Ignorancia, miedo, odio y violencia: Israel el «antipático» estado espartano de Oriente Medio…

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La ecuación que mueve al mundo

Averroes, el filósofo andalusí seguidor de Aristóteles, lo dijo con absoluta lucidez:
“La ignorancia incita al miedo, el miedo empuja al odio y el odio a la violencia”. Esta ecuación es esencial para entender no solo el conflicto israelí-palestino, sino la manipulación de emociones, percepciones y relatos históricos que gobiernan la política mundial.

Olvídese de relatos edulcorados que presentan a Palestina como víctima eterna y a Israel como agresor inmutable. Olvídese también del sentimentalismo tóxico que domina los medios de información, creadores de opinión y manipulación de masas, y las redes sociales: llorar en público, exhibir gestos dramáticos o emplear la compasión como arma son tácticas que reemplazan análisis racional por respuesta emocional.

Palestina, como Estado, nunca existió. Lo que hoy se llama “pueblo palestino” es el producto de décadas de conflictos, liderazgos fallidos, manipulaciones ideológicas y dependencia de la violencia. Israel, en cambio, es un Estado real, forjado después de siglos de persecución, diáspora y genocidio. Su existencia no es una cuestión de mapas o relatos, sino sobre supervivencia estratégica.


Palestina: historia, mito y manipulación

El vocablo “Palestina” es una deformación de la palabra hebrea “filisteos”, los antiguos “pueblos del mar” de la franja costera. Durante siglos, la región fue conocida como Judea, Samaria o Canaán. Los romanos introdujeron la denominación Palestina tras las rebeliones judías, buscando borrar la memoria histórica de Judea y del pueblo hebreo.

Posteriormente, la región pasó por dominación bizantina, árabe, mameluca y otomana. Nunca existió un Estado palestino autónomo ni siquiera como provincia significativa; todo se administraba desde imperios externos. La idea de “identidad nacional palestina” es un concepto moderno, sin base histórica real, creado y fomentado por intereses políticos contemporáneos para justificar demandas territoriales y victimismo.

Línea temporal histórica

  • Siglo I a.C. – Siglo I d.C.: Roma nombra la región “Palestina” para borrar a Judea.
  • Bizantinos / árabes / mamelucos / otomanos: sin Estado palestino; control externo.
  • 1917-1947: Mandato Británico; responsabilidad de facilitar un hogar nacional judío.
  • 1948: Guerra de independencia de Israel; ~700.000 refugiados palestinos.
  • 1950-1980: Conflictos regionales (Septiembre Negro, Guerra Civil Líbano).
  • 1990s-2000s: Acuerdos de paz frustrados; Segunda Intifada.

Actores clave y liderazgo

ActorRol / Influencia
Haj Amin al-HusseiniColaboración nazi, influencia ideológica sobre Arafat, bloqueo de huida de judíos, promoción de la Solución Final en Oriente Próximo.
Yasser ArafatLiderazgo palestino: terrorismo internacional, secuestros, resistencia violenta, consolidación de narrativa victimista.
IsraelEstado judío: supervivencia estratégica, cohesión social, superioridad tecnológica, ejército disciplinado.
Países árabesRechazo a recibir refugiados; intereses políticos y económicos por encima de solidaridad regional.

Haj Amin al-Husseini colaboró con Hitler y Eichmann, organizó unidades musulmanas de las SS y sentó las bases ideológicas de Arafat. Este último heredó una filosofía basada en la resistencia violenta, secuestros y sabotaje político, que ha sido un factor constante en la perpetuación del conflicto.

Los países árabes vecinos, lejos de asumir responsabilidades, priorizaron intereses políticos y económicos sobre la acogida de refugiados, reforzando la dependencia de la violencia y la incapacidad de autogobierno palestino.


Israel: síntesis Atenas-Esparta y estrategia de supervivencia

Israel, con apenas 10 millones de habitantes y rodeado de Estados hostiles, ha logrado sobrevivir mediante una estrategia híbrida inspirada en la lección histórica de Atenas y Esparta:

  • Atenas: libertad, innovación, democracia, cultura y pensamiento racional.
  • Esparta: disciplina, cohesión, ejército fiel y defensa estratégica del Estado.

Esta síntesis no es anecdótica: como plantean Platón y Aristóteles, un gobierno de los más sabios necesita un ejército leal, capaz de proteger fronteras, evitar crímenes internos y mantener la estabilidad política. Sin fuerza disuasoria, la sabiduría y la virtud de los gobernantes son vulnerables a la manipulación y la destrucción.

Israel combina cohesión social, memoria histórica del Holocausto y superioridad tecnológica para defender su existencia, manteniendo al mismo tiempo un proyecto político y civilizatorio que respeta, dentro de sus posibilidades, los principios de democracia ilustrada.


Antisemitismo contemporáneo, doble rasero y sentimentalismo tóxico

Israel está sometido a un escrutinio extremo que ningún otro conflicto recibe:

  • Movimientos como BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones) instrumentalizan la historia del antisemitismo.
  • Se aplica un doble rasero global: otras guerras y conflictos no provocan el mismo despliegue mediático.
  • La sociedad reacciona emocionalmente, no racionalmente: lágrimas públicas, adultos, ancianos y niños son usados como símbolos.

La manipulación emocional reemplaza el análisis racional y bloquea soluciones perdurables. Mientras persista la negación de la legitimidad del Estado judío, la paz será imposible.


La lógica de necesidad: traslado y control territorial

Históricamente, los conflictos prolongados han requerido decisiones duras:

  • Estados Unidos: traslado forzoso de los pueblos indígenas a reservas.
  • Unión Soviética: deportaciones masivas por razones estratégicas o de seguridad.

Israel percibe que la guerra y el terrorismo continuarán mientras existan grupos armados en Gaza y Cisjordania. La única alternativa al conflicto perpetuo sería trasladar a la población a otros países árabes, con control, reconstrucción y costos asumidos por Israel. No estamos hablando de una cuestión de justicia, sino de necesidad estratégica: mantener la supervivencia del Estado frente a amenazas existenciales.


Atenas versus Esparta: dilema civilizatorio

Más que contradicción, la confrontación Atenas-Esparta es un dilema que obliga a síntesis y reinvención. Para preservar la existencia, la tradición, la forma de vida occidental y la civilización judeocristiana-grecorromana, un Estado moderno debe combinar:

  • Libertad y pensamiento racional (Atenas)
  • Fuerza, disciplina y lealtad (Esparta)
  • Gobierno de los mejores, virtuosos y sabios (Aristóteles)
  • Capacidad de defensa permanente, pragmatismo y lucidez estratégica

Israel ha aplicado esta síntesis de manera consciente: sin ella, cualquier democracia es vulnerable a la manipulación emocional y al caos externo.


Conclusión: lucidez frente a barbarie.

La ecuación de Averroes no es abstracta: ignorancia → miedo → odio → violencia. Las emociones gobiernan política, manipulan opiniones y condicionan decisiones. Solo la lucidez, la decisión estratégica y la fuerza racionalmente aplicada pueden preservar la civilización y evitar la barbarie.

Israel lo demuestra: su existencia, su estrategia y su síntesis Atenas-Esparta son lecciones vivas de supervivencia, disciplina y pensamiento racional en un mundo donde la emoción y el relato distorsionado están presentes demasiado a menudo.


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