La ONU, el principal enemigo de la humanidad
CARLOS AURELIO CALDITO AUNIÓN
Es prioritario identificar al enemigo.
Hoy voy a identificar, e intentar ayudarles a comprender, la organización que constituye el principal enemigo de la humanidad y de nuestras libertades: las Naciones Unidas.
En este, ensayo pretendo abordar las numerosas perversiones de nuestro entorno político provocadas por la ONU, sus agencias y sus compinches: la Unión Europea, empresas multinacionales, diversas organizaciones internacionales como el Foro Económico Mundial (FEM), el Club de Roma, el Club Bilderberg y muchos gobiernos nacionales, cuyos principales partidos llevan décadas implicados en estos asuntos. Estas organizaciones, bajo la apariencia de filantropía o cooperación, operan como instrumentos de coordinación ideológica y social, promoviendo agendas globales que a menudo chocan con la libertad y la soberanía de los pueblos.
Génesis de la ONU y sus objetivos originales
Aunque formalmente se instituyó en 1945, la ONU nació en gestación varios años antes, con la Carta del Atlántico (1941) y la Declaración de las Naciones Unidas (1942). Los “Cuatro Grandes” —Estados Unidos, Reino Unido, China y la Unión Soviética, con Francia incorporándose tras su liberación en 1944— fijaron una visión de cooperación internacional, derechos humanos y seguridad social, con la promesa de que todos “puedan vivir libres del temor y la miseria”.
La Carta de las Naciones Unidas (1945) consagró como fines principales: preservar a las generaciones futuras del flagelo de la guerra, recuperar la fe en los derechos humanos y promover progreso social y económico bajo un concepto más amplio de libertad. Los órganos principales —Asamblea General, Consejo de Seguridad, ECOSOC, Consejo de Administración Fiduciaria, CIJ y Secretaría— fueron diseñados para armonizar la acción internacional en pos de estos objetivos.
Sin embargo, la práctica ha desvirtuado estos ideales, convirtiendo la ONU en un nodo central dentro de una red de poder global interconectada, que incluye organismos como el Club de Roma, impulsor de la idea de límites al crecimiento económico, y el Club Bilderberg, con sus reuniones discretas de élites políticas y financieras que definen agendas globales.
ECOSOC y la maquinaria de control social
El Consejo Económico y Social (ECOSOC) coordina los ámbitos económico y social de la ONU y proporciona un canal para que miles de ONG influyan en su trabajo. Desde informes como “La Gran Transformación Tecnológica Verde” (2011) hasta la supervisión de agendas de desarrollo sostenible, ECOSOC ha sido un vector de políticas intervencionistas globales.
Entre sus organismos especializados se encuentran la FAO, FMI, UNESCO, OMS, PNUMA, Grupo del Banco Mundial y OMM, todos implicados en promover agendas que subvierten la libertad económica y política de los ciudadanos.
- UNESCO y PNUMA han impulsado la “agenda verde”, elevando la protección de la naturaleza por encima de los derechos humanos. La “Carta Mundial de la Naturaleza” (1982) declaró a la vida silvestre más importante que el hombre, con la aprobación de 111 países.
- OMS: su actuación durante la pandemia de COVID-19 fue dictatorial, siguiendo posturas políticas y promoviendo medidas uniformes que restringen libertades.
- CEPE: promueve políticas urbanas “inteligentes” y la Agenda 21, fomentando ciudades vigiladas y transporte público obligatorio, sin consentimiento ciudadano.
La ONU como estado supra-nacional y la red de élites
La ONU se ha arrogado privilegios estatales: inmunidad frente a registros, impuestos o juicios; inmunidad funcional para sus empleados; emisión de pasaportes y control de su propio aparato burocrático. Es, en la práctica, un estado superior a los estados, con altos cargos que funcionan como un cuerpo de élite antidemocrática e irresponsable.
Sin embargo, no ha reducido el poder bélico de los Estados: estos aún pueden cometer agresiones si poseen fuerza militar suficiente, mientras la ONU permanece inoperante en conflictos como Ucrania o Palestina.
A esta estructura se suma la influencia discreta pero decisiva de organizaciones como el Club de Roma, el Club Bilderberg y el FEM, que operan como instrumentos de planificación y normalización de políticas globales. A través de estas redes, la ONU puede coordinar agendas ambientales, económicas y sociales con gobiernos nacionales y corporaciones multinacionales, asegurando que incluso lo que parecería impensable se presente como inevitable o moralmente necesario.

Relaciones jerárquicas y funcionales
[ONU]
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ECOSOC CIJ / Seguridad PNUMA / OMS
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| Supervisan implementación
| de políticas ambientales y de salud
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ONG, activistas
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Influencia en políticas globales
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[Club de Roma] — planificación económica y ecológica
[Bilderberg] — coordinación política y financiera
[FEM] — influencia tecnológica y corporativa
[Vaticano] — bendición moral y legitimación
Fracasos en paz y derechos humanos
Mantenimiento de la paz: la ONU ha sido desigual. Su eficacia está limitada por los intereses de los Estados miembros. Ha sido incapaz de contrarrestar la desestabilización de países por potencias externas.
Derechos humanos: desde la Declaración Universal (1948), la ONU ha derivado hacia un enfoque colectivista que privilegia ciertos grupos en detrimento de la igualdad universal. La Comisión de Derechos Humanos fue reemplazada en 2006 por su ineficacia. Las políticas de identificación digital o el “cero neto” violan derechos fundamentales como la privacidad y la libertad económica.
Cambio climático y CIJ: la opinión consultiva de 2025 sobre el cambio climático vincula emisiones a derechos humanos, pero ignora los efectos adversos de políticas coercitivas sobre los más pobres. No existe prueba definitiva de que las emisiones humanas causen tales consecuencias, y el disenso científico ha sido silenciado.
Progreso social: lejos de elevar la calidad de vida, las políticas de la ONU han contribuido al empobrecimiento relativo de los ciudadanos.
La ventana de Overton y la imposición de lo aberrante
La élite globalista utiliza la ventana de Overton para normalizar lo impensable: primero se debate, luego se acepta, y finalmente se legisla como derecho. Esto ha permitido consagrar el aborto, la eutanasia, la ideología de género e incluso propuestas aberrantes bajo la apariencia de derechos. La moralidad pública se redefine, y lo que antes era tabú se convierte en obligación legal.Idea radical propuesta (ej. control ambiental extremo).
Mecanismo de normalización de agendas
Difusión a través de agencias ONU, FEM, medios y ONG
Debate en la opinión pública (“aceptabilidad”)
Cambio de percepción: la ventana de Overton
Legislación y consagración en constituciones
Aplicación coercitiva y seguimiento global
La “bondad extrema” y el control moral
Mauricio Rojas denunció la bondad extrema como perversión moral: la ideología que, en nombre de la compasión, destruye la responsabilidad individual y la libertad. La ONU y sus agencias aplican esta lógica al diseñar políticas de ingeniería social, rediseñando al ciudadano y sustituyendo la ética por un humanitarismo coercitivo.
Nietzsche describe cómo la moral de los esclavos convierte el resentimiento en poder, y Dostoievski anticipa que, sin límites absolutos, todo está permitido. La ONU, siguiendo estos principios invertidos, manipula la moral para consolidar un dominio global y silencioso.
El papel del Vaticano: bendición moral del globalismo
No puede ignorarse la participación activa del Vaticano en este esquema. Con la encíclica Laudato Sí del Papa Francisco, se bendice públicamente la agenda globalista y se propone un orden mundial presidido por un supragobierno de la ONU, legitimando la agenda de control ambiental, social y moral a escala planetaria.
Esquema gráfico-cronológico de la ingeniería globalista
1941 — Carta del Atlántico
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|— Bases ideológicas de cooperación internacional y “derechos humanos”
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1942 — Declaración de las Naciones Unidas
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|— Consolidación de “Cuatro Grandes” (EE. UU., UK, China, URSS) + Francia
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1945 — Fundación formal de la ONU
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|— Órganos principales: Asamblea General, Consejo de Seguridad, ECOSOC, CIJ, Secretaría
|— Objetivos originales: Paz mundial, derechos humanos, progreso social
v
1968-1972 — Agenda ambiental y ecológica global
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|— UNESCO: “El Hombre y la Biosfera”
|— PNUMA: Carta Mundial de la Naturaleza (1982)
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1970s — Club de Roma
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|— “Límites al crecimiento”, planificación global económica y ecológica
v
1970s — Club Bilderberg
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|— Reuniones discretas de élites políticas y financieras
|— Coordinación de políticas internacionales
v
1980s-1990s — FEM y nuevas agendas globalistas
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|— Transformación tecnológica, economía verde, sostenibilidad y gobernanza supranacional
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2005-2025 — Normalización legal de agendas
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|— Introducción de políticas mediante la ventana de Overton
|— Legislación sobre aborto, eutanasia, ideología de género, derechos colectivos
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2015 — Laudato Sí (Vaticano)
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|— Bendición moral del orden global y la primacía de la ONU en gobernanza planetaria
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2020s — Consolidación de la ingeniería social global
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|— Políticas de cero neto, identificación digital, ciudades inteligentes
|— Coordinación entre ONU, CEPE, ECOSOC, UE, Club de Roma, Bilderberg y FEM
|— Aplicación de la “bondad extrema” de Rojas: control social y moral bajo pretexto humanitario
Impacto global y «colonización» de constituciones
La ONU y sus agencias, junto con UE, Club de Roma, Bilderberg y FEM, influyen en constituciones y políticas nacionales para consagrar agendas internacionales: aborto, eutanasia, ideología de género, y otros “derechos” que restringen la libertad individual y la soberanía de los pueblos.
Hemos de despertar y comenzar una rebelión moral
La ONU, lejos de cumplir sus fines originales, ha asumido agendas que destruyen democracia, prosperidad y derechos humanos. Los ciudadanos han sido reducidos a datos, objetos de políticas diseñadas sin su consentimiento.
Como recordaba mi abuelo materno, sin duda un patriota, aunque él posiblemente no era consciente:
“A los enemigos no se les teme; se les hace frente.”
Es hora de despertar, reconocer al enemigo y actuar con coraje. La rebelión moral no es violencia, sino afirmación de la verdad, defensa de la libertad y recuperación de la dignidad humana frente a la ingeniería globalista. La élite utiliza todas las herramientas posibles —ONU, UE, agencias internacionales, Club de Roma, Bilderberg y bendición moral del Vaticano— para imponer su visión, y solo reconociendo la magnitud del problema podremos resistir y recuperar nuestra independencia.
