se dejan arrastra por la tentación de la calle y se convierten en una amenaza para la comunidad. 

Este informe de IFS revela que el problema de los jóvenes estadounidenses guarda una íntima relación con los millones de hombres que crecieron sin el beneficio de un padre biológico presente en sus vidas. Como resultado, tanto estos hombres como la comunidad están pagando un alto precio por la ruptura de la familia.

FUENTE: https://ifstudies.org/

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