¿A qué esperan PP y VOX?

Por un proyecto nacional de derecha social decente: necesidad de un buen diagnóstico y unos objetivos concretos para regenerar España
CARLOS AURELIO CALDITO ANIÓN.
¿Hasta cuándo la parálisis y la división?
La terrible situación que sufre España exige, más que nunca, un proyecto de gobierno de derecha social, decente, con objetivos claros, concretos, a corto, medio y largo plazo, temporalizados y precisando los medios materiales, humanos y procedimientos a emplear. Pero, sobre todo, exige un diagnóstico realista, sin engaños, por muy impopular que pueda ser. La pregunta es clara: ¿A qué esperan PP y VOX para actuar juntos y ofrecer una alternativa real y regeneradora?
El legado de la derecha social: construcción, cohesión y ascenso social:
Formación Profesional Acelerada (FPA): una revolución educativa y laboral
- Orígenes y objetivos: La FPA fue impulsada por el régimen de Franco en los años 50 y 60, con el objetivo de formar, en periodos cortos (normalmente seis meses), a obreros especializados para responder a la demanda de mano de obra cualificada de la nueva industria española. Los cursos combinaban teoría y práctica en talleres de soldadura, torno, fresado, ajuste mecánico, electrodinámica y electricidad, entre otros.
- Acceso y ascenso social: Los alumnos, procedentes de familias humildes, recibían una formación intensiva y remunerada, lo que permitía el acceso a empleos de calidad y facilitaba la movilidad social. Empresas e industrias colaboraban activamente, contratando a los egresados.
- Innovación y legitimidad: La FPA fue un mecanismo de legitimación del régimen y, sobre todo, una herramienta eficaz de reconversión profesional y formación continua para adultos, anticipando el modelo de aprendizaje dual y la formación a lo largo de la vida.
- Desmantelamiento: Tras la Transición, la FPA fue integrada en el sistema educativo general, perdiendo su especificidad y eficacia. Ningún modelo posterior ha igualado su flexibilidad ni su impacto en la promoción obrera.
Patronato de Promoción Obrera (PPO): reciclaje y promoción profesional
- Creación y funciones: El PPO, creado en 1964, fue el principal programa estatal de promoción profesional obrera. Su finalidad era triple: reconversión de trabajadores del sector primario, cualificación y reciclaje profesional, y adaptación a nuevas especialidades industriales.
- Funcionamiento: Los cursos del PPO eran intensivos y adaptados a las necesidades del mercado laboral. Los trabajadores mantenían su jornal durante la formación, lo que facilitaba la participación masiva.
- Impacto: El PPO permitió a miles de españoles mejorar su situación laboral y profesional, siendo clave para la industrialización y el desarrollo económico de los años 60 y 70.
- Desaparición: Con la llegada de la democracia y la reforma educativa, el PPO fue desmantelado y nunca sustituido por un sistema igual de eficaz.
Escuelas de Capacitación Agraria: modernización del campo y dignidad rural
- Creación y función: Bajo el franquismo, se crearon decenas de escuelas de capacitación agraria, orientadas a la formación técnica de agricultores, ganaderos y jóvenes del medio rural.
- Modernización: Estas escuelas ofrecían conocimientos modernos sobre cultivos, maquinaria, gestión y comercialización, contribuyendo a la modernización y profesionalización del campo español. La formación agraria pública fue un pilar esencial para la mejora de la productividad y la dignidad del trabajo rural.
Reforma agraria, colonización y repoblación de la “España vacía”
- Reforma agraria y colonización: Tras la guerra civil, el régimen franquista optó por una política de colonización agraria y transformación técnica del campo. A través del Instituto Nacional de Colonización, se crearon cerca de 300 pueblos y barriadas nuevas en zonas despobladas o de baja productividad, especialmente en el sur y el oeste peninsular. El objetivo era repoblar la “España vacía”, transformar secanos en regadíos, modernizar la agricultura y asentar a miles de familias en nuevas explotaciones agrícolas.
- Creación de pueblos y repoblación: Los nuevos pueblos, dotados de casas, escuelas, iglesias y servicios, permitieron a decenas de miles de familias acceder a la propiedad de la tierra y a una vida digna, aunque a menudo con condiciones económicas duras y exigencias financieras elevadas por parte del INC. La solidaridad vecinal y el esfuerzo colectivo fueron claves para la supervivencia y el éxito de muchas de estas colonias.
- Balance y boicot posterior: Esta política, aunque imperfecta y criticada por su sesgo a favor de terratenientes y por la dureza de las condiciones impuestas a los colonos, supuso la mayor operación de repoblación rural de la historia contemporánea de España. La posterior incorporación a la Unión Europea y la aplicación de la PAC (Política Agraria Común) supusieron, en la práctica, una contrarreforma que desmanteló buena parte de lo logrado, vaciando de nuevo el campo y condenando a la marginalidad a muchos de estos pueblos.
Universidades laborales: educación integral y movilidad social
- Creación y misión: Las universidades laborales, creadas entre 1955 y 1956, ofrecían educación secundaria y técnica a hijos de trabajadores, especialmente huérfanos. Combinaban formación académica, técnica, humana y deportiva, con instalaciones modernas y residencias.
- Función social: Permitieron el ascenso social de miles de jóvenes, cubriendo un vacío que ni la universidad tradicional ni la escuela pública podían atender.
- Desmantelamiento: Tras la muerte de Franco, la mayoría de universidades laborales fueron reconvertidas o abandonadas, perdiendo su función original y sin que se creara una alternativa equivalente.
Obra social del sindicalismo vertical y el Frente de Juventudes
- Sindicalismo vertical: El sindicato único desarrolló una extensa red de servicios sociales, culturales y de ocio para los trabajadores y sus familias: centros de formación, bibliotecas, colonias de vacaciones, clubes deportivos y actividades recreativas.
- Frente de Juventudes: Organización juvenil que promovía educación física, deporte, ocio saludable, compañerismo y formación en valores cívicos y patrióticos. Organizó campamentos, formación en oficios y voluntariado para millones de jóvenes.
- Destrucción tras la Transición: Todo este tejido fue desmantelado o absorbido por el Estado y los nuevos sindicatos, perdiendo su carácter universal y su eficacia.
Red de cajas de ahorro y montes de piedad: banca ética y obra social
- Origen y función: Las cajas de ahorro y montes de piedad, impulsados por la derecha social y la filantropía católica, ofrecían crédito justo y obra social a las clases populares, financiando infraestructuras, vivienda, educación y sanidad.
- Desaparición: Saqueadas y descapitalizadas en las últimas décadas por la connivencia de progresistas y la “derecha boba-socialdemócrata”, su desaparición supuso la pérdida de la principal banca ética y social de España.
Filantropía, educación y cultura: la obra de la derecha social y la Iglesia
- Centros educativos y culturales: Colegios, institutos, universidades, escuelas de artes y oficios, academias, bibliotecas, fundaciones y ateneos fueron impulsados por la derecha social y la Iglesia, que también sostuvieron hospitales, asilos y toda clase de obras de caridad.
- Sociedades económicas de amigos del país: Motores de modernización y promoción de la educación, la agricultura, la industria y el comercio.
- Iglesia Católica: Mayor impulsora histórica de la educación popular, la beneficencia y el patrimonio cultural y científico de España.
- El progresismo estatalista: Ha brillado por su ausencia en la creación de tejido social propio, limitándose a repartir lo ajeno y a destruir instituciones que no controlaba.
Instituto Nacional de Industria (INI): industrialización y potencia mundial
- Creación y función: El INI, fundado en 1941, fue el gran instrumento de la política industrial del franquismo. Su objetivo era impulsar la industrialización acelerada del país, crear grandes empresas públicas en sectores estratégicos (siderurgia, energía, automoción, astilleros, química, electrónica, aviación, etc.) y reducir la dependencia exterior.
- Resultados: Gracias al INI, España se convirtió en la novena potencia industrial del mundo en los años 70, con empresas como SEAT, ENASA, Ensidesa, Endesa, Iberia, CASA, Bazán, entre muchas otras. El INI fue también un motor de innovación tecnológica, empleo cualificado y movilidad social.
- Desmantelamiento: Como condición para la entrada en la Comunidad Económica Europea, el INI fue privatizado y desmantelado en los años 80 y 90, liquidando la mayor parte de la industria pública y eliminando la competencia a las multinacionales europeas. El resultado fue la desindustrialización de amplias zonas del país y la pérdida de soberanía económica.
Un modelo integral de promoción social y desarrollo nacional posteriormente desmantelado…
La derecha social, a través de estas iniciativas —FPA, PPO, escuelas agrarias, colonización rural, INI, universidades laborales, obra sindical, obra educativa y filantrópica— diseñó y ejecutó el mayor proyecto de ascenso social, cohesión nacional y modernización económica de la historia de España. Todo ello fue posteriormente desmantelado, boicoteado o privatizado, sin que la izquierda progresista ni la “derecha boba-socialdemócrata” hayan sido capaces de ofrecer alternativas de igual alcance, eficacia o legitimidad social.
El balance de la izquierda-progresista: burocracia, clientelismo y economía ficticia
- Crecimiento descontrolado de la burocracia: Multiplicación de administraciones, empleados públicos y gasto, generando una administración hipertrofiada y opaca.
- Más deuda, más impuestos, más economía ficticia: Dependencia de la subvención, el clientelismo y el intervencionismo estatal, con sobrecostes, ineficiencias y corrupción estructural.
- Corrupción y clientelismo: El poder público se utiliza para colocar paniaguados, premiar lealtades y crear redes de dependencia política y económica.
- Ausencia de obra social propia: Ninguna red de beneficencia, educación o cultura propia, más allá de la administración pública y la subvención.
Diagnóstico histórico y exigencia de futuro
- El progreso social, educativo, cultural y económico en España ha sido impulsado por la derecha social, la filantropía, la iniciativa privada y la Iglesia.
- El Estado del Bienestar, la movilidad social, la educación y la cultura no son patrimonio de la izquierda, sino el resultado de siglos de esfuerzo y compromiso de quienes creyeron en la responsabilidad individual, la solidaridad real y el bien común.
- La izquierda progresista ha centrado su acción en la burocratización, el clientelismo, la economía ficticia y la destrucción de instituciones que no controlaba.
- La historia demuestra que el verdadero debate no es entre izquierda y derecha, sino entre quienes construyen y quienes destruyen; entre quienes crean tejido social y quienes solo reparten lo ajeno; entre la libertad y el colectivismo, entre la responsabilidad y la dependencia.
¿Qué deben hacer PP y VOX? Proyecto, objetivos y medios
PP y VOX tienen la responsabilidad histórica de:
- Elaborar un diagnóstico realista de la situación de partida, sin edulcorar ni ocultar los problemas estructurales: deuda, paro, baja natalidad, deterioro educativo, desindustrialización, corrupción, fragmentación territorial y pérdida de valores cívicos.
- Definir objetivos claros, concretos y temporalizados a corto, medio y largo plazo: recuperación del tejido productivo, reforma educativa y laboral, reconstrucción del Estado social y de derecho, regeneración institucional, fortalecimiento de la unidad nacional y la igualdad ante la ley.
- Precisar los medios materiales y humanos: auditoría del gasto público, racionalización de la administración, recuperación de la meritocracia, impulso de la formación profesional y técnica, apoyo a la familia y la natalidad, y despolitización de la justicia y los medios de comunicación.
- Recuperar y actualizar el legado de la derecha social: fomentar la iniciativa privada, la filantropía, la educación integral, la banca ética, la obra social y el asociacionismo civil, en colaboración con la Iglesia y las entidades históricas.
- Procedimientos: transparencia, rendición de cuentas, participación ciudadana, reformas legales y constitucionales si es preciso, y un compromiso ético inquebrantable con la verdad y el bien común.
El balance trágico del progresismo: tiranía, muerte y destrucción de libertades
No puede silenciarse el balance histórico —tanto en España como en el resto del mundo— de quienes se autodenominan “progresistas”, “de izquierdas” o adalides de la “bondad extrema”. Bajo la bandera de la igualdad, la justicia social o el progreso, estos movimientos han sido, en demasiadas ocasiones, causantes de algunas de las mayores desgracias, hambrunas, guerras, represión y eliminación de derechos y libertades de la historia contemporánea.
- Socialismo real y comunismo: El siglo XX fue testigo de la implantación del socialismo real en la URSS, China, Camboya, Corea del Norte, Cuba, Europa del Este y otros lugares. El resultado fue la instauración de regímenes totalitarios, la supresión sistemática de derechos y libertades, la persecución de minorías, la censura, la represión política y el asesinato en masa. Diversos estudios y obras como El libro negro del comunismo sitúan el número de víctimas mortales de estos regímenes en más de 100 millones de personas, entre purgas, hambrunas forzadas, campos de concentración, ejecuciones y genocidios.
- Fascismo progresista y nacifascismo: Movimientos como el fascismo italiano y el nacionalsocialismo alemán (nazismo) —ambos con raíces en el socialismo y el colectivismo, y autoproclamados como fuerzas “modernizadoras” y “progresistas” en su época— sumaron decenas de millones de muertos a través de guerras, genocidios, persecuciones raciales y políticas, y la instauración de regímenes liberticidas.
- El mito de la “bondad extrema”: La historia demuestra que quienes se arrogan el monopolio de la bondad y la justicia, y pretenden imponer su visión del bien absoluto desde el poder, acaban generando tiranías, represión, miseria y muerte. El colectivismo, sea de signo rojo o pardo, lleva inevitablemente a la supresión de la libertad individual, la destrucción de la sociedad civil y el exterminio de quienes se resisten a la utopía impuesta.
- España no ha sido excepción: Desde la sublevación socialista de 1934, la violencia política y el exterminio de disidentes durante la Guerra Civil, la persecución religiosa, el robo del oro del Banco de España, la colaboración con dictaduras y la corrupción sistémica, hasta la reciente demolición del Estado de derecho y la complicidad con separatistas y herederos del terrorismo, el progresismo español ha dejado tras de sí un reguero de ruina moral, social y política.
En definitiva, la historia del progresismo, en España y en el mundo, es la historia de la tiranía disfrazada de virtud, de la represión justificada en nombre del bien común, y de la muerte y la miseria provocadas por quienes, arrogándose la superioridad moral, han impuesto su voluntad sobre pueblos enteros. Más de 150 millones de muertos en apenas un siglo son la prueba irrefutable de que el colectivismo y el “progresismo” extremos son los mayores enemigos de la libertad y la dignidad humana.
Conclusión
La historia, cuando se cuenta entera, es clara y contundente: España necesita una derecha social que recupere el espíritu de construcción, cohesión y ascenso social que la hizo grande, y que sepa enfrentarse sin complejos al relato falso y destructivo del progresismo burocrático y clientelar. Solo así podrá ofrecerse un futuro digno, libre y próspero para las próximas generaciones.