MARIANO CABANILLAS.

1.- Introducción .-

Nuestro Arzobispo en su rica Exhortación de «Iglesia en Camino» sobre Pentecostés, me interpeló especialmente este párrafo:

”Tenemos urgente necesidad en la evangelización de un nuevo descubrimiento de Dios en
su realidad trascendente de Espíritu infinito de amor, como lo presenta Jesús en el Evangelio a la
Samaritana…»
Esta llamada me llevó a las siguientes reflexiones que, quiero compartir con vosotros.
En el Misterio de la Santísima Trinidad el Espíritu Santo es la persona que aunque nos resulte la
más misteriosa es la más presente en nuestra vida, en la Vida del Iglesia…

En Pentecostés celebramos el cumplimiento de la promesa de Jesús Resucitado, como nos dice el Evangelio: ”Os he hablado de esto ahora que estoy a vuestro lado, pero el Paráclito, el Espiritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre , será quien os lo enseñe todo y os vaya recordando todo lo que os he dicho”(Jn.14,25) .
Cuando los discípulos de Jesús estaban en el Cenáculo juntos, con María, se sintieron llenos del
Espíritu de Dios. A partir de entonces, comenzaron a dar testimonio y a difundir el Evangelio por
toda la tierra…Esto nos dijo Pablo: “No apaguéis la fuerza del Espíritu” (1 Tes.5,19)


2.-Creo en el Espíritu Santo.


No es fácil vivir nuestra fe en El Espíritu si no sabemos bien quién es . A veces, ciertamente no lo
conocemos bien, no lo podemos ver, pero lo experimentamos Si nos preguntan por el Espíritu
Santo, tal vez muchos cristianos no tienen una función más descriptiva que la del Credo, pero
podemos completar esta definición con los símbolos con que se nos representa. Estos símbolos nos
inculcan el ser y la acción de este Obrero Divino, como un autor lo llamó.


Reflexionemos sobre algunos de estos símbolos .


-El viento. Así se muestra en Pentecostés.

“De repente,se produjo desde el cielo un estruendo , como de viento que soplaba fuertemente, y llenó toda la casa donde estaban sentados”(He. 2.2) .
Con este símbolo se expresa su presencia invisible y , a su vez,como el aire absolutamente la presencia necesaria de Dios en la vida de la Iglesia.
-El agua. Agua de la que brota la vida eterna.

“Si alguno tiene sed, venga a mí y beba…..de su seno correrán ríos de agua viva» (Jn.7,38). Esto es lo que sucede con el agua del Bautismo que, nos hace renacer a una vida nueva y nos fecunda.
-La Unción , cuyo significado es que, se nos consagra y nos enriquece con sus dones. Su acción se
encuentra presente en el Bautismo, en la Confirmación, en la Unción de los enfermos y en el Orden Sacerdotal.
-El fuego. Este símbolo nos indica la acción purificadora y transformadora de nuestros corazones.
-La paloma. Este símbolo aparece como el más destacado. Está considerado, por su imagen, como
un don venido de lo alto y es símbolo de mansedumbre y de paz.
-Otros símbolos en los que no me detengo, para no extenderme demasiado, son la nube luminosa, el sello, la mano y el dedo de Dios.
Para comprender mejor estas palabras sobre nuestra fe en el Espíritu, quiero enriquecer el texto de la reflexión con las palabras del Papa Francisco que, no las transcribo literalmente sino de acuerdo con mi reflexión sobre ellas, pero que las podéis encontrar a través de Google en las Catequesis del Papa sobre El Espíritu Santo.

Las palabras que usaré sobre los dones y los frutos son reflexiones del Papa.


3.- Dones del Espíritu Santo.


Francisco nos dice , en primer lugar, que el Espíritu Santo siempre está con nosotros, siempre está
en nosotros, en nuestro corazón. Esto lo lleva a afirmar que Él es el Don de Dios por excelencia. A continuación señala que además, la Iglesia enumera 7 dones:

Sabiduría, Inteligencia, Consejo,Fortaleza,Ciencia, Piedad y Temor de Dios .
A continuación resumo mis reflexiones , extraídas de la doctrina del Papa, sobre cada uno de ellos.
-Sabiduría.-Este don nos lleva a ver todo con los ojos de Dios, escuchar con los oídos de Dios, amar
con el corazón de Dios, juzgar con el juicio de Dios.
-Inteligencia.-Es un Don estrechamente relacionado con la Fe. Cuando el Espíritu Santo habita en nuestro, corazón ilumina nuestra mente, nos hace crecer día a día, en la comprensión de lo que el
Señor ha hecho con y por nosotros
-Consejo.-Es el gran Don que nos ayuda para mantener una recta conciencia. Nos lleva a dirigir
nuestra mirada interior hacia Jesús, como modelo de actuar en nuestra vida.
-Fortaleza.-El Don de la fortaleza nos convierte en cristianos valientes para enfrentarnos a las dificultades de cada día, sobre todo en estos «tiempos borrascosos» que vivimos. Siempre debemos tener presente las palabras que dirigió Jesús a sus apóstoles:

” No tengáis miedo”.
-Ciencia.- El Espíritu con este Don nos enseña a juzgar rectamente todas las cosas creadas, para ver
en ellas las huellas de Dios. También nos ilumina para comprender mejor la Palabra de Dios sobre
todo en la lectura del Evangelio
-Piedad.- Nos habla sobre nuestra relación Paterno-filial con nuestro Padre-Dios. Ponernos en los
brazos de nuestro Padre, respetando siempre su voluntad, y además nos da fuerza para ser piadosos
con todos nuestros hermanos, porque todos somos hijos de Dios.

-Temor de Dios.-No se trata de tener miedo a Dios, porque es nuestro Salvador. Pero, como buenos
hijos debemos tener respeto a nuestro Padre y cumplir sus mandamientos y deseos.


4.-Los frutos del Espíritu Santo.


Al Espíritu Santo lo invocamos como Santificador y Dador de vida. Así se definió la acción del
Espíritu en Concilio de Constantinopla en el siglo IV.
Dedico este último epígrafe a hacer una reflexión sobre nuestra vida como cristianos y tomo como
elemento referencial los frutos que, dan respuesta personal a los dones del Espíritu y que todavía
recordaremos de nuestras catequesis de la infancia.

Son 12 los frutos: Caridad, gozo, paz, paciencia , longanimidad (este fruto significa fortaleza ante las adversidades),bondad, benignidad, mansedumbre, fe, modestia continencia y castidad.

Estos frutos son los que recoge la imagen que encabeza mi reflexiones, copiada de las Catequesis papales
Estas son las cualidades que observamos muchas veces en personas, a veces apartadas de las prácticas religiosas y que las calificamos como “buena gente”. Y es que el Dios, como Padre de todos, inspira a todos sus hijos.

Aquí os recuerdo un libro que cito con mucha frecuencia de un Sacerdote, amigo, natural de Segura de León, Antonio Aradilas titulado “ Dios es Buena Gente” y hay personas, no practicantes pero “buena gente”, porque Dios está con ellos.


5.-Espiritu Santo Santificador.

Hemos señalado que en el Concilio anteriormente citado se señaló al Espíritu como Santificador que nos ayuda a cumplir el precepto de Jesús “Sed Santos como vuestro Padre celestial es Santo”.
Para el camino de la Santidad, a veces nos señalamos, nos marcamos metas de santidad heroicas. Os diré que siempre he pensado: aquí siempre aspiro a estar yo. ¿Cuál e el camino, cuando rezo las letanías y llamamos a María Reina de los patriarcas, de los profetas, de los apóstoles, de los confesores, de los mártires, de las vírgenes, para terminar, dice de todos los santos.
La respuesta la encontré hace unos días en las palabras de nuestro Papa Francisco con las que quiero cerrar estas reflexiones.
Estas palabras fueron pronunciadas por el Papa (16-5-2022) en la homilía del acto de la Declaración como Santa a la religiosa Mª Francisca de Jesús. Nos dijo “que había que desterrar la creencia de que la Santidad es una etapa inalcanzable….” Que no hay santidad de fotocopias, porque cada una es original.”

A continuación, el Papa analiza las diferentes formas de santidad según los diferentes estados de vida: religiosos, casados, padres, abuelos, trabajadores… y los que tienen que ejercer alguna
autoridad. Para todos señala el camino.

Mi reflexión va referida, como es lógico, a mi estado
laical.
Esta son sus palabras objeto de reflexión:

a) Como casado ”Sé santo amando y ocupándote de tu marido o de tu esposa, como Cristo lo hizo con la Iglesia».

b) Como trabajador “Sé santo cumpliendo con honradez y competencia tu trabajo al servicio de los hermanos

c) Como padre, madre abuelo o abuela: ”Sé santo enseñando con paciencia a los niños a seguir a Jesús.»

d) Si ostentas algún poder: “Se santo luchando por el bien común y renunciando a tus intereses personales”
Mariano Cabanillas

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