Dilatar «la independencia» para vivir del cuento

CÉSAR ALCALÁ

La Conferencia Nacional de ERC, que se ha celebrado los días 12 y 13 de marzo, en La Farga de L’Hopitalet de Llobregat (Barcelona), ha puesto de manifiesto que, el invento de Artur Mas de 2012, sigue en vigor. Mas optó vivir del procés para dilatar en el tiempo su poder político y tener a una serie de personas viviendo del cuento y convirtiéndose en estómagos agradecidos. Pues bien, la estrategia política que han aprobado las bases de ERC, son esto. Una manera de vivir de la política a lo largo del tiempo. Y es que, como he dicho muchas veces se vive muy bien de la independencia que en la independencia.

A parte de pedir lo de siempre. Esto es, amnistía y autodeterminación, con un referéndum vinculante y con reconocimiento internacional, comparar la situación de Ucrania con la catalana, añaden lo siguiente: “no renunciamos ni renunciaremos a ningún instrumento democrático que nos permita decidir sobre nuestro futuro colectivo para llegar a la república catalana, desde acciones de desobediencia política y social hasta acciones de desbordamiento democrático para hacer posible el derecho de autodeterminación”.

Este desbordamiento democrático, que queda muy bien pero pocos saben lo que es, ya lo propuso Puigdemont en diciembre de 2020. Ante el Consell per la República afirmó que “ganar al poderoso Estado español a través de un desbordamiento democrático”. Con lo cual, los de ERC no han innovado nada. Solo han copiado un propuesta del presidente fugado.

También han abordado la mesa de negociación, aunque no hay prisa, según ellos. Tarde o temprano se escucharan sus propuestas. Por eso “no hablamos de cuándo se producirá la independencia, sino qué condiciones hace falta para llegar y trabajar para que se den esas condiciones”. Con lo cual, como he dicho antes, dilatamos en el tiempo el conflicto político -como dicen ellos- para seguir viviendo del cuento.

Y no acaban aquí. El pragmatismo se ja instalado en ERC. Estos reconocen que es preciso trabajar en una estrategia, pero rehúye poner fechas a corto plazo y hablan de construir un país en 2040 y más allá. “Hemos aprendido que ponernos límites y corsés en forma de fechas fijadas u hojas de ruta inamovibles nos debilita y nos limita el margen de maniobra. Por eso, nosotros no hablamos de cuándo se producirá la independencia, sino de cuáles son las condiciones que se necesitan para llegar a ella. Y por eso nuestro compromiso consiste en trabajar cada día para que se den estas condiciones lo más pronto posible”.

Con lo cual, todo lo vivido en Cataluña estos años-no nos olvidemos de los ocurrido en 2017- era una farsa. Se les escapó de las manos. Su intención era dilatar el procés. El problema es que las bases, los ciudadanos catalanes que se creyeron esas mentiras, se levantaron como un solo hombre, y se vieron forzados a actuar contra su voluntad. Rompieron una sociedad y mintieron. Ahora no van a incurrir en el mismo error. De ahí esta afirmación.

Ahora bien, ¿qué ocurrirá en el 2040? ¿Cómo pretenden llegar ahí? ¿Qué harán? No lo saben ni ellos. Esto queda demostrado. Han puesto una fecha, dentro de 17 años, para que la gente se vaya apaciguando y ellos poder sobrevivir de la política sin trabajar. En 2040, como que la mayoría de los que estaban este fin de semana en la Conferencia Nacional ya no estarán en la primera fila de la política de ERC, los que vengan que arreen.

Y lo vemos cuando, al hablar de estas preguntas que nos hemos planteado, dan una serie de apuntes o futuros ejes de actuación etéreos. ¿Cuáles? Hablan de erradicar la corrupción, reparlamentarizar la vida política, democratizar el poder judicial, de los derechos LGTBIQ+, reforzar la representatividad y la inclusividad de las instituciones, complementar los mecanismos de democracia participativa, reafirmar el feminismo como uno de los valores centrales de la democracia y “reformular la seguridad no como simple sinónimo de orden público (seguridad de Estados y propiedades), sino de seguridad humana (seguridad de las personas)”.

Todo muy loable, pero en ningún momento se plantea la estructura de país que quieren a partir del 2040. Si habrá un constitución, como se estructuraran las instituciones, qué pasara con las pensiones, si Cataluña tendrá representación dentro de la Unión Europea, cómo será el referéndum, qué tipo de sociedad se construirá en Cataluña… En fin, vacío de contenido y con muchas propuestas que no llevan a una independencia. Con lo cual la estrategia política de ERC es una nueva vuelta de tuerca para reírse de la sociedad catalana y para cobrar ellos a final de mes. Y esto último es lo único que les interesa.

CÉSAR ALCALÁ

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