La España oficial «celebra» con hipocresía la Constitución más maltratada y violada de nuestra historia moderna

Francisco Rubiales

La España oficial celebra hoy hipócritamente una Constitución que es maltratada y violada desde el corazón del Estado. Desde que entró en vigor, en 1978, la Constitución Española nunca estuvo más postrada y dañada que en el presente. Pero lo grave es que los principales violadores y maltratadores son el gobierno y los partidos que lo integran.

Nunca en nuestra historia moderna una Corta Magna fue tan despreciada, maltratada, vejada y violada por los que tienen el deber de respetarla y defenderla como la Constitución de 1978, hoy vigente pero en estado de catástrofe.

Cientos de militares escriben al rey denunciando las violaciones de la Constitución y las agresiones a la democracia desde el gobierno de Sánchez

Cientos de militares escriben al rey denunciando las violaciones de la Constitución y las agresiones a la democracia desde el gobierno de Sánchez Celebrar el «Dia de la Constitución» mientras la Carta Magna es violada y maltratada desde el mismo gobierno y los partidos que lo sostienen es un acto de hipocresía y bajeza casi insuperable. El gobierno es el principal enemigo de la Constitución española y esa verdad, hiriente y denigrante, convierte a España en un Estado casi fallido, donde sus principales enemigos tienen el poder en sus manos.

Esa es la auténtica gran tragedia de España: sus peores enemigos tienen el poder. Muchas decisiones no las toman ya los que fueron votados por los ciudadanos, sino partidos minoritarios, sin apenas votos, llenos de rebeldía y odio a España, a los que el PSOE, de manera temeraria y traicionera, ha incorporado a la «dirección del Estado».

Conmemoramos hoy el 42 aniversario de la Constitución Española, pero lo hacemos de manera hipócrita, festejando en lugar de llorando, sin el luto merecido, ocultando que el gobierno es el mayor violador de la Carta Magna. En Cataluña y Vascongadas, donde se gobierna sólo para menos de la mitad de la población, la violación constitucional es continua y de una gravedad espeluznante.

El PSOE y el PP se autoproclaman «constitucionalistas», pero ni uno ni otro han dado la talla en materia constitucional, aunque el PP nunca llegó tan lejos en la violación como lo está haciendo el peligroso y demencial PSOE de Pedro Sánchez.

La Constitución se viola cuando se roba, cuando se abusa del poder, cuando se intercambian votos por concesiones, cuando se alimenta en lugar de combatir el independentismo catalán y vasco, cuando se cierran los ojos ante las agresiones al ciudadano, cuando se cobran comisiones por contratos y subvenciones, cuando se abusa del poder, cuando se cobran impuestos abusivos y anticonstitucionales, como se deteriora adrede la sanidad, la educación y otros valores fundamentales, cuando se causan muertos por negligencia en la pandemia, cuando se destrozan los valores y cuando se otorgan privilegios, contratos o puestos de trabajo a los familiares, amigos y compañeros del partido, violando así el principio de igualdad de oportunidades, primordial en democracia.

Se viola también la Constitución cuando no se defienden las fronteras de España, cuando se permite la llegada en masa de delincuentes extranjeros y cuando se llenan las calles de ladrones y asesinos que hacen la vida imposible a los ciudadanos y a la gente española de bien, cuando se destroza la igualdad ante la ley que proclama la Carta Magna y se beneficia a la mujer y se perjudica al hombre en las leyes, cuando se convive con los corruptos y cuando se se permite que miles de políticos se enriquezcan sin que puedan explicar sus abultados patrimonios.

Desde el gobierno se propicia y estimula la «desigualdad», premiando a los amigos y castigando a los enemigos, comprando votos a los nacionalistas y proetarras con dinero y privilegios que rompen la igualdad garantizada por la Constitución.

Desde el gobierno se limita la libertad de enseñanza, violando así la Constitución.

Desde el gobierno se vigilan las redes sociales, se reprimen las críticas, se presiona a las empresas que gestionan la comunicación y se establecen varios tipos de censura, violando así el principio constitucional de libertad de expresión.

Desde el gobierno se asalta la independencia del poder judicial, se coloca a un fiscal controlado y se presiona desde todos los ángulos a jueces y magistrados, violando así el principio constitucional de separación de poderes.

Desde el gobierno se prostituye la democracia, se coartan las libertades, se despilfarra, se reparte el dinero público con injusticia y desigualdad, se estimula y protege a los separatistas, se otorga poder a los que defienden el terrorismo y la ruptura de España, se condena a los opositores a ruina económica, marginación en sus carreras profesionales y «muerte civil», se cobran impuestos abusivos, se miente y desprecia la transparencia, se compran medios de comunicación y se pagan a periodistas y comunicadores mercenarios y sometidos, violando el derecho a informar y ser informado verazmente, se roba y se practica la corrupción en múltiples modalidades y un largo etcétera de vejaciones, desprecios, violaciones y maltratos a la Constitución que hoy hipócritamente se defiende y se viola.

Pedro Sánchez, el gran sacerdote de las tribus violadoras, acaba de pronunciar su enésima mentira al asegurar que mientras el PSOE esté en el poder, la Constitución Española será respetada. Es, probablemente, la mas sucia y denigrante mentira emitida por el más mentiroso de los gobernantes españoles desde el felón rey Fernando VII.

Las cartas de los valientes militares al rey lamentando que la Constitución esté siendo pisoteada son documentos de verdad y certeza denigrados por la prensa sometida y por esos periodistas mercenarios sometidos al poder y a la mentira. Son muchos millones de españoles los que firmarían cartas de queja como esas.

Han tenido que recurrir a airear un chat enloquecido de viejos furiosos retirados y descontrolados para desacreditar unas cartas al rey que hoy representan el mayor orgullo de España y la más decente y valiente defensa de la Constitución y la maltrecha democracia española.

Francisco Rubiales

Francisco Rubiales Moreno


1948, Villamartín (Cádiz). Doctor en Periodismo, ha sido corresponsal de guerra (Ramadam 1973, Nicaragua 1979 y El Salvador 1980), director de las delegaciones de la Agencia EFE en Cuba, Centroamérica e Italia, así como director de Comunicación de Expo’92. Autor de los libros ‘China, nueva cultura’, ‘El debate andaluz’, ‘Democracia secuestrada’, ‘Políticos, los nuevos amos’, ‘Periodistas sometidos’, ‘Las revelaciones de Onakra, el escriba de Dios’ y ‘Hienas y buitres, periodismo y relaciones…

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