Carta abierta al antisemita Pedro Sánchez

Fernando Melnizky – Red de Defensa de Israel
Señor presidente del gobierno de España:
Usted ha cruzado una línea. Y no lo ha hecho por error, ni por falta de información. Lo ha hecho con plena conciencia, porque su narcisismo político y su necesidad de aplaudidores lo empujan a complacer al extremismo más reaccionario de Europa y al islamismo más fanatizado del planeta.
Usted no ha condenado a Israel. Usted ha condenado al pueblo judío. Porque cuando un jefe de Estado equipara la legítima defensa de una nación democrática con el terrorismo de una organización genocida como Hamás, no está opinando: está siendo cómplice.
Se lo digo con claridad, señor Sánchez: sus palabras no son diplomacia, son veneno. No son neutralidad, son odio. Y no nos impresiona su retórica “progresista” ni sus falsas lágrimas por los niños de Gaza, cuando jamás derramó una por los bebés israelíes degollados el 7 de octubre, ni por las mujeres violadas, ni por los ancianos calcinados en sus casas.
A usted no le importan los derechos humanos. Le importa la narrativa. Esa que le garantiza votos de sectores antisemitas camuflados de “defensores de Palestina”. Porque si le importaran los derechos, estaría hoy exigiendo la liberación de los rehenes, condenando el antisemitismo en las calles de Europa, y protegiendo a los judíos de su propio país que hoy se sienten nuevamente señalados. Sí, señor presidente, señalados… por usted.

Su decisión de reconocer un inexistente Estado palestino gobernado por criminales, y su enfermiza obsesión contra Israel, quedarán grabadas en la historia como una vergüenza moral. Usted pasará como el gobernante que eligió agitar el odio y legitimar el terror. Porque eso es lo que hace cuando insulta a Israel: legitima a los que lanzan cohetes sobre civiles, usan escuelas como arsenales y escudos humanos como táctica de guerra.
Y créame, no estamos dispuestos a callar. Los judíos aprendimos, hace mucho, que el silencio es cómplice. Usted se acostumbró a hablar sin consecuencias. Hoy las tiene: su nombre quedará ligado, no al humanismo que tanto proclama, sino al desprecio más miserable por la verdad.
Usted, Pedro Sánchez, es funcional al antisemitismo. Y lo será recordado como tal.
Am Israel Jai.
Fernando Melnizky
Red de Defensa de Israel